PLAN DE CONVIVENCIA | Entrevista a Manuel Rodríguez Becerra, psicólogo e investigador

El pasado jueves 11 de abril, a las 20:00 horas en el Aula de Cultura, Manuel Rodríguez Becerra impartió la segunda conferencia del Plan de Convivencia de Villamayor “Aprendiendo de los TDAH”.

Con esta escuela de formación a familias, dirigida a todas aquellas personas que tengan hijos o se propongan tenerlos en el futuro, se pretende formar a padres y madres ante el difícil reto de ser padres. En esta ocasión, la conferencia se centró en los TDAH (alumnos con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), uno de los temas de mayor actualidad en la Educación Infantil y Primaria, de la que muchos padres aún no tienen mucha información y conocimiento.

Para hablar sobre ello, Manuel Rodríguez Becerra, profesor en la Universidad Pontificia de Salamanca e investigador, fue el encargado de hablar sobre los TDAH: qué son, cómo intervenir y qué pueden hacer los padres ante esta situación.

Manuel es psicólogo y tiene un Master en Psicología del lenguaje. Lleva más de 30 años trabajando con niños que presentan dificultades del neurodesarrollo y desequilibrios emocionales. Además, es asesor pedagógico en centros concertados y sus investigaciones se centran fundamentalmente en la detección precoz de niños que presentan trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad. Otra línea de investigación ligada a la anterior es la repercusión emocional y psicosomática que se genera en familias con un niño diagnosticado con TDA/H.

Además, forma parte de FUNDANEED, una fundación de ayuda a la Infancia y Adolescencia en las Necesidades Especiales del Desarrollo. Esta fundación está formada por un equipo multidisciplinar de profesionales que buscan mejorar la calidad de vida de la población infanto-juvenil que manifiesta alteraciones en su desarrollo, sin olvidar el papel de la familia que en muchas ocasiones sufre el trastorno en algunos de sus miembros.

Sus líneas de actuación se centran en la discapacidad intelectual, trastornos afectivos o de ánimo, trastornos del lenguaje o trastornos de comportamiento, entre otros muchos.

Queremos conocerle un poco más: ¿a qué se dedica profesionalmente?

Soy profesor en la Universidad Pontificia de Salamanca y patrono de una Fundación que tenemos en Salamanca. Además, trabajo en un centro educativo como psicólogo del lenguaje, como orientador o terapeuta del lenguaje en el Maestro Ávila. Esos son mis tres grandes espacios de trabajo y, fundamentalmente, también hacemos trabajos de investigación sobre el TDH. Concretamente, vamos a publicar un documento o artículo de impacto internacional que tiene que ver con la detección precoz, es decir, buscar elementos de análisis objetivos para que sepamos cuanto antes si un niño presenta o no alteraciones en el trastorno. La detección precoz es un indicador importante en cuanto al pronóstico y la mejora de sus conductas, sus comportamientos, su forma de aprender y de pensar. Eso es a lo que me dedico profesionalmente.

¿Qué es lo que más le gusta de su profesión?

Lo que más me gusta es ser capaz de ayudar a las personas, a las familias, a los niños o niñas que presenten este tipo de patología o alteración. Saber que has dado en la diana y que, de alguna manera, eres capaz de ayudarle. Primero, de comprenderles y después de ayudarles. Es lo que más satisfacción personal me produce.

Su conferencia está dentro del Plan de Convivencia de Villamayor ¿qué opinión le merece esta iniciativa?

Yo creo que el Ayuntamiento de Villamayor es un ayuntamiento joven, que tiene ideas, que es dinámico, activo y busca que haya una buena convivencia entre todas las personas, dependiendo de la edad de los ciudadanos que vivan o cohabiten aquí. Dentro de las actividades del Ayuntamiento me parece que es interesante cualquier tipo de iniciativa conjuntamente con la Asociación Virgen de los Remedios que intente mejorar la convivencia diaria de los ciudadanos de esta gran población.

Se habla mucho sobre el TDAH pero muchos no sabemos concretamente qué es. ¿Qué es el TDAH?

El TDAH está de moda en estos momentos, pero resulta que se conocen los síntomas de este trastorno desde hace más de 200 años. Digamos que tenemos mejores sistemas de evaluación, de diagnóstico y, por tanto, es algo más conocido. El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que tiene que ver con la neurología y con la biología, es decir, con los genes y con el sistema nervioso central. Por lo tanto, si de alguna manera decimos que ese cerebro no funciona bien, las consecuencias a corto, medio y largo plazo están presentes.

Podemos observar que los niños que tienen estas patologías presentan unos síntomas determinados relacionados con la inatención. La inatención es la capacidad de focalizar hacia un determinado tipo de estímulo. Estos chicos y chicas tienen una desconexión, con lo cual no pueden mantener mucho tiempo esa atención y, por lo tanto, van a tener o tienen dificultades de aprendizaje o retraso escolar. A veces, son más impulsivos que otros y más hiperactivos, con lo cual, no pueden estar muchas veces quietos o pensar las consecuencias de sus actos o comportamientos. También, hay que decir que el TDAH no tiene nada que ver con los padres. Es decir, un niño puede ser TDAH independientemente de la raza o nivel económico. No es culpa de nadie, sino que es un desarrollo neurobiológico que hace que nuestros comportamientos sean distintos a otros niños.

¿Qué implica para los padres tener un niño TDAH?

Los padres tienen un sexto sentido, que es que algo no va bien. Esto genera un cierto estrés parental. Si ya educar es estresante, porque indica una activación, con un niño TDAH al que le dices que las cosas hay que hacerlas de una determinada manera, no las va a hacer. No es que no quiera, es que no puede. Eso hace que los comportamientos sean repetitivos y, evidentemente, para los padres se generan muchas consecuencias negativas: una mala conciencia de sí mismos, piensan que no valen para nada, la idea de fracaso está muy presente, hay mayor tensión parental… Genera un malestar general cronificado en muchos casos.

¿Qué protocolo deben seguir estos padres?

Lo más importante es que si algo crees que no funciona bien, debes hablar con los servicios de los centros educativos o con los equipos de orientación psicopedagógica de Salamanca, que funcionan extraordinariamente bien. Tienen protocolos activos tanto para el sector sanitario, como para el sector educativo. Poco a poco, deben desarrollar una serie de pautas. Hay un sistema o protocolo que se activa nada más que hay una queja, una demanda por parte del profesorado o de los padres. A partir de ahí, se desarrollan una serie de entrevistas, de cuestionarios, de test; de diferentes competencias cognitivas para ver si realmente ese niño tiene una conducta compatible con lo que llamamos TDAH.

¿En los centros educativos cómo actúan con estos niños?

Los centros educativos muchas veces no conocen el trastorno. Hay una gran sensibilidad y una conciencia bastante importante sobre todo en los últimos años con relación a los profesores de Educación Infantil y Primaria. Hay que pensar que, en muchas ocasiones, el trastorno no desaparece en la adolescencia, sino que permanece, o se desarrolla de manera cronificada toda tu vida. Los profesores que tengan cierta inquietud o sepan un poco de este tema, saben que un TDAH no tratado se convierte en otro tipo de patologías más complicadas.

¿Qué es FUNDANEED?

Es la creación de una Fundación sin ánimo de lucro por un  grupo de personas que lo que buscan fundamentalmente es trabajar o ayudar con una gran cantidad de trastornos del neurodesarrollo para que los padres tengan una formación sobre la patología o trastorno que tenga su hijo y, a partir de ahí, se trabajan en diferentes salas o espacios que tenemos a su disposición, como puede ser la estimulación temprana, el diagnostico precoz; algún tipo de relación con los padres para darles información o pautas de comportamiento, cómo tienen que trabajar, asesoramiento a profesores y centros educativos, musicoterapia, refuerzo educativo, logopedia, etc.; es decir, tenemos un montón de servicios a disposición de la persona que tiene ese trastorno, así como a su familia.

Todos esos padres que estén interesados en acudir a FUNDANEED ¿Cómo pueden contactar con ustedes?

Nosotros estamos en la calle Almansa, número 9, donde a través de teléfonos de contacto o la página web nos tienen a su entera disposición para que podemos hablarles, indicarles o derivarles a aquellos servicios que creemos que pueden ser pertinentes.

Usted va a presentar un proyecto europeo de juventud con la Asociación Virgen de los Remedios. Cuéntenos ¿en qué consiste?

Es un proyecto en el que tenemos mucha ilusión. Estamos muy contentos de poder trabajar más allá de lo que es la infancia, donde estamos constatando que hay una gran cantidad de trastornos y dificultades, sobre todo en la juventud. En esta etapa el fracaso escolar es muy alto y de alguna manera lo que queremos es observar y verificar qué es lo que están haciendo otros países de la Unión Europea para ver primero, qué es lo que están haciendo o nosotros aportar lo que estamos haciendo. De alguna forma, crear sinergias de conocimientos, de terapias, de estrategias para ayudar a este colectivo que es tan importante, y que de alguna manera es el futuro de cualquier sociedad europea.

¿Qué le diría a todos esos esos padres que hoy no pueden acudir a su charla? ¿Qué es lo que van a aprender los padres que acudan hoy?

Los asistentes van a saber que su hijo no es algo diferente ni distinto de lo que ocurre en otras familias. Es un trastorno bastante frecuente: de cada 100 niños, entre 5 y 7 presentan este tipo de alteraciones. Lo más importante es: ante un trastorno que puedan tener, que se dirijan a nosotros o a los orientadores del centro educativo para darles pautas y para informarles que las cosas tienen siempre solución. Siempre hay una posibilidad de que ese niño mejore dentro de sus competencias y habilidades y, de alguna manera, crear en ellos un futuro más feliz donde todos podamos ayudarnos y generar buenas expectativas y emociones positivas.

 

Manuel Rodríguez Becerra demostró en su charla cómo los niños con alteraciones en su desarrollo no son casos aislados. Existen muchas acciones, estrategias y, sobre todo, personas como él, dispuestas a ayudar y a trabajar para mejorar su calidad de vida y la de sus familias. Lo más claro e importante que nos dejó Manuel fue que no estáis/estamos solos. Seguimos trabajando.

Comparte: