ESCUELA DE PADRES: LÍMITES Y NORMAS. PREMIOS Y CASTIGOS.

INTRODUCCIÓN

“Educar a un niño es como sostener en la mano una pastilla de jabón. Si aprietas mucho sale disparada, si la sujetas con indecisión se te escurre entre los dedos, una presión suave pero firme la mantiene sujeta”. (Citado por Isabel Orjales)

El proceso “teórico” sería, desde muy pequeños, establecer hábitos y rutinas, complementados con límites y normas que deben ir “evolucionando” con el niño (está claro que los hábitos de higiene no son los mismos los de un niño de 3 años que los de otro de 10 años, así como los límites y normas que señalamos a un niño de 6 años no tienen nada que ver con los que debemos establecer para un adolescente de 15 años).

Sobre los premios y castigos se puede decir otro tanto de lo mismo pero, además, debemos añadir que su utilización debe ser muy cuidadosa porque, como se explica más adelante, podemos estar reforzando (impulsando) conductas no deseadas por una aplicación inadecuada.

Finalizaremos el tema con los “estilos educativos” que pueden darse en las familias y que, como es de esperar, tiene consecuencias directas en los hijos.

  1. HÁBITOS y RUTINAS.

Los niños no nacen con hábitos establecidos, sino que se desarrollan cuando se repiten una y otra vez. Cuando antes se introduzca al niño en la rutina familiar para las actividades cotidianas, tanto más fácil será la integración. Así, si introducimos buenos hábitos y rutinas en los horarios, comidas, aseo, conductas, etc., evitaremos muchos problemas en el establecimiento de límites y normas, evitando el castigo.

  1. LÍMITES Y NORMAS.

Los niños necesitan tener puntos de referencia (límites) claros sobre lo que debe o no debe hacer y esta necesidad es tan vital como alimentarse. Para el niño, tener los límites educativos claros es importante por tres motivos:

  • Porque le ayuda a entender e integrar las normas que rigen el mundo en el que vive.
  • Porque le ayuda a sentirse seguro.
  • Porque le ayuda a “portarse bien”, a ser “mejor persona” y, por tanto, a tener buen concepto de sí mismo.

Por ello es fundamental que tengan:

  • Son guías que ayudan a regular los comportamientos sin presiones. Se basan en modelos.
  • Son ordenanzas que regulan la vida cotidiana y evitan conflictos en las relaciones sociales.
  • Límites. Son medios de ayuda, pilares importantes para limitar el terreno de juego, para que el niño pueda moverse en él de una forma segura y protegida. Si no los ponemos, se angustia.

Algunas ideas generales para poder poner en práctica.

  • Crear un clima familiar cálido, abierto y cariñoso. Cuando los niños se sienten reconocidos y queridos están más dispuestos a aceptar las normas.
  • Los padres sólo inspiran confianza cuando están totalmente convencidos de lo que exigen a sus hijos y mantienen sus ideas. Deben estar dispuestos al cumplimiento de las normas que deben ser adecuadas al nivel evolutivo del niño.
  • Es mejor proponer sólo unas pocas normas, claras, precisas y concisas y de fácil ejecución. El clima familiar será más agradable si no hay demasiadas reglas para obedecer. Un exceso crea confusión, limitación y acaba siendo ineficaz.
  • No hay que perder la flexibilidad: es importante repasar de forma constante la validez de los límites y de las normas impuestas. Las limitaciones que tienen un sentido en un determinado momento pueden tal vez ser retiradas posteriormente. No hay que defender ideas fijas sino adoptar una mentalidad flexible.
  • Los límites deben ser respetados, así como las normas. No olvidemos que los niños nos ponen constantemente a prueba. Esto es sano y dependerá del adulto su eficacia.
  • Es importante buscar siempre el motivo del comportamiento (indeseado) del niño; para saber qué es lo que lo provocó. Así podremos o trataremos de solucionarlo.
  • Es importante dar una explicación de las propias actuaciones, para que el niño comprenda por qué se pone el límite. Para ello los padres deben llegar también a un acuerdo entre sus expectativas y sus fines educativos.
  • Se aprende mediante modelos de comportamiento. No es creíble aquello que no es capaz de hacer el adulto.

 

  1. PREMIOS.

El truco reside en ajustar el premio al esfuerzo y el procedimiento de darlo. Por lo general, regalamos al niño todo lo que necesita y lo que no necesita y le pedimos a cambio unas responsabilidades. Cuando el niño no cumple con sus responsabilidades es castigado y, cuando lo hace, se da por hecho que está cumpliendo con su deber.

  • ¿Qué tipos de premios se pueden dar?

– Refuerzos materiales:

  • Comestibles: caramelos, dulces, helados, frutas, pasteles, refrescos, etc.
  • Juegos o juguetes: cochecitos, muñecas, disfraces, puzzles, etc.
  • Fichas o pegatinas: cada objetivo o conducta que consiga se le da una y, cuando tiene un número determinado, lo canjea por un premio.

– Refuerzos sociales:

  • Atención de los padres:
    • Positivas: besos, abrazos, reconocimiento público, guiño, aprobación.
    • Negativas: castigos, regañinas acompañadas de atención (el niño, a veces, sólo consigue la atención de sus padres así).
  • Aprobación de los demás: aplauso de la clase, comentario positivo del profesor/a, etc.
  • Entretenimientos con amigos o en casa: ver TV, ir al cine o al circo, escuchar cuentos, marionetas, etc.
  • Deportes: ir a la piscina, montar en bici, jugar al baloncesto, fútbol, etc.
  • Excursiones o actividades: ir al parque, ir a casa de un amigo o que venga él a casa, ir al campo, etc
  1. CASTIGOS.

Un castigo es toda experiencia que, seguido a una conducta, hace que disminuya la probabilidad de que la conducta se repita en el futuro.

  • ¿Qué tipos de castigos hay?
    • Físico: abrazar al niño para inmovilizarlo, sentar en una silla, poner de cara a la pared.
    • Actividad desagradable: limpiar lo manchado, recoger lo tirado, copiar una lección, etc.
    • Suprimir una actividad agradable: dejar sin recreo, quitar un premio prometido, anular una fiesta o excursión, quitar puntos o pegatinas.
    • Social: reprimenda, ridiculizar delante de otros, insultar, mostrar el error para que todo el mundo lo vea, colocar a niños en el pelotón de los torpes.
    • Tiempo: aislar al niño de lo que le resulta gratificante (rincón de pensar, mandarlo a su dormitorio cuando todos están en el salón, etc.).
  • El castigo solo es eficaz si es:
    • No sirve si se aplaza.
    • SE RECIBE SIEMPRE QUE SE COMETE LA FALTA. Los niños saben bien si los padres son coherentes.
    • EL NIÑO SABE EXACTAMENTE POR QUÉ LE CASTIGAN. Necesita reflexionar sobre sus conductas.
    • ES INTENSO PERO BREVE. Cuando se grita constantemente, no sirve de nada.
  1. ESTILOS EDUCATIVOS QUE UNA FAMILIA PUEDE ADOPTAR CON SUS HIJOS.

Para finalizar, y de forma breve, haremos una mención a los estilos educativos, ya que está más que demostrado que la conducta de los padres influyen decisivamente en la conducta de los hijos. Sirva esta último apartado para hacer un autoanálisis de nuestra forma de educar como padres y madres.

  • Autoritario: Es decir con normas muy rígidas, frecuentes castigos, siendo inflexibles.
    • Consecuencias: Un niño huraño, agresivo, con poca iniciativa, con una autoestima baja y también será autoritario.
  • Sobreprotector: Cuando se intenta controlar la vida de los hijos a través del afecto, no se ponen límites o son poco claros, siempre solucionan los problemas de los hijos.
    • Consecuencias: Niños dependientes, sin autonomía y poco tolerantes a aceptar frustraciones.
  • Permisivo-negligente: No exigen responsabilidades, no afirman su autoridad, no ponen normas, no les orientan para que tomen decisiones.
    • Consecuencias: Hijos irresponsables, con poco autocontrol, con baja autoestima
  • Inconsecuente: Son aquellos padres que se manifiestan inestables en sus comportamientos, son poco coherentes, no son capaces de hacer lo que exigen a los demás, no tienen normas claras ni fijas.
    • Consecuencias: Los niños se vuelven ansiosos, inestables, indefensos y desconfiados.
  • Democrático: Satisfacen las necesidades afectivas de sus hijos, los aceptan tal y como son, razonan y negocian las normas, les enseñan a través del propio ejemplo, les ponen límites claros, favorecen la comunicación y el diálogo, son capaces de reconocer sus errores y aceptarlos para mejorarlos.
    • Consecuencias: Niños más seguros de sí mismos, son capaces de compartir y aceptar sus responsabilidades, no son fácilmente manejables, tienen buenas relaciones sociales

 6.PROPUESTAS PARA UNA EDUCACIÓN PREVENTIVA.

  • Respete la individualidad de sus hijos: ayude a su hijo a aceptarse tal como es, con sus cualidades y sus defectos.
  • Refuerce la autoestima de sus hijos: reconozca y valore positivamente lo que de bueno haya hecho el niño porque toda conducta que recibe alabanza tiende a repetirse.
  • Eduque a sus hijos en libertad y para la libertad: enseñe a su hijo a pensar y a guiarse por lo que es razonable.
  • Conceda a sus hijos la autonomía proporcional a su capacidad, que decida en sus pequeños problemas. No hagan los padres lo que sea capaz de hacer el niño.
  • Favorezca en sus hijos la coherencia entre lo que piensan y lo que hacen, ayude al niño/a a aceptar las consecuencias de sus actos. Todo el mundo tiene derecho a equivocarse.
  • Descubra con sus hijos el gozo de compartir, ser generoso y solidario con los demás.
  • Despierte en sus hijos la curiosidad y el interés por todo lo que les rodea y aliente su creatividad.
  • Prevenga el fracaso escolar favoreciendo el placer por la lectura y el estudio: conceda importancia a lo que el niño aprende, valore lo que hace en la Casa de Niños y después en el Colegio.
  • Enseñe a sus hijos a aprovechar el tiempo libre, evitando que “tiempo libre sea igual aTiempo muerto”: estimule la creatividad, aficiones, deporte, manualidades. Hay que saber qué hacer cuando no se tiene nada que hacer.
  • Participe activamente en la vida de la Casa de Niños o del Colegio: hable con las educadoras sin esperar a que surjan problemas, participe en las actividades programadas, siempre con espíritu de colaboración y ayuda.
  • Dialogue con sus hijos de temas fuera de los estudios o su conducta. Busque temas que favorezcan el conocimiento mutuo y el vínculo afectivo.
  • Mantengan criterios unidos entre los padres y, con estilo democrático, dialoguen con sus hijos y transmítanles las normas y los límites de modo que ellos participen y las asuman como propias.

 7. DEBATE EN REDES SOCIALES.

  •  Susana tiene 5 años y todas las noches pone dificultades para acostarse porque quiere estar en el salón son sus padres viendo la televisión.
  •  ¿Cuál ha podido ser el origen de esta conducta? ¿Cómo se podía haber prevenido?
  • ¿Qué pueden y/o deben hacer los padres?
  • Manuel es un niño de 8 años. Hace tres meses que nació su hermana. El niño está siempre intentando llamar la atención de sus padres porque éstos están totalmente “volcados” con la niña. Manuel ha comenzado a cambiar su conducta: solo quiere alimentos triturados, se hace pis en la cama, no quiere ir al colegio, quiere que lo vistan, etc.
  • ¿Cuál ha podido ser el origen de esta conducta? ¿Cómo se podía haber prevenido?
  • ¿Qué pueden y/o deben hacer los padres?
  • Antonio tiene 15 años. De hecho, cuando le preguntan algo, él es esquivo y, a veces, se enfada. En los fines de semana cada vez llega más tarde a casa con la excusa de que sus amigos también lo hacen. El diálogo con sus padres se limita a cuando éstos le regañan, le llaman la atención, le hacen interrogatorios interminables sobre lo que hace en el IES o con los amigos. Antonio cada vez es más esquivo y se cierra en sí mismo.
  • ¿Cuál ha podido ser el origen de esta conducta? ¿Cómo se podía haber prevenido?
  • ¿Qué pueden y/o deben hacer los padres?
  • Adela tiene 16 años, cursa 4º de la ESO. Siempre ha sido buena estudiante, pero últimamente está abandonando sus tareas. Está obsesionada con su imagen, se encierra en su habitación. Cuando quiere algo (irse a casa de una amiga a dormir, llegar más tarde) se pone zalamera con su padre que siempre le deja, aunque su madre no suele estar de acuerdo, lo que provoca frecuentes discusiones en el matrimonio.
  • ¿Cuál ha podido ser el origen de esta conducta? ¿Cómo se podía haber prevenido?
  • ¿Qué pueden y/o deben hacer los padres?
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