Dela A a la Z (26)

Relación de términos que han tenido que ver con nuestra historia

BIRRETE:

Palabra que procede del término latino birrus (capote con capucho)

Gorro armado en forma prismática y coronado con una borla que llevan en los actos solemnes los profesores, magistrados, jueces y abogados.

Según el Diccionario de Autoridades, en un principio eran colorados o rojos.

En la indumentaria académica tiene forma y color de acuerdo al grado académico, área de estudio y cargo.

Birrete de D. Fernando de la Cerda (anterior a 1275)

(www.patrimonionacional.es)

En España, desde la segunda mitad del siglo XII, el sombrero cotidiano del Rey y de la más encumbrada nobleza y, por tanto, también los justicias del rey, era el birrete de ceremonia, el gorro cilíndrico, pilón tantas veces reproducido en las miniaturas de las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio. Se han salvado de aquella época dos objetos reales: el birrete de Fernando de la Cerda (h. 1225-1275), incrustado de oro y piedras preciosas y forrado de seda en el que figuran escudos heráldicos donde se ven castillos y leones rampantes y el birrete que perteneció al infante don Felipe (siglo XIII), que se encuentra en el Museo Arqueológico de Madrid.

BIRRETINA:

Diminutivo de birreta.

El término birreta hace referencia a un bonete cuadrangular usado por los clérigos, que suele tener en la parte superior una borla del mismo color que la tela: rojo para los cardenales, morada para los obispos y negra para los demás.

La birretina es un gorro de pelo que usaban los granaderos del ejército en el siglo XVIII.

Sargento y Tambor de Granaderos de Milicias Provinciales (segunda mitad del siglo XVIII)

(www.losejercitosdelrey.es)

El Diccionario de Autoridades lo define como bonete que usan los granaderos, el cual suele estar forrado en martas o zorros y remata por la parte de atrás en forma de capirote y delante tiene una aleta levantada desde el borde que cae sobre la frente, en el cual se bordan las armas de regimiento.

BISOÑÉ:

Palabra derivada quizás del término francés besogneux (necesitado) y este de besoin (necesidad).

Peluca que cubre solo la parte superior de la cabeza.

El término tiene relación con las personas que lo usaban y no podían pagarse una peluca entera.

BISOÑO:

Palabra procedente del término italiano bisogno (necesidad)

Dicho de la tropa o de un soldado nuevo, principiante, inexperto.

Los italianos aplicaron este término en el siglo XVI a los soldados españoles recién llegados a Italia, por lo mal vestidos que iban.

Soldados de los Tercios

(www.elcaminoespañol.com)

El Diccionario de Autoridades lo define como el soldado o la milicia nueva que no ha perdido el miedo y está aún torpe en el ejercicio de las armas.

BITÁCORA:

Palabra procedente del término francés bitacle.

Caja a modo de armario, fija a la cubierta e inmediata al timón en que se pone la aguja de marear (la aguja de bitácora) que es la que indica el rumbo de una nave.

La bitácora es un mueble empernado (fijado) en el techo del puente de una embarcación, el cual contiene un compás magnético suspendido, a fin de contrarrestar el sincronismo transversal y longitudinal del buque.

En su exterior, lleva la denominada línea de fe que debe estar alineada con el centro del buque o línea de crujía. En su interior, se colocan imanes para contrarrestar el campo magnético terrestre. En los costados del cubichete, tiene dos esferas de hierro dulce, para anular el desvío producido por el hierro del propio buque y hacer uniforme el campo magnético que rodea a la aguja náutica con objeto de lograr que en todo momento señale el norte magnético.

Bitácora expuesta en el MUNCYL de A Coruña

(www.es.wikipedia.org)

Antiguamente, cuando los buques carecían de puente de mando cubierto, solía guardarse en el interior de la bitácora el llamado cuaderno de bitácora, para preservarlo de las inclemencias del tiempo.

Aunque el nombre se ha popularizado en los últimos años a raíz de su utilización en diferentes ámbitos, el cuaderno de trabajo o de bitácora ha sido utilizado desde siempre. Hoy en día se denomina diario de navegación y en él se anota todos los acaecimientos acontecidos durante la guardia de navegación.

BIZARRO:

Palabra procedente del término italiano bizzarro (iracundo).

Valiente, arriesgado.

El Diccionario de Autoridades habla de generoso, alentado, gallardo, lleno de noble espíritu, lozanía y valor.

BIZMA:

Palabra procedente del término antiguo bidma y este del término latino epithema (poner encima).

Emplasto para confortar, compuesto de estopa, aguardiente, incienso, mirra y otros ingredientes.

Emplasto de estopa, aguardiente, incienso, etc.

(www.diccionariodelaalcarria.blogspot.com)

Pedazo de piel curtida o lienzo cubierto de emplasto y cortado de forma adecuada a la parte del cuerpo a que ha de aplicarse.

BLANCA:

Palabra procedente del término alemán antiguo blank.

Antigua moneda castellana de vellón de origen medieval de diferentes valores, según las épocas.

Se denominaba así por el color blanco que adquiría por una operación de blanqueo especial tras su acuñación, que las hacía asemejarse a la plata.

Valía medio maravedí; cuatro blancas eran un ochavo y ocho un cuarto.

Don Diego de Covarrubias, en su tratado de monedas, señala que en tiempos de Alonso XI tres blancas componían un maravedí de los que entonces llamaban viejos. Este valor se alteró según la calidad del vellón de que se componían.

Desde Pedro I de Castilla seis blancas componían un real de plata, pero las sucesivas reformas monetarias hicieron que esa equivalencia pasara a ser de 68 (34 maravedíes el real).

La primera alteración fue obra de Juan II de Castilla, durante cuyo reinado 3 blancas equivalían a 2 de las de reinados anteriores. Las acuñadas desde 1451 tenían tan poco contenido de plata que se llamaban  rabo de gallo o blancas sevillanas.

En el reinado de Enrique IV de Castilla se hicieron dos tipos de blancas.

Los Reyes Católicos mandaron labrar diez cuartos de vellón en blancas el año de 1497 y que dos de ellas valiesen un maravedí.

Blanca de los Reyes Católicos

(www.es.wikipedia.org)

Las blancas que mandaron hacer los Reyes Católicos, tenían de una parte una F con su Corona, y de la otra una Y también con su Corona, y alrededor unas letras que decían:

Ferdinandus, &Elisabet Rex, & Regina Castellae, Legionis, & Aragonum, & Siciliae, & Granatae,

o lo que de ellas cabía en su circunferencia.

Las que mandó labrar Felipe II tenían de una parte un Castillo y de la otra el nombre del Rey en cifra coronado.

El año de 1602 llegó a valer cada blanca lo mismo que un maravedí por la subida de la moneda. Después volvió a valer cada maravedí dos blancas, Y así por blanca se ha entendido la mitad de un maravedí.

La expresión no tener blanca es no tener dinero.

BLANDIR:

Palabra procedente del término francés brandir y éste del francés antiguo brant (espada, hierro de la lanza; también tizón encendido)

Mover un arma o cosa semejante con movimiento vibratorio.

El Diccionario de Autoridades lo define como mover la espada, vara, pica o lanza, con un movimiento trémulo, asiéndola de uno de sus extremos.

BLANDÓN:

Palabra procedente del término francés Brand (tizón encendido).

Hacha de cera. Vela gruesa de cera con una mecha.

Candelero grande en el que se ponen los blandones.

Candelabro en bronce plateado de finales del siglo XIX

(www.todocoleccion.net)

BLASFEMAR:

Palabra procedente del término latino blasfemus (difamador).

Decir blasfemias, maldecir.

Una blasfemia es una palabra injuriosa, ofensiva. Estrictamente se refiere a “la ofensa verbal contra la majestad divina”.

A lo largo de la historia han existido leyes contra la blasfemia, al considerarla un delito público contra Dios, castigado frecuentemente con la pena de muerte.

BLASÓN:

Palabra procedente del término francés blason (escudo).

Figura que se pinta en el escudo.

Arte de explicar y describir los escudos de armas de cada linaje, ciudad o persona.

La voz blason  significaba sonar el cuerno o la trompeta, instrumento con que hacían señal los caballeros antes de entrar en la liza o en los torneos, para que los heraldos saliesen a examinar las armas, que hacían después blasonar; de este uso y de la voz blaser quedó la de blasón, dando con ella la denominación al arte o ciencia heráldica.

El escudo se caracteriza por su forma geométrica y sus potenciales divisiones, o mesa de espera, en la que están representadas las armas. La mesa de espera es la forma geométrica del escudo.

Escudo de la provincia de Salamanca

(www.es.wikipedia.org)

El escudo español es redondeado en la base con la forma de un arco de medio punto invertido. En el siglo XVIII se introdujo en España el escudo francés moderno, que presenta un cuadrilátero que guarda las proporciones del escudo «en estandarte», pero con los ángulos inferiores redondeados con un cuarto de círculo (una media parte) y la punta está formada por la unión de dos cuartos de círculos de la misma proporción.

En los reinos de España, el rey Alfonso VII de León empezó a sustituir la cruz que se utilizaba en sellos y escudos, por dos castillos y dos leones a cuarteles, aludiendo al nombre de sus dos principales reinos (Castilla y León), conservando las mismas armas todos sus sucesores hasta los Reyes Católicos, que con la unión de las coronas de Aragón a las de Castilla y la nueva conquista del reino de Granada, las aumentaron.

BLEDO:

Palabra procedente del término latino blitum (sin sabor)

Planta, de poco aprecio, que algunos comen cocida.

Cosa insignificante, de poco o ningún valor.

Planta de bledo

(www.curaybienestar.com)

Para la realización del presente artículo se han tenido en cuenta los siguientes documentos:

– AA.VV.: “Diccionario de Lengua Castellana”. Madrid. Real Academia de la Lengua. 1776

– AA.VV.: “Diccionario de Lengua Española”. Madrid. Real Academia de la Lengua. 2014

– BASTÚS Y CARRERA, V.J.: “Diccionario Histórico enciclopédico. Tomo I”. Barcelona

– COROMINAS, J.: “Breve diccionario etimológico de la lengua castellana”. Editorial Gredos. Madrid 1987

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