Tomando un café con… PEDRO HERNÁNDEZ, Director de la Banda Municipal de Música de Villamayor

Los cafés huelen cada vez más el inminente verano, que ya podemos notar en estos días tan calurosos. Y a pesar de los grados, y la desgana que nos aporta este tiempo, una semana más estoy al pie del cañón para acercaros un poquito más a personalidades de nuestra localidad.

Esta semana, que trae de fondo una clave de sol y unas notas, me es difícil quedarme con una sola frase que dé el pistoletazo de salida a la entrevista de hoy, y es que… son tantísimas las citas célebres y preciosas sobre la música, que elegir una no ha sido tarea fácil. Decía Franz Liszt, pianista y compositor austriaco de origen húngaro: «La música es el corazón de la vida. Por ella habla el amor; sin ella no hay bien posible y con ella todo es hermoso». Todas ellas preciosas, pero he decidido quedarme con esta porque creo que engloba todo aquello que Pedro Hernández, nuestro entrevistado de hoy, ha querido contarme.DSCN2424

Oriundo de Zamora, ha dedicado la mayor parte de su vida a la música.  Inició su formación musical en el año 1991, y desde entonces vive entre partituras. Participante en varios certámenes internacionales, y colaborador en diversas bandas de la provincia; es el compositor de dos marchas fúnebres para la Semana Santa zamorana, y de varias piezas para nuestro pueblo. Pero fue en abril de 2008, cuando se convirtió en la cabeza visible de uno de los mejores proyectos con los que cuenta Villamayor: La Banda Municipal de Música.

¿Qué le aporta la música a su vida?

No se puede describir con palabras. Es una sensación y un cúmulo de sentimientos tan grandes…Te aporta ese complemento que muchas veces necesitamos anímicamente en tantas partes de la vida… No sé, es muy difícil concretarlo en una pregunta. Cuando estás muy mal siempre tienes, o música que te ha llevado a reflexionar qué es lo que te ha llevado a estar tan mal; como salir de ahí gracias a ella, o poder transmitir esas sensaciones de ánimo o esperanza a gente que está haciendo música contigo, o tranquilidad, pasión… Son muchas cosas.

¿Cuál ha sido su trayectoria profesional hasta llegar a la Banda de Villamayor?

Profesionalmente empecé en Villamayor muy prontito, porque empecé a trabajar aquí con 18 años. En otras bandas de música he colaborado como profesor de violonchelo, como músico, como director asistente, o como encargado de alguna sección, de algún grupo pequeñito dentro de la banda… Y luego aquí, en Villamayor, es donde empecé a dirigir la banda juvenil, a dar clases de violonchelo, a dirigir la orquesta de cuerda, y luego más tarde a dirigir la banda. 

¿Desde cuándo es director de la banda y cómo asumió ese reto?

Lo afronté con mucho entusiasmo, porque empecé a ser director de la banda en el año 2008. Hasta ahora, desde segundo plano, esa faceta se veía mucho más sencilla quizá. Como instrumentista, cuando he tocado en otras bandas, en otras orquestas profesionales, es un trabajo muy diferente: que te exijan y tú respondas, al que seas tú el que tiene que exigir y responder a la vez. Lo afronté con mucha ilusión y muchas ganas, porque sabía que lo que estaba aquí era un bloque muy joven y con ganas de hacer cosas nuevas, buscar nuevos retos, enfrentarse a nuevas situaciones, ganas de crecer y hacer cosas muy diferentes. 

Realizó una composición musical para la feria de la piedra, háblenos de aquella iniciativa.

En Villamayor he realizado como tres «trabajitos». Primero, se me encargó realizar una pieza para la Feria de la Piedra, por el décimo aniversario. Me pidieron una música ligera para cerrar las fiestas de la Feria de la Piedra, que antes venían grupos de música muy importantes. La pieza tiene un ambiente muy ligero de música celta; además, justo el año que me la encargaron fue el año siguiente que vinieran Celtas Cortos, entonces siguiendo esa trayectoria, es una música dentro de ese entorno. Más adelante, me encargaron que, el himno que tenía compuesto Nicomedes de Castro para la Virgen de los Remedios, hacer una adaptación para poderlo tocar con la banda, que la gente lo cantara y darle una forma estructural y compositiva. Por último, hice un pasodoble porque vi la necesidad de una pieza más seria o más formal para Villamayor, y también un poco con el hilo conductor de la patrona, la piedra y, cómo no, su banda de música.

Además, sabemos que es compositor de dos Marchas Fúnebres para la Semana Santa de Zamora, ¿qué es más difícil dirigir o componer?

No lo sé. En la composición tienes tus tiempos, tú los marcas… En mi caso, además, cuando tengo tiempo libre, que suele ser muy pocas veces… ¿Qué es más difícil? Depende de cómo te encuentres, y las ganas que tengas. En el caso de la composición, dependes tanto de la inspiración para obtener un producto bueno… Siempre lo puedes dejar aparcado y retomar en otro momento, la dirección no. Esta tarde tengo ensayo, y tengo que tenerlo preparado, la obra muy bien construida en mi cabeza para poderla explicar y poderla desarrollar. El trabajo previo, quizá, exige un mayor rendimiento. Otra cosa es si te dedicas exclusivamente a la composición, y me dijeran: «el día 30 tienes que tener una composición», entonces con fecha en el calendario, el trabajo sería diferente. En mi caso, que me lo he tomado con calma y tranquilidad, quizá me haya resultado más fácil componer.

¿Ha compuesto alguna otra pieza destacable?

La verdad es que no, porque componer solo he compuesto cuando me lo han pedido. Alguien que me empuja y me dice que va a haber un concurso de marchas para Salamanca, y me anima. Te da ese pequeño empujón. En el caso de las otras dos marchas para Zamora, yo cargo en esas imágenes y los hermanos de paso me animaron a escribir algo. Lo del pasodoble vino también rodado por la gente del pueblo. Al final una cosa te va llevando a la otra. Aparte de estas cositas, arreglos que han surgido, pero así por mi propia cuenta componer… Es cierto que lo he intentado una vez, pero está la obra aparcada desde hace un año, solo con la idea de qué escenas dibujar musicalmente, y no saco tiempo.

¿Cuál es el recuerdo más bonito que tiene de su carrera profesional?

Es tan diferente… Tengo la suerte que trabajo de muchas cosas dentro de mi carrera. Tengo recuerdos muy bonitos de mis primeros conciertos que di con  un director de orquesta alemán fabuloso, y en el Auditorio Nacional, quieras que no impacta tocar. Cuando eres un chico joven y ves todas las fotos de personas que han pasado por allí  y son recuerdos muy bonitos. Además, tuve la suerte de volver con un violinista francés buenísimo, con la Orquesta que había entonces de la Fundación Caja Duero, tocando ciclos de solistas con la Orquesta de Cámara… Fue, también, sensaciones muy bonitas tocando. Pero también cualquier momento es especial en lo que se refiere a tocar. Aun tocando con la Orquesta de Cámara del Casino de Salamanca, que es con la que habitualmente toco, cualquier concierto cuando ves cuando realmente el público está entregado, que le está gustando, que se deja llevar por la música, disfrutas tanto o más que en el Auditorio Nacional. Al final son pequeños detalles. El primer concierto de un escenario grande, pues marca. Otros a lo mejor, los he dado en otros sitios igual de importantes o más, pero a lo mejor estás inmerso en la rutina o pensando en otras cosas y no disfrutas de ese momento. Además, dirigiendo, un momento especial fue cuando, con la Banda de Villamayor, participamos en el I Certamen en Portugal. Eso fue una primera experiencia, por muchos aspectos, muy gratificante. Fue la primera vez que la banda salió de España, la primera vez que se enfrentó a un concurso…Son recuerdos entrañables.DSCN2427

La Banda Municipal de Música de Villamayor se fundó en 1997 con el fin crear en el pueblo una agrupación musical propia. Diecinueve años después, la agrupación se ha consolidado como una de las bandas de referencia de la provincia, donde unos 60 músicos aportan su granito de arena para crear un producto musical inigualable. Compañerismo, ilusión y sacrificio, asegura, son los tres pilares sobre los que se sustenta la banda, que la define como una gran familia.

¿Qué es la Banda Municipal de Música de Villamayor?

Una gran banda. Es un lugar donde se encuentra gente de diversos tipos, de diversas edades… Tenemos a un hombre con 84 años, y a otro con 10 años. Es una mezcla explosiva. Tenemos agricultores, tenemos catedráticos de universidad… ¿Qué es lo mejor de todo? Que les une el amor por la música. Es una gran familia, al fin y al cabo, porque surgen problemas como en todas las casas; convivimos muchas horas; cuando viajamos, discutimos como las mejores parejas… Es una mezcla de todo lo que te puedes imaginar en la vida. Es un lugar donde puedes reír, donde puedes llorar, donde puedes enfadarte, donde puedes vivir los mejores momentos de tu vida… Una banda, realmente es esto. Todo lo que te puedas imaginar en la vida, lo puedes vivir en la banda. Desde gente que consigue sus mejores amigos a través de la música, hasta los peores enemigos; y sin embargo, gracias a la música se unen. Es de las pocas facetas en las que sí o sí, todos tenemos que estar conectados de una u otra forma. Eso en la banda se consigue, ¿cómo? yo creo que es un milagro. Un milagro de la música es que gente tan diferente, se pueda sintonizar de esa manera.

¿Qué es a lo que se dedica la banda: ensayos, rutina…? 

Nuestra rutina se resume en dos ensayos a la semana; pero claro, también depende. Cuando vienen fechas con muchos conciertos o si preparamos certámenes o concursos, esa actividad se intensifica. Además de estos dos ensayos, hay ensayos por las tardes por grupos más pequeños, ensayos individuales de los que necesitan más trabajo, que su experiencia musical sea más limitada o técnicamente tenga más dificultades. Ese es el trabajo base. ¿Qué es lo bueno? Que además de eso tenemos actividades lúdicas. Celebramos Santa Cecilia por todo lo alto, como Patrona de la Música: juegos, gymkanas, fiestas de todo tipo, concursos de tortillas y tartas… cualquier cosa que se nos ocurra; celebramos encuentros con otras bandas que recibimos, y convivimos con ellos el fin de semana: le enseñamos Villamayor, el origen de Salamanca… También tenemos la suerte de viajar a su localidad y disfrutar de ese entorno, poder viajar juntos y vivir todo tipo de experiencias en los viajes. O sea que la rutina, al final, es el trabajo, semana a semana; pero tenemos la suerte de que ese trabajo podemos mostrarlo al público y que el público en Villamayor nos quiere mucho.

¿Cuántos miembros componen la banda y qué instrumentos tocan?

La banda, actualmente, tiene en torno a 60 músicos. Tenemos clarinetes, flautas, oboes, saxofones (altos, tenores y barítonos), trompetas, trompas, trombones, bombardinos, contrabajos, violonchelos y percusión. Además, en ocasiones, fagots; depende de si un chaval se anima a venir. Hay que tener en cuenta que hay gente que este tipo de actividades supone un esfuerzo extra, y no todo el mundo está dispuesto a sacrificar el poco tiempo libre que queda. 

Como director, ¿qué destacaría de la Banda de Música de forma positiva?

El respeto que todos se tienen y su generosidad. Generosidad en cuanto a lo que te contaba que son capaces de sacrificar su tiempo. Hay que tener en cuenta que va por temporadas. Cuando entran en la adolescencia, dejar a los amigos de lado por un ensayo, duele, y no todos son capaces. Además, la ilusión porque al fin y al cabo, es la ilusión de cada vez hacerlo mejor y dar lo mejor de ti mismo en beneficio de los demás. El compañerismo quizá sea el trabajo más fuerte que hay que conseguir. Que la gente sepa que hay que sacrificarse no por él, sino por los compañeros, porque si tú faltas a un ensayo no te perjudicas a ti, sino al de al lado.

La Banda de Villamayor está muy vinculada con la Semana Santa, ¿Cuál es la rutina de la banda por esa época? ¿Tienen muchos compromisos?

Tampoco hemos querido nunca tener excesivos compromisos, porque también somos realistas de que si quieres dar lo mejor de la banda, en Semana Santa, como mucho tienes que hacer una procesión al día. No somos de esos locos que se atreven a hacer dos o tres procesiones, porque físicamente es muy duro y no todo el mundo puede soportarlo. En nuestro caso, la mayoría son chavales muy jóvenes y es muy arriesgado comprometerse con hacer dos procesiones seguidas o el mismo día. Solemos hacer una por día. Es un esfuerzo muy grande el que se tiene que hacer, porque sacrificar tus vacaciones de Semana Santa para pasar frío o dormir poco, es ahí donde se ve el sacrificio que todos hacen por el bien común de su música, su banda y sus amigos; y esforzarse todos por una causa.

De cara al verano, ¿la banda tiene vacaciones o tienen algo programado?

En julio solemos tener mucho trabajo. Es cuando solemos salir a los pueblos de alrededor, o a hacer intercambios con otras bandas, o preparar concursos. Es donde se intensifica la labor. Últimamente cuesta, cada vez más, hacer el croquis de encajar las vacaciones de padres con las actividades de los hijos. Colaboramos también con proyectos de La Gaceta de «Así somos en mi pueblo» y cosas de este tipo; y la Banda de Villamayor es uno de los premios más laureados que obtiene la localidad. Entonces, la localidad que resulte ganadora ese año tiene un concierto de la Banda de Villamayor. También tenemos actividades obligadas como «Noches de Verano», actividades en festivales y demás…

DSCN2428Pregonero de las Fiestas Patronales de la Virgen de los Remedios en el año 2015, y acompañado por su banda en esa gran responsabilidad. Vinculado, también, con la Escuela Municipal de Música, donde se enseña desde pequeños a educar el oído y apreciar la música. Satisfecho con el municipio de Villamayor, aunque crítico con el trasfondo social en cuanto al tema de la cultura en los tiempos que corren. Lo que no cabe duda es que la música aporta a su vida algo que no puede explicar con palabras.

En cuanto a la Escuela Municipal de Música, ¿quiénes pueden formar parte de ella?

Cualquier persona, independientemente de la edad, condición y estado civil. La única diferenciación que se hace en la Escuela Municipal de Villamayor es los empadronados, que están subvencionados por el Ayuntamiento, y pagan menos cuota. Por lo demás, cualquier persona que ame la música y tenga ganas pueden formar parte de ella.

¿Qué es lo que hacen los alumnos en la escuela de música?

Desde pequeñitos empiezan a interiorizar los parámetros del sonido; empezamos a trabajar la sensorialidad de la música; trabajamos los distintos timbres, desde juguetes cuando son muy pequeños, hasta los distintos timbres de campanas; todo ese tipo de cosas se potencian mucho para distinguir auditivamente. Tenemos todo tipo de trabajos para estos niños tan pequeños. Poco a poco eso se va germinando y creciendo, dentro de cada niño, y llega un momento en que empiezan a abordar el aprendizaje de un instrumento, y es ahí donde ya empiezan a surgir los debates de los niños y sus sacrificios. Los que siguen adelantes se ven motivados por querer tocar en la banda o en la orquesta, y muchos por la tradición que hayan visto en sus familiares, quieren llevar esa trayectoria. Y por otro lado, están esas personas que toda la vida añoraron el poder hacer música, y cuando por fin se jubilan, o se asientan en una ciudad a trabajar, pueden realizar ese sueño.

¿Cómo valoraría la relación del municipio con la Banda Municipal?

Lo valoraría bastante bien, aunque tampoco es 100%. Tenemos un pequeño sector radical, y otro sector que lo ve desde lejos, y no valora realmente. ¿Cuál es el problema realmente? Yo lo veo en la educación, que es un problema a nivel estatal. La educación de los pueblos se ve en el valor que se da a la cultura, y por desgracia, de unos años para acá, cada vez se valora menos la cultura. Además, las decisiones del gobierno central tampoco nos han ayudado: las subidas de IVA del 21%, los recortes que ha habido en cultura que han sido brutales… Tenemos la suerte que tenemos Salamanca, aquí al lado, Ciudad de la Cultura y Saberes, y es la primera que más ha recortado, y la que menos ha apoyado a los grupos locales. Todo esto encierra un trasfondo social que es difícil luchar contra él desde una banda de música. Aun así nuestra labor la hacemos con muchos conciertos en la calle, incluso en verano ensayamos al aire libre y mucha gente del pueblo se para a vernos, al fin y al cabo, la música atrae a las masas y une a la gente. La pena es que los que deciden, no deciden apoyarlo más, y ver que realmente es algo que une. Hay tanto trasfondo social que no sé muy bien. Todo eso a menor escala, en Villamayor, también se ve. Al final cada uno tira para lo suyo y no se busca un bien común. Tenemos la suerte de ser estandarte cultural en Villamayor, y llevar el nombre de Villamayor a muchos sitios de España y fuera. Como proyectos y castillos en el aire, la Banda de Música tiene muchísimos, que no se pueden llevar adelante porque falta ese apoyo social. De una forma u otra, la banda cada vez tendrá más fuerza y apoyo gracias al esfuerzo de todos nosotros.

Algo que le gustaría añadir a esta entrevista.

Únicamente añadir que todo el que quiera, ya sabe dónde está la Banda de Música y la Escuela de Música para poder disfrutar de un arte y hacer algo más que amigos.

No cabe duda que la Banda Municipal de Música de Villamayor es un proyecto muy bonito en el que diferentes personas aúnan esfuerzos por su amor por la música. Que algo así se lleve a cabo en nuestro pueblo es algo de lo que debemos sentirnos orgullosos, no solo por todos los beneficios que trae consigo para el mismo, sino de que sea aquí donde se promueve el amor por la cultura, el arte, y donde poder formar, como decía Pedro, una gran familia.DSCN2429

Pedro Hernández ha sido otra de esas personas totalmente desconocidas para mí, pero que me ha dejado muy buenas sensaciones. Su amor y pasión por la música, me ha hecho dar cuenta de lo importante que es esta en nuestras vidas, y todo lo que nos aporta como personas. Además, de valorar toda su carrera y apreciar los grandes esfuerzos y sacrificios que ha tenido que hacer para llegar a donde ha llegado. Pedro es la cabeza visible de algo que, de una forma u otra, nos pertenece. Es por ello que solo puedo decir: gracias.

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