Tomando un café con… MIGUEL ÁNGEL ÁVILA, Alcalde de Mozodiel

Ya han pasado tres meses completos desde que empezó este 2017 que corre que se las pela. Y parece que fue ayer… Abril trae consigo no solo sus aguas mil, sino mil historias nuevas que contar con su vaivén climático que tanto nos vuelve locos, y nos lleva de acá para allá. Porque a veces, hay que lanzarse a la aventura…Y para aventura la de nuestro entrevistado de hoy: Ingeniero Agrónomo, Gestor de I+D, Máster en temas médicos y desarrollo de fármacos, alcalde de una entidad local menor, pero sobre todo, aventurero. ¿Alguien da más?

Decía Nelson Mochilero, escritor de viajes, explorador y documentalista: Piérdete en el mundo y encuéntrate contigo mismo.” Hablar de aventura es hablar de Miguel Ángel Ávila, un joven que ha vivido parte de su vida en las nubes, literalmente, pero que día a día representa al ayuntamiento del pueblo que le vio nacer: Mozodiel de Sanchíñigo, localidad menor de Villamayor.DSC_1293

Este salmantino, apasionado de la aventura y el riesgo, ha realizado numerosas expediciones en los picos más altos del mundo; pero a su vez, es un vecino más de Mozodiel, que trabaja de lunes a viernes en el ámbito de la medicina. El contraste es evidente, pero Miguel Ángel sabe adaptarse a cualquiera de las facetas que deba asumir.

Mozodiel de Sanchiñigo es una localidad de 34 vecinos y una entidad local menor perteneciente al municipio de Villamayor, situado a 2 kilómetros y medio del mismo. Conozcamos un poquito más Mozodiel y a su alcalde…

Háblenos de Mozodiel: cuántos habitantes tiene, cómo está estructurado, qué podemos encontrar allí…

Mozodiel es una entidad local menor de 34 vecinos. Ahora ya sí que es estable la población entre invierno y verano. En verano puede que estemos 40 y pico y en invierno, 32 aproximadamente. Somos una entidad local menor, que no es una pedanía, que muchas veces esto se confunde. Una entidad local menor lo que significa es que somos como un mini ayuntamiento: tenemos nuestros propios presupuestos, tiene su propio alcalde que le votan directamente, decidimos sobre nuestro futuro y sobre nuestra forma de gestionarnos y de decidir sobre las cosas, las inversiones que queremos hacer… El día a día lo gobernamos nosotros. Las decisiones más estructurales, tipo urbanismo y demás, sí que dependen de Villamayor: se tiene que llegar a un acuerdo o se deciden conjuntamente. En cuanto a Mozodiel, es un remanso de paz a 7 kilómetros de Salamanca. Es algo que llama mucho la atención, estamos al lado de Salamanca y es como El Rocío del norte. No están las calles asfaltadas; está aquello en paz, tranquilidad y armonía; y a 7 kilómetros de Salamanca, al lado de un pueblo como Villamayor de 8 mil habitantes. O sea, en un pueblo de 8 mil habitantes hay un remanso de paz de 34.

¿Cuál es la relación o el vínculo de Mozodiel con Villamayor?

La relación de Mozodiel con Villamayor es de una absoluta complicidad y un futuro compartido. Esto ha ido aumentado en los últimos 10 o 15 años hasta ahora. Antes Villamayor también era un pueblo más pueblo, y ahora, desde que ha empezado a crecer estamos más vinculados. El médico que le corresponde a Mozodiel es el de Villamayor, el código postal es el de Villamayor, los niños van al colegio a Villamayor, para llegar a Salamanca cruzamos Villamayor, para venir a la compra venimos a Villamayor, al autobús siempre el de Villamayor, todo esto siempre. Cada vez Villamayor ha tenido más servicios y Mozodiel estaba más integrado en este municipio porque estamos a 2 kilómetros y medio, en línea recta y por carretera. La relación con Villamayor, por tanto, es de absoluto hermanamiento, y ahora encima, estamos incluidos en Villamayor. Algo que era oficioso, ahora ya es oficial. La relación con Villamayor se ha consolidado y se ha realizado el matrimonio oficial, entonces hemos anexionado Mozodiel y su término, que es un tercio de lo que representa el término de Villamayor (que no es poco). Villamayor ha crecido un tercio de término gracias a Mozodiel, incluyéndolo en su municipio.

¿Cuál es el papel de un alcalde de una entidad menor?

Es un papel muy similar al papel de un alcalde de otro pueblo como puede ser el de Pino de Tormes o el de Florida, pueblos de 100 o 200 habitantes. Tenemos que resolver y gobernar las gestiones de Mozodiel, de su día a día. Igual que el alcalde de aquí, por ejemplo, pero con muchísimos menos problemas a escala. Las gestiones durante estos años han sido brutales. El hecho de gestionar la anexión a Villamayor y la separación con Castellanos, han sido unas gestiones muy intensas y agotadoras. Al ser un pueblo tan pequeño, además, tiene unas particularidades: allí nos ponemos de acuerdo entre todos. Cuando me encuentran por la calle me dicen: “Oye, alcalde, que tenemos que hacer no sé qué” y digo “Venga, pues espérate a ver si dentro de un mes lo movemos”. Es un pueblo campechano.

DSC_1296Fue la semana pasada cuando Miguel Ángel Ávila, junto al alcalde de Villamayor, presentaron el Nuevo Club de Montaña con el fin de que los vecinos que lo deseen puedan disfrutar de salidas en familia. Nuestro entrevistado considera que la montaña tiene que ser accesible y cercana a los vecinos de zonas rurales. En la primera salida que organiza el nuevo club, que será el 8 de abril, se recorrerá la Ruta de las Cascadas Nogaledas en Navaconcejo y Cerezos en flor Valle del Jerte. Con salida desde la localidad cacereña de Navaconcejo. Se trata de un recorrido de unos seis kilómetros a realizar en dos horas aproximadamente.

Esta pasada semana usted junto al alcalde de nuestro municipio han presentado  la Primera salida Villamayor del Club de Montaña “La Armuña”, ¿por qué  se ha creado?

Se ha creado para intentar incentivar y movilizar a la gente de la zona para hacer actividades de montaña y senderismo. Es lógico que a la gente que le gusta el campo, se hagan rutas de montaña y paradójicamente, donde ahora se hacen más rutas de temas de montaña es en la ciudad; sin embargo, en el campo no hay clubs de montaña. Entonces, viendo esta paradoja pensamos que era conveniente montar un club que se llame encima de La Armuña, un club rural, de montaña para la gente rural que quiere apuntarse y hacer salidas al monte. La idea es incentivar a la gente para que haga cosillas en el campo.

¿Por qué han elegido el Valle de Jerte en la primera salida?

Porque ahora mismo la época es propicia: están los almendros en flor, hay bastante agua del deshielo, es una zona que hay siete cascadas y es la mejor época para verlas, es una ruta muy corta… Mi idea al principio era que la primera ruta fuera Salamanca o en la provincia, pero esta es muy vistosa y llamativa. Como queríamos que la primera la gente se quedara con ganas de más al ver algo espectacular, fácil y en el momento justo, hemos decidido esta porque reunía más los requisitos.

DSC_1300Lleva la aventura tatuada en el corazón y ningún reto se le resiste. Tras alcanzar las cimas más altas de África y Europa, el Kilimanjaro y el Elbrus, de 5.892 y 5.600 metros respectivamente, ascendió las pasadas Navidades al pico más alto de América, acompañado por un grupo de jóvenes con síndrome de Down y un discapacitado visual. Él mismo quiso colaborar con la Asociación Montes Solidarios, una agrupación sin ánimo de lucro cuyo objetivo es acercar la montaña y los deportes a las personas con discapacidad como una forma de inclusión.

Sabemos que le entusiasma la aventura ¿Qué faceta le gusta más? ¿La del Miguel Ángel alcalde o la del Miguel Ángel aventurero?

Sin ninguna duda, la del Miguel Ángel aventurero. Lo de alcalde es circunstancial, y aventurero es como yo soy. La alcaldía es circunstancial y porque ahora estoy en ello, pero aventurero era antes de ser alcalde y seré después de ser alcalde. Mi afición por la aventura es un poco innata, quizá al nacer en un pueblo tan pequeño, estás más conectado con lo salvaje (risas).

Esta Navidad escaló picos de más de 6.000 metros en Chile. ¿Qué recuerdos tiene de aquella hazaña?

De cada expedición tengo un recuerdo que al final es el que engloba esa expedición. De esta, todas las montañas las subí con un compañero, pero mi ritmo era un poquillo más fuerte y subí solo las dos. La sensación de subir completamente solo las dos montañas durante ocho, nueve o diez horas, y sentirme contento, agusto, bien y con la situación controlada, eso me produjo una alegría especial, porque en las anteriores siempre he sufrido, pero esta vez era un sufrimiento más controlado. Entonces, la sensación era que me he sentido cómodo. En esta expedición me he sentido más maduro en estas cosas tan raras de subir montañas de 6.000 metros.

¿Qué fue lo más bonito de esta aventura?

¿Lo más bonito de esta aventura? Normalmente no resumo las aventuras en momentos o en conceptos en concreto, sino que las analizo de forma más general, y no solo la expedición, sino el antes y el después. Lo que quizá me llevo de recuerdo especial, había un chiquillo en uno de los refugios, que era el hijo del guía boliviano que iba con nosotros, y me hizo mucha gracia porque le pregunté que qué música le gustaba y me dijo una canción, y le dije que cómo una canción, y me dijo que sí, y le  pregunté “¿o sea que te gusta tal grupo?”, creo que era Linkin Park, y el pobre me dice: “¿Cómo Linkin Park?”. El pobre no sabía que era Linkin Park y solo tenía una canción en el móvil que era la que escuchaba siempre. Me pidió música y cuando bajé al pueblo, le mandé un pendrive que le compré, con música toda para él. A veces de estas aventuras te llevas recuerdos que no son de la propia montaña, sino que son anécdotas. Por otro lado, el trekking que hice por las Torres del Paine,  estuve charlando con dos americanos una noche entera y contándonos aventuras simpáticas, vivir la Nochevieja en el Desierto de Atacama, que sacan a las puertas una especie de espantapájaros y los queman como para pasar de lo viejo a lo nuevo, eso me pareció también espectacular. Me quedo con esas cosillas.

¿Y lo más duro?

Del coche que llevábamos, la parte de atrás, con tanto  bache, salió volando a 70km del pueblo más cercano. Tuvo que ir mi compañero, montarse en el maletero, coger lo que había salido volando y agarrarlo durante 80km por baches a 120km/h para devolver el coche con eso, al menos. Eso fue un susto.

Otro fue que, en una de las montañas que iba subiendo solo, yo más o menos calculaba un ahora de ventaja sobre mi compañero. Me senté a esperarles porque era una zona rocosa que perdieron la visibilidad conmigo para que supieran que estaba bien y yo también saber cómo estaban ellos. Estuve esperando una hora y media y no llegaban, entonces no sabía si les había pasado algo o si se habían dado la vuelta. Ese momento también fue de mucha tensión, y esto a 6.000 metros te toca bastante, se te pone el corazón a 200.

DSC_1294El ascenso al Aconcagua ha sido el reto más duro al que se ha enfrentado hasta ahora Miguel Ángel Ávila y, al conseguir llegar a la cumbre, se ha convertido en el primer salmantino en ascender tres cimas de las siete más altas de cada continente. Constancia, trabajo y empeño son los tres factores imprescindibles que le llevan al éxito en cada una de sus aventuras. Experiencias, anécdotas, buenos y malos momentos. Eso es lo que se lleva nuestro entrevistado de todas y cada una de las expediciones que ha podido vivir.

¿Cómo se entrena para lograr con éxito de estas aventuras?

Fundamentalmente, subiendo muchas montañas. Me organizo a lo largo del año y siempre hago bastante montaña. Cuando se acerca la época de estos retos, me graduo de forma distinta. Más o menos, cada mes asciendo unos 8 mil o 10 mil metros positivos y cuando se acerca esto, tres meses antes, en vez de 8 mil, asciendo 15 mil metros, el mes siguiente, 10 mil, y el último, bajo a 5 mil para mantenimiento. A lo largo del año me hago unos 1.500 kilómetros por montañas y unos 100 mil metros positivos.

Usted ha logrado hacer la cumbre del Kilimanjaro en el continente africano, ¿qué nos puede contar sobre esto?

Esa fue espectacular. La hice con un grupo de amigos vascos. Era mi primera montaña más potente, y además, la envuelve un halo especial porque estás en África y las vistas son impresionantes. Desde el primer día, duermes más o menos a la altura de las nubes; el segundo, duermes mil metros por encima de un mar de nubes; el tercero, duermes dos mil metros por encima del mar de nubes. Es como que estás en el cielo, literalmente. Luego haces cima. El último día llegas a las 7 y media al campamento, meriendas y te dicen “dentro de una hora cenamos, tenéis para dormir una hora, y dentro de dos horas nos despertamos, desayunamos y nos vamos a la siguiente etapa”. Te despiertas a las 11 y media de la noche, empiezas la etapa a las 12 y terminas ese día a las 7 de la tarde. Es una paliza bastante importante. Esa montaña bajé corriendo desde la cima hasta el campamento. Bajar corriendo fue una sensación muy chula porque claro, todo el mundo bajaba descompuesto y yo me sentía fuerte y bajé corriendo. Me gustó mucho y fue una sensación muy chula. Y alrededor de todo esto ves jirafas, ves elefantes y toda esa gente de por allá.

También ha realizado la subida al pico europeo del Elbrus, deléitenos con esta experiencia.

Esta la subí con un muy buen amigo, David López, y nos juntamos para subir la montaña. Es una montaña muy fría con glaciares, con grietas y con unas peculiaridades. Fuimos él y yo solos a pelo, teníamos solo un guía para cima y el resto, solos. Pero bueno, lo conjuntamos muy bien. Estuvimos al límite de tener que rechazarlo porque hacía muy mal tiempo hasta que tres días antes murieron tres polacos congelados en la ascensión. Después de que murieron los polacos no subió nadie durante dos días, y nosotros subimos el tercer día que empezó a subir gente. Subiríamos ese día 15 personas seguramente. Nos sentíamos muy bien, él estaba muy bien físicamente, yo también y empezaríamos en el puesto 20 de todos los que empezaron a hacer cima, y llegamos terceros o cuartos. Una sensación muy buen y las vistas muy chulas, pero como había riesgo de que iba a hacer mal tiempo, estuvimos en la cima 4 minutos.

¿Qué retos tiene para el año 2017 y 2018?

Para este año, si todo va bien hay varios retos. Tenemos pensado la ascensión del Chimborazo, que es la montaña más alta en Ecuador, del mundo, desde el centro de la tierra a la cima, que son 6.300 metros, pero como la tierra es ovalada, en realidad al centro de la tierra, es más alto que el Everest. Es más distancia. Teníamos pensado hacer esto, pero depende un poco de como vayan las cosas y a ver qué pasa.

Luchador, constante, trabajador, pero sobre todo aventurero. Así defino a Miguel Ángel después de haber podido charlar un poquito con él. Un chico joven que ha sido capaz de asumir la alcaldía de su pueblo, un pequeño remanso de paz, como él mismo lo define, donde viven 34 vecinos a los que él encabeza con orgullo y digDSC_1302nidad. Un pequeño rinconcito del mundo, muy pegado a Villamayor, que, en cierto modo, es ya parte de nosotros. Pero sin duda, como él mismo dice, yo también me quedo con el Miguel Ángel aventurero, ese que te cuenta mil y una historias, sin saber que a través de sus ojos transmite más que con sus palabras. Que en ese brillo se ve la satisfacción y gozo de conseguir retos que, en su día, parecían inalcanzables. Porque Miguel Ángel ha sido como un avión que ha “volado” por encima de las nubes. Él ya ha llegado a lo más alto. Literalmente.

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