Tomando un café con… Los Hermanos Zarzoso, Canteros.

No hay nada que más me gusten que los homenajes. Hacer una demostración pública de admiración y respeto hacia una persona; y normalmente una persona que, por diferentes motivos, ha dejado huella en nuestras vidas. La entrevista de hoy no es una entrevista cualquiera. Quizá queríamos hacer esta entrevista con motivo de la Feria de la Piedra que se celebra esta semana en nuestra localidad. Pero si verdaderamente queríamos hablar de nuestra piedra y nuestras canteras no hay mejor forma de hacerlo que hablando de quienes construyeron este oficio.

Hay una frase que siempre meDSC_0045 ha gustado mucho de la cual desconozco su autoría que dice: “Solo muere quien es olvidado”. Creo que no hay cita que diga más verdad que esta, y hoy, en esta entrevista la llevo como lema. La Familia Zarzoso es muy conocida en nuestro municipio, todos los hermanos, por uno u otro motivo han dejado huella en él. Pero si por algo es conocida esta familia es por su patriarca Hipólito Zarzoso, Poli para aquellos que tuvimos la suerte de conocerle.

Vicente y José Luis Zarzoso, hermanos y socios. Ambos han seguido la tradición familiar de la cantería, un legado que les dejó su padre y han sabido llevar muy bien.

Para aquellos que no estén familiarizados con las canteras de Villamayor, ¿Quiénes son los Hermanos Zarzoso y desde cuando llevan dedicándose a la extracción de piedra de Villamayor? Háblennos de sus orígenes.

Los hermanos Zarzoso son conocidos entre mucha gente, sobre todo por aquellos que son del pueblo de siempre, porque nosotros somos de aquí. Nosotros seguimos con la tradición de mi padre de extraer la piedra de Villamayor. Llevamos cuatro décadas dedicándonos a este negocio. Viene de familia: nuestros abuelos ya trabajaban en la cantera y ha ido sucediéndose generación tras generación.

¿Cómo ha evolucionado su trabajo con el paso del tiempo?

Lo que más ha evolucionado en estos términos es la maquinaria. Lo demás, lo que es la cantería sigue siendo lo mismo. Eso no ha cambiado ni cambiará; pero en maquinaria sí que lo hemos notado: hay maquinas muy modernas que agilizan el trabajo.

¿Cómo ha afectado la crisis en la construcción a la Piedra de Villamayor?

Ha afectado en la misma medida que a todas las empresas. La cantería es un derivado de la construcción, entonces, si la construcción no funciona, la cantería tampoco. Si no hay trabajo, no hay donde poner la piedra, entonces es un material específico y si no hay construcción, no se pone la piedra. Siempre está el particular que tiene el capricho; pero en general, te afecta por eso, porque afecta a la construcción en general. Mira, un detalle, ¿por qué no hacemos ahora escudos como antes? Tú antes a una persona le hacías un chalé y te pedía el escudo o un botón charro. Ahora resulta que no haces chalés, así que no haces escudos ni botones charros. Es la pescadilla que se muerde la cola.

En nuestro caso, como todas las empresas, hay que ajustarse el cinturón y reducir gastos. Hemos pasado de tener 10 o 12 personas a quedarnos nosotros solos. Ahora no mueves nada, es el momento que nos toca vivir.DSC_0049

La crisis de la construcción ha mermado el empleo de la piedra en todos los trabajos. El sector, afirman, está muy debilitado y necesita un impulso, así como la confianza de los arquitectos en nuestra arenisca. Aun así, agradecen el hecho de haber podido mantenerse, y poder seguir dedicándose a este oficio familiar que ha ido sucediéndose de generación en generación. Los Hermanos Zarzoso han “mamado” la Piedra de Villamayor.

¿Se puede decir que escasea la Piedra de Villamayor? ¿Se acabará?

No, no escasea. Lo único que ahora dura más por el momento que estamos viviendo, porque se consume menos. El consumo ha bajado muchísimo, precisamente por eso no se acaba, porque no estamos sacando lo que se debería sacar.

¿Se sienten representados por la Asociación de Canteros existente en Villamayor?

Nosotros estamos fuera de la asociación. Estamos intentando entrar y estamos actualmente en este tema. Nos han abierto las puertas para entrar porque da la casualidad de que los únicos que estamos trabajando, y somos los que estamos fuera, y de la asociación, no está trabajando ninguno. Fíjate, que contrariedad. Nosotros fuera de la asociación y trabajando, y de ellos no trabaja ninguno. Estamos intentando entrar ahí porque alguien tiene que trabajar la piedra de Villamayor.

En su opinión, ¿Qué habría que hacer para reactivar el uso de la Piedra de Villamayor en la construcción? ¿Sería necesario tomar medidas para que la rehabilitación de edificios construidos con Piedra de Villamayor no se haga con piedras de otras regiones?

No lo sé. En este momento lo que hace falta es que se animen los constructores y adquieran confianza otra vez. Va todo derivado de la construcción. Yo creo que si se activa la construcción, la piedra también se activará. Es lo que hemos hablado antes. No sirve hacer ferias ni promoverla a nivel Villamayor, por ejemplo. Hay un montón de constructores que se han quedado en el anonimato esperando a ver qué pasa. Hasta que no cambie esto, nadie hace nada. Nosotros estamos pendientes de ellos, en el momento en que ellos se animen, esto vuelve a reactivarse; pero como ellos no hagan nada, todo l o de la piedra está parado.

La Feria de la PieDSC_0057dra es ya un evento obligado en nuestra localidad. La cita de este año, que discurrirá del 19  al 26 de mayo, pretende conmemorar la belleza, el encanto, y sobre todo lo que supone  esta piedra para Salamanca, para su conjunto histórico y lo que aún puede suponer en el futuro si este recurso se valora como se merece. Diecisiete años rindiendo homenaje a la Piedra de Villamayor, y diecisiete años en los que los Hermanos Zarzoso han colaborado con esta causa, porque para ellos promocionar la piedra es sinónimo de progreso.

¿Qué opinión les merece las ultimas ferias de la Piedra celebradas?

La opinión es buena. Las ferias siempre son buenas y siempre han aportado algo positivo. Todo lo que sea promoción ahí está, pero a nosotros nos interesarían más otros niveles. Por ejemplo, promoción a nivel nacional, no a nivel local, porque a nivel local ya se nos conoce. Cada dos años hay una feria a nivel mundial en Madrid, donde puedes exponer. Se llama ExpoPiedra.  A nosotros nos interesaría que el Ayuntamiento de Villamayor nos dijera: vamos a promocionarnos todos, Villamayor como pueblo y la piedra como elemento único. Pero eso no está sucediendo y es una de las cosas que siempre tenemos en mente. La promoción aquí la tenemos porque nos conocen, conocen cómo trabajamos y conocen el apellido Zarzoso. Es un apellido que, no por nosotros sino por nuestro padre, tiene mucho peso. Por ese motivo, nos gustaría a nivel nacional decirle al Ayuntamiento poner un stand a medias. Llevaríamos el nombre de Villamayor a donde hiciera falta. Las Ferias de la Piedra de aquí es un compromiso que tomamos con el Ayuntamiento de Villamayor, porque no podemos dejarles tirados. Pero en general, la opinión es muy positiva.

El Ayuntamiento como organizador, ¿cuenta con ustedes a la hora de preparar las actividades y exposiciones a realizar?

El Ayuntamiento siempre ha contado con nosotros. Este y todos los que han estado anteriormente. Nosotros hemos sido los pioneros en el tema de las Ferias. Hemos colaborado con todo lo que nos piden: si hay que preparar piedra para los muchachos, si hay que hacer certámenes de escultura, si hay que exponer trabajos… Todo lo que sea promocionar la piedra, ahí estamos.

¿Ven diferencias entre las primeras ferias con las actuales? ¿Sería necesario reinventarla?

Ha cambiado mucho, pero seguimos diciendo que es a consecuencia de la crisis. Las Ferias de hace 10 años aquí era la novedad: había más expositores, se exponían más trabajos, exponían compañeros nuestros… Hoy no hay nadie. Hemos notado una ligera disminución de los volúmenes de todo, tanto expositores como públicos. Empresas ahora mismo no hay, y los escultores internacionales le daban mucho ambiente a esa semana. No es que anteriores legislaturas lo hayan hecho mejor, lo hacen igual. Lo que pasa que hace 10 años era otra cosa, la Feria de la Piedra estaba en auge porque estaba empezando y no había crisis, entonces venia mucha gente de fuera, era muy importante. Ahora está el tema muy parado.

No sabemos qué habría que hacer para que esto cogiera otro rumbo. A la falta de empresas de cantería, esto va unido a la feria. Si no hay empresas, no hay feria y esta queda muy escasa. Gracias a Dios, nosotros como colaboradores siempre hemos echado una mano al AyuntamDSC_0054iento, siempre.

Hipólito Zarzoso, Poli para los amigos, padre de cinco hijos, esposo y cantero. Esa fue la vida de este entrañable hombre de raíces armuñesas. Dedicado toda su vida a la cantera, Poli le inculcó a sus hijos los valores de la piedra: calidad y buen hacer. El resto vendría solo. Tras su jubilación, montado siempre en su inseparable bicicleta, Poli ya es en una de las leyendas de Villamayor.

Poli, su padre, era conocido por todos los vecinos de Villamayor. Todos le recordamos como un personaje emblemático de nuestro pueblo, ¿Qué me pueden contar de él?

Mi padre era un hombre dedicado a su trabajo: de casa a la cantera, y de la cantera a casa. No es como nosotros que los domingos tenemos nuestras aficiones, pero antiguamente era trabajar, trabajar y trabajar. Mi padre le enseñó el oficio de cantero a todos los que vinieron después. Nosotros fuimos los que dimos el paso en tema de maquinaria, nos preocupamos de ir a ferias y ver qué podíamos hacer para que esto funcionara.

Háblennos de su padre. ¿Qué destacarían de él como cantero?

Como cantero era el número uno, así de sencillo. El don que tenía en la cantera, no lo va a tener nadie más. Esto es como el fútbol, si tú me dices ¿quién es el número uno? Yo te digo: para mí es Messi, a lo mejor, para otra persona es Cristiano Ronaldo. A nivel de Villamayor, si lo equiparamos con el futbol, una persona que no conoce el pueblo preguntaría: ¿quién es el mejor cantero? Todo el mundo coincido en lo mismo: Poli. Hipólito Zarzoso ha sido el número uno y no hay más. Yo cuando hablo de mi padre me hacen los ojos chiribitas, pero es que era el número uno y tenía un don que no lo tenemos nosotros.

¿Qué nos pueden contar de cómo fueron sus inicios?

Lo que es el oficio de cantero es muy diferente. Estaba muy limitado de maquinaria, no tenían, era todo manual. Eso tenía mucho más mérito. Nuestro padre estaba muy limitado, lo hacían todo con las dotes y su inteligencia. Los canteros de antes eran más inteligentes que nosotros, no tenían medios, tenían que agudizar su ingenio, pero lo hacían. Sin medios, pero lo conseguía.

 ¿De qué edificios en cuya construcción participó se sentía más orgulloso?

Lo último que hizo mi padre fue el edificio de Correos, que es un edificio emblemático en la Gran Vía. También participó en la Iglesia del Arrabal, fue una de las obras en la que el comentaba que cuando acabó ese trabajo, se compró una moto que era algo que no tenía nadie en aquella época. También la Basílica de Alba que yo creo que es lo último que hizo de nosotros. Hizo obras muy importantes.

¿Cómo ven el futuro de la Piedra de Villamayor?

El futuro lo veo prometedor, pero no mirando atrás. Cuando digo no mirando atrás es no haciendo lo que se ha hecho, que se han hecho muchas cosas mal. No vamos a decir ahora lo que se ha hecho mal, pero han sido muchas cosas. El futuro de la piedra si lo sigue gente con un poco de cabeza y trabajando con calidad y con cabeza, cosa que mi padre nos inculcó, puede ser bueno. Él nos inculcó el trabajar bien, con calidad y por eso estamos funcionando, gracias a mi padre. El futuro de la piedra lo veo positivo si se hacen las cosas bien, si se siguen haciendo las cosas mal, malo.

El futuro hay que verlo positivo. La crisis tiene que cambiar y la cantería es un oficio que no se va a perder, lo que pasa que es un oficio que no lo sabe todo el mundo. Lo sabemos cuatro porque nos lo enseñaron y lo mamamos. Como futuro de canteros, yo lo veo más preocupante, el hecho de saber la cantería. No hay escuelas taller ni nada para fomentar este oficio. Aun así, el futuro como negocio tiene que cambiar y seguir adelante.

Quizá quise darle protagonismo a nuestra querida piedra de Villamayor con esta charla. Y digo “quizá” porque el protagonismo se lo llevo nuestro querido Poli. Porque de una manera u otra, hablar de nuestra piedra es hablar deDSC_0048 él. Porque ambos siempre han ido unidos. Porque la huella de Poli ha quedado en muchos de los edificios emblemáticos de nuestra ciudad, pero lo que quizá él se fue sin saber es que su huella se quedó en muchos de nuestros corazones: con sus “buenos días”, su sonrisa constante, sus bromas, pero sobre todo su amabilidad y generosidad. Porque en los ojos de sus hijos he podido ver la impronta que les dejó su padre, y no solo hablo de la cantería, sino de aquellas cosas que van mucho más allá de lo material. Gracias Vicente y gracias José Luis por acercarnos un poquito más a la figura de vuestro padre, un hombre que quedará para siempre en la historia de Villamayor. Porque como decía al principio, solo muere quien es olvidado y, por eso,  Poli está más vivo que nunca.

Comparte: