Tomando un café con… CARMEN GIL, Mujer trabajadora

8 de marzo: Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Creo que un día en el calendario resulta poco para festejar todo lo que hacen todas las mujeres “trabajadoras”. Y lo pongo entre comillas porque no son solo aquellas que se levantan por la mañana para ir a trabajar, que también. Sino todas las mujeres que día a día, están en todo: en su pareja, en sus hijos, en sus padres, en las cosas de los demás, y en último lugar, en las suyas. Abuelas, amigas, madres, tías, vecinas, primas, hijas, novias… ¡Qué más da! En definitiva, mujeres que cada día luchan por hacer de este mundo un mundo mejor, y que se desviven por los que están a su alrededor.

No podíamos dejar pasar esta fecha tan importante en el calendario. Por eso, desde PORTALVILLAMAYOR hemos querido sumarnos a este día, haciendo un pequeño homenaje a todas las mujeres. Para ello, contamos con la presencia de Carmen Gil, Presidenta de la Asociación de Mujeres de Villamayor, trabajadora, esposa y madre.DSC_1228

Decía Mary Wollstonecraft, filósofa y escritora inglesa del siglo XVIII: «Yo no deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas». Y esta es la esencia que debemos de quedarnos en este bonito día, en el que Carmen representa a todas las mujeres de Villamayor, trabajadoras, que luchan diariamente por seguir adelante.

Carmen Gil, conocida como “Carmen, la de la librería”, lleva luchando por llevar a cabo sus ideales. Después de casi 17 años regentando la librería de Villamayor, ha tenido que aprender a conciliar, a marchas forzadas, su vida familiar y laboral, llegando a olvidarse un poquito de ella misma. Inconformista y reivindicativa, así se define Carmen, una mujer de armas tomar que ha tenido que capear los reveses de la vida para llegar hasta donde ha llegado.

Para aquellos despistados que aún no la conocen, ¿Quién es Carmen? Defínase.

Me defino como una mujer trabajadora, reivindicativa en todo, soy muy inconformista con la injusticia. Empecé a trabajar con 18 años, desde el instituto. No tenía claro qué carrera hacer y por el momento me quedé en oposiciones, pero me salió un trabajo y ya empecé a trabajar como administrativo, estuve trece años. Trabajé en lo que llamamos La papelera de Salamanca. Allí empezaron a forjarse mis inicios en la lucha por los derechos laborales. Participe en las 3 huelgas que se llevaron a cabo en esos años reclamando mejor salario y mejores condiciones sociales. La tercera fue más fuerte y hubo despedidos. Después seguí trabajando, pero las condiciones ya no eran las mismas a cuenta de eso, y decidimos, mi marido y yo, dejar de trabajar en el momento que nos daban un incentivo por dejar de trabajar y cuidar a mis hijas. Dos niñas que tenía entonces, pequeñitas, de 5 y 7 años. Después, estuve un tiempo en casa y seguí haciendo otras cosas: administrativo, auxiliar de clínica, trabajé en geriatría… De todo, he estado implicada 100%. Y luego ya, me ofrecieron la librería aquí, el que la tenía entonces, así que me quedé con la librería y ahí estoy.

¿Desde qué año lleva con su negocio? Cuénteme los inicios.

Empecé en el año 2000, es decir, 17 años va a hacer ahora. Todo fue a raíz de estar en el paro, y ya más de un año no podía estar, entonces me puse a buscar trabajo pero no me salía. Fue un comentario que le hice al librero de aquel entonces: “Uy, si un día te vas…” Y se lo dije, y ya me quedé. Desde entonces ahí estoy luchando.

¿Cómo se puede ser madre, esposa y trabajadora sin dejar de ser mujer?

Poniéndole mucha voluntad. En el trabajo, porque te gusta y yo lo llevo en mí y tiene que ser así. Y lo demás ha venido después. A mi marido lo conocí en el trabajo y ya vinieron mis hijas, y pasaron a ser lo más importante. Siempre buscas el medio de poder controlar o compaginar todo eso. Pero la conciliación dichosa, nada, me quejo de ella. Aunque mi marido también me trata de ayudar, pero la mayoría me toca. Se lleva a fuerza de voluntad y querer.

Diecisiete años al DSC_1233frente de la librería de nuestro municipio han dado mucho de sí. A pesar de las dificultades, y de los grandes problemas a los que se enfrenta el sector de los libros, Carmen se queda con lo bueno: el orgullo de formar parte de este pueblo y el haber podido conocer a la gente tan estupenda que forma Villamayor. Apasionada del baile charro, Carmen es una mujer muy activa que apenas tiene tiempo para descansar.

¿Cómo es su rutina? ¿Qué hace un día normal?

Levantarme, algún día hacer un poco de ejercicio y después de prepararme me pongo al ordenador en casa, para ver cómo están los pedidos de libros y material o revisar papeles, archivar, etc. no sin antes hacer “cositas de casa”. Luego ya voy a la librería que gracias a María José yo puedo ir mas tarde. Eso ahora, porque antes me tocaba a mí todo. Bueno, estaba Sara, mi hija mayor, a la que tengo que darle las gracias por toda la ayuda que me prestó durante 8 años. Una vez que se marchó para seguir su vida entró Mª José pero antes mi familia tuvo que poner mucho de su parte sobre todo paciencia, colaboración y mucho sacrificio, porque yo prácticamente le dedicaba todo el día, hasta fines de semana, para sacar mi negocio adelante. Hoy en día sigo echándole horas pero ya de una manera más relajada exceptuando momentos puntuales y todo gracias a contar con una compañera como Mª José, mujer trabajadora también dentro y fuera de casa. Entro más tarde pero salgo mas tarde para hacer el trabajo pendiente, porque mi deseo es tenerlo todo a punto y al día, dar el mejor servicio al cliente es lo más importante. Así son mis días pero también tengo mis aficiones, ratos de distracción o animación, que es necesario.

Aunque tenga mucho trabajo, siempre hay un ratito para las aficiones, ¿en qué emplea su tiempo libre?

Yo siempre he buscado “complicarme”. Me metí, hace años, en cosas de distintas actividades, asociaciones y todo eso. Ahora, lo que hago es actividades de baile: baile charro y ahora, me he apuntado a sevillanas un día a la semana. En baile charro ya llevamos seis o siete años. A veces digo que esto no puede ser, que estoy deseando tener un día libre, pero bueno…

¿Cómo valoraría estos casi 17 años que lleva con la librería?

La evolución ha sido muy positiva en algunos aspectos, en otros no tantos. Positiva, para mí personalmente, me ha dado mucho, porque he visto una evolución muy grande en el negocio. De coger un negocio muy poquita cosa e ir haciéndolo crecer. Eso lo he hecho yo sola, me han ayudado, pero prácticamente yo. Eso para mí es muy  importante. A nivel personal, también, con las relaciones de la gente, del pueblo. Me siento muy orgullosa de estar en este pueblo y convivir con la gente de aquí, y más a través de un negocio como este, que encima pasan prácticamente un 60% del pueblo. Es muy bonito y gratificante. Luego ya, a nivel económico, ya no. Ya lo justo, con muchos esfuerzos y sacrificios. A mi familia la he tenido bastante sacrificada, pero bueno, si quieres dar  un buen servicio tiene que ser a fuerza de dinero y mucho trabajo.

Sabemos que las nuevas tecnologías están ganado terreno al tradicional papel ¿Cómo ve el sector de los libros actualmente?

Está en peligro, pero de momento todavía puede aguantar. Luego ya, aguantarán ciertas librerías, porque nos guste siempre ir a una librería y que siga ese negocio presente que es muy importante para nosotros culturalmente. A nivel de a diario, de la librería pequeña, en el barrio o en el pueblo, eso va a ser muy difícil que se mantenga, porque las tecnologías nos están machacando.

Presidenta de la Asociación de Mujeres de Villamayor (ASMUVI) recuerda conDSC_1234 cariño los inicios de esta bonita iniciativa, y comenta la falta de personal e ilusión por parte de la asociación para poder seguir haciendo cosas. A todo ello, se suma la escasez de ayudas y subvenciones a causa de la crisis, lo que convierte el panorama de la asociación un tanto caótico. Sin embargo, nuestra entrevistada no tira la toalla, y aboga por continuar con dicho proyecto, y además, apoya a todas las mujeres trabajadoras de nuestro municipio. Carmen es una mujer todo terreno.

Hábleme del papel de la mujer trabajadora en Villamayor.

Aquí, el panorama está muy claro. Las mujeres nos hemos tenido que buscar o crear nuestro propio puesto de trabajo y debido a eso la mayoría de los negocios están regentados por mujeres, nos hemos convertido en autónomas y luchamos por seguir adelante.

Formo parte de la Asociación de Comerciantes IMPULSA VILLAMAYOR y aprovecho para animar a los que no pertenecen a ella para que se asocien porque dicen que «la unión hace la fuerza».

Es la presidenta de la Asociación de Mujeres de Villamayor, háblenos de la situación de la asociación y qué es lo que hacen desde allí.

Está, como se suele decir, en stand by. Empezamos hace ya 9 o 10 años. Anteriormente, ha ido bastante bien. Al principio, muy bien y mucha gente, pero luego van abandonando… Si éramos 40 o 50, enseguida 20 a lo mejor lo dejaron, porque pretendían una asociación de distracción y diversión y eso no era la pretensión de esta asociación. Entonces, luego, ya bajó. Se hicieron algunas ofertas para hacer convenios con otras empresas y bien, pero luego ya, la gente se cansa, y cada vez menos. Otro problema con el que nos hemos encontrado es la falta de subvenciones, como luego hubo recortes que llevamos padeciendo estos años, desde que empezamos con la dichosa crisis. De cuatro a cinco años llevamos ya sin subvenciones importantes. Nos hemos quedado con una subvención de Diputación, la de la Junta desapareció, y es una cantidad muy pequeñita con la que una asociación no puede funcionar. Nos movimos bastante a nivel de utilizar los recursos que nos podían venir de gente conocida, todo ello por amor al arte. El Ayuntamiento también hubo unos años que nos prestó un poco de ayuda, pero luego ya se acabó. Nos hemos ido quedando poquitas y hace falta motivación, empuje y savia nueva para que una asociación siga adelante. 

¿Cómo ve el papel de Ayuntamiento en materia de igualdad? ¿Cree que está concienciado?

Concienciado sí. Tenemos una paridad de mujeres en el Ayuntamiento que, independientemente del partido que sean, deben estar concienciadas. Hay veces que más y otras que menos. Lo que hace falta es estar trabajando en ello, con las mujeres o cualquier otra forma de reivindicación o de asociación. Hace unos años se movió mucho, luego pasamos a unos años que ya no tanto. Actualmente, estamos a medio camino. Nosotras como asociación, necesitamos a alguien que estuviese ahí, para animarnos e impulsar este tipo de iniciativas.

El panorama actuDSC_1237al ante el que nos encontramos es desolador. Los medios se llenan de noticias sobre aberraciones a las mujeres en todos los ámbitos. Carmen se muestra pesimista ante esta realidad que desgraciadamente parece crecer día a día, a pasos agigantados.

¿Qué opina de la situación de desigualdad que existe actualmente entre hombres y mujeres?

Ayer leímos un manifiesto a nivel de comerciantes de Impulsa. Allí comentamos todo eso. ¿Qué pienso? Que es muy difícil y estamos viviendo unos años muy duros. Habíamos adelantado, hemos pasado unos años que parecía que se concienciaba la gente, tanto hombres como mujeres, pero con las nuevas generaciones que vienen pienso que hemos retrocedido mucho en este tema, pero cmo en todo no se puede generalizar porque hay chavales estupendos. Creo que ha influido en ello las nuevas tecnologías, la rápida transmisión de las cosas en las redes sociales, sobre todo las malas, y junto a la precariedad económica de muchas familias que hace que muchos padres no presten la suficiente atención a la educación de sus hijos, debido al tiempo que dedican obligados al pluriempleo. Y, por otra parte, no tienen las mismas oportunidades para continuar sus estudios y tienen que abandonar y la cultura es muy importante a la hora de forjar mentes abiertas a todo: la igualdad, la conciliación y la violencia de género. Pienso que la educación y la concienciación en estos temas empieza desde la niñez en casa y en los colegios

Para finalizar, ¿cree que es realmente posible la igualdad entre hombres y mujeres o es una utopía?

En este momento, pienso que es una utopía. Hace unos años atrás parecía un poco posible o que habíamos avanzado pero creo que con nuestra búsqueda de la igualdad hemos despertado en el hombre ese punto machista que uan mayoría llevan dentro y lo peor ha salido a flote «la violencia de género». Mi actitud ante esto es muy pesimista, creo que nos queda un largo camino que recorrer para conseguirlo. 

Ojalá pronto dejemos de celebrar este día internacional. Eso significará que hemos avanzado un poquito más en este mundo tan injusto y desigual para aquellas que nacimos siendo mujeres. Aprendamos que el día de la mujer, y el día del hombre, es todo los días. Porque todos somos iguales. Ojalá algún día dejemos de oír ese dicho de “Detrás de un gran hombre, hay una gran mujer” y poDSC_1242damos sustituirlo por “Al lado de un gran hombre, hay una gran mujer”.

Gracias Carmen por ser la voz de tantas y tantas mujeres, que se sienten identificadas contigo y con tu historia. Gracias por tu inconformismo, que se convierte en un granito de arena para hacer de este mundo un lugar mejor. Felicidades a todas y cada una de las mujeres que nos siguen, felicidades porque sostenéis el mundo y lo hacéis un poquito mejor. Un mundo mejor es posible.

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