PERSONAJES HISTÓRICOS (27)

Relación de personajes que han tenido que ver con nuestra historia

CARAMUEL LOBKOWITZ,  Juan (1606-1682)

Eclesiástico, matemático y astrónomo,  nacido en Madrid.

Es hijo de Lorenzo Caramuel Lobkowitz (guardia de Corps en el Ejército de Felipe II e ingeniero militar en el de Felipe III) y de Catalina de Frisia.

Fue educado por su pa­dre y de él adquirió la pasión por la Astronomía y las Matemáticas. Hizo sus prime­ros estudios de Gramática y aprendió lenguas orien­tales con el arzobispo del Monte Líbano. Estudió en la Escuela en Madrid y en la Universidad de Alcalá donde adquirió una formación clásica en Humanidades.

En 1625 ingresó en el monasterio cister­ciense de la Espina (Palencia), donde conoció a fray Pedro Ureña (matemático, astrónomo y músico). Pasó después por diversos monasterios (Monte Rama en Orense, Santa María del Destierro en Salamanca) completando su formación de Filosofía y Teología. Más tarde, explicó Teología en los colegios cistercienses de Alcalá y en la Universidad de Salamanca. Pasó a Portugal donde en­señó Matemáticas, aprendió chino y escribió una gra­mática de esta lengua.

Retrato de Juan Caramuel.

(www.larramendi.es)

En 1631 se traslada a Lovaina, donde es profesor de Teología en el colegio cisterciense de Aulne y estudia Matemáticas en su universidad.

Caramuel establece observatorios en torres de Brujas y Dunkerque, para realizar experi­mentos de medidas de la Tierra. Sus trabajos de for­tificación (1635) para la defensa de Lovaina (la hacen inexpugnable durante el cerco del príncipe de Orange) son premiados con el nom­bramiento de vicario general de los Cistercienses de Inglaterra, Escocia e Irlanda.

Durante su permanencia en Lovaina, experimenta y estudia los principales problemas cien­tíficos del momento, en particular la caída de los graves y el movimiento del péndulo.

En Astronomía reúne en Coelestes Metamorphoses (1639) sus observaciones astronómicas y sus teorías sobre el Sistema Solar. En 1643 participa en la discu­sión con Gassendi y Naudé sobre los nuevos plane­tas situados entre Marte y Saturno (hipotéticamente descubiertos por el capuchino de Colonia, de Rheita) y sobre la observación de cinco nuevos satélites de Júpiter. Estas ideas las recoge en su libro Novem stellae circa Iovem.

En 1644 Caramuel pasa a Maguncia como abad del monasterio de Disemberg, para encargarse de varias cuestiones civiles (relativas a los territorios de su abadía ocupados por los protes­tantes) o jurídicas (como el proceso contra religiosos convertidos al luteranismo) y se dedica a re­formar los monasterios de su Orden en toda Alema­nia.

Portada del libro Mathesis Biceps, de Juan Caramuel.

(www.lindahall.org)

Durante el papado de Inocencio X, Caramuel acepta la vacante en el obispado de Mysia.

En 1647 se traslada a Praga como abad del monasterio de Montserrat y de los adjuntos de Emaus o Slovan.

Participó en la Paz de Westfalia (1648), como representante de Felipe IV, defen­diendo los bienes del Emperador frente a los del Va­ticano, que puso fin a la Guerra de los Treinta Años entre católicos y protestantes

En 1655el nuevo papa, Alejandro VII, nombra a Caramuel consultor de la Congregación de Ritos y censor del Santo Oficio.

Entre 1655 y 1657 permanece en Roma donde actúa en la Congregación de Ritos (sobre la racionalidad de algunos milagros) en la que propone se incorporen personas que sepan de Medicina. A principios de 1657 se dedica con el padre Martino Martín, jesuita, que acababa de llegar de China, a re­anudar sus estudios de la lengua china.

Por presión de los jansenistas y sin el apoyo de Ale­jandro VII, abandona Roma para incorporarse al obispado de Nápoles, que comprendía la diócesis de Campania y Satriano. Pero antes asiste, en Frankfurt, a la coronación de Leopoldo I como emperador, tras lo cual regresa, junto con el conde de Peñaranda, nombrado virrey de Nápoles.

En 1664 visita la Universidad e ingresa en la Academia Degli In­vestiganti, fundada cien años antes, en la que se dis­cute de Filosofía y de Física, se organizan experimen­tos y se promueven investigaciones. A su regreso a Campania, organiza una escuela para jóvenes.

En 1673 el Papa le nombra obispo de Vigevano, en el Mila­nesado, con una renta de cuatro mil escudos anuales.

La actividad de Caramuel no disminuye en el te­rreno pastoral y en el profesional actúa como arqui­tecto en la reforma del palacio episcopal, en la reorde­nación de la plaza y en la modificación de la fachada de la catedral e imprime en castellano su “Arquitec­tura civil, recta y oblicua”, con una parte introductoria dedicada a las Matemáticas.

En 1681 pierde, primero, la visión de un ojo y después llega a la ce­guera completa. A pesar de ello continúa con su acti­vidad hasta el 7 de septiembre de 1682 cuando muere a causa de una fiebre maligna.

Fue ente­rrado en la catedral de Vigevano.

CARMELITA

La Orden de los Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, también llamada Orden de los Carmelitas, es una orden religiosa católica, que surgió alrededor del siglo XII cuando un grupo de ermitaños se retiraron a vivir en el Monte Carmelo (Palestina).

Se llama a sus frailes y monjas (sin la reforma teresiana) Carmelitas de la Antigua Observancia.

El Patriarca de Jerusalén les entregó en el año 1209 una regla que sintetiza el ideal del Carmelo: vida contemplativa, meditación de la Sagrada Escritura y trabajo.

Escudo de la Orden Carmelita.

(www.portalcarmelitano.org)

La vestimenta carmelita está conformada por una túnica de color castaño y un escapulario (de la Virgen del Carmen) del mismo color. Otro distintivo es la capa blanca, símbolo de la Virgen María.

En el siglo XVI, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz impulsaron la reforma de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo y fundaron la Orden de los Carmelita Descalzos.

Se pueden considerar varias ramas carmelitas: frailes (Primera Orden), monjas contemplativas (Segunda Orden) y hermanos terceros o seglares (de la Venerable Orden Tercera de los Carmelitas)

Carmelitas ermitaños: rama de la Orden que no se consideran como frailes carmelitas de la vida activa y apostólica. En la actualidad, los carmelitas ermitaños son comunidades separadas, hombres y mujeres que viven una vida de clausura, inspirados por la vida monástica antigua carmelita.

Carmelitas descalzos: en el año 1562, Santa Teresa de Jesús efectuó una reforma en la orden religiosa y fundó el primer convento de Carmelitas descalzas en la ciudad de Ávila. Posteriormente, junto con San Juan de la Cruz, fundó la rama de los Carmelitas descalzos.La nueva regla busca retornar a la vida centrada en Dios con toda sencillez y pobreza, como la de los primeros eremitas del Monte Carmelo.

CARMELITAS CALZADAS

La Orden funda el convento en Salamanca en  el año 1480.

La iglesia del Carmen de Abajo fue construida como parte del Convento de San Andrés que, debido a sus dimensiones y a su apariencia, llegó a ser conocido como el Escorial salmantino. Este convento, cuyos orígenes se remontan al siglo XV, fue destruido en 1626 por la riada de San Policarpo. Posteriormente pudo ser reconstruido, aunque durante la Guerra de la Independencia y la época de las desamortizaciones sufrió graves daños de nuevo.

Fachada de la Iglesia del Carmen de Abajo,

al final de la Calle Arroyo de Santo Domingo.

(www.versalamanca.com)

CARMELITAS DESCALZOS

Santa Teresa funda el convento de la orden en Salamanca estableciéndose en 1580. Después de habitar diversos lugares, entre los que destacan el Hospital e Iglesia de San Lázaro en el Arrabal del Puente, que tuvieron que abandonar tras la crecida del río Tormes, empezaron a edificar el antiguo convento de San Elías, en los solares inmediatos a la actual parroquia del Carmen y  lo habilitaron como colegio. Llego a ser tan importante que creció hasta la plaza de la Libertad. En 1809 y con la invasión francesa los frailes tuvieron que dejar la fundación. Volvieron y lo arreglaron y en 1835 fueron expulsados de él y nunca más lo recuperaron. En 1857 la antigua iglesia conventual se convirtió en iglesia parroquial, que asumió la anterior de Santo Tomé (en el centro de la actual Plaza de los Bandos), que fue demolida.

Fachada de la Iglesia del Carmen de Arriba,

situada en la Plaza de los Bandos.

(www.es.wikipedia.org)

En 1894 los frailes volvieron a Salamanca y se instalaron en la antigua iglesia de Santa María Magdalena, y a lado construyeron un nuevo convento, que es el que hoy contemplamos, sito en la actual calle Zamora. La iglesia fue restaurada y ampliada en 1918.

La iglesia de Santa María del Monte Carmelo perteneció a un convento de Carmelitas Descalzas que fue fundado por Santa Teresa de Jesús en el siglo XVI. Este convento desapareció en los años 70 del siglo XX y sólo se conserva de él el arco de entrada, que puede verse a poca distancia, en los jardines del Paseo de Carmelitas.

Fachada de la Iglesia del Monte Carmelo,

ubicada en el paseo de Carmelitas.

(www.es.wikipedi.org)

En Alba de Tormes, con el patrocinio de Francisco Vázquez y Teresa de Laíz, Santa Teresa funda el Convento de la Anunciación  y la primera comunidad fue de 5 monjas. Una tradición albense sitúa a Teresa en Alba en enero de 1571, supervisando las obras conventuales a las que San Juan de la Cruz ayudaba como albañil, con la oración y confesando a las monjas. Poco más de un siglo después se levantó frente al de monjas el convento de  frailes, el primero dedicado a Juan de la Cruz.

En Cabrerizos se funda, por la propia Santa Teresa, el 1 de noviembre de 1570, a petición del Rector de la Compañía de Jesús, su confesor, otro convento. De aquí salieron muchas religiosas para otros Carmelos, principalmente tres fundadoras que llevaron el Carmelo a Francia y Bélgica.
El actual Monasterio está fuera del núcleo urbano, en la vega del Tormes.

Convento de la Anunciación,

en Alba de Tormes.

(www.carmelitasalba.org)

En el valle de las Batuecas se funda otro convento, el Santo Desierto de las Batuecas (cuyo titular es San José) el 5 de junio de 1599 por el venerable P. Tomás de Jesús. El convento e Iglesia fueron restaurados en 1686. Las leyes de exclaustración llegaron en 1835, pero el famoso Padre Cadete vivió en él hasta 1843. El Desierto pasó por diferentes manos privadas hasta que en agosto de 1915 lo volvieron a comprar los PP. Carmelitas que establecieron una pequeña residencia. El 1920 se levantó la fundación y se arrendó la finca.

En 1925 el Desierto fue vendido a unos particulares. El 11 de febrero de 1936 fue comprado por el Marqués de Urquijo, que hizo donación de él a la Madre Maravillas de Jesús, del Cerro de los Ángeles. El 1 de mayo de 1939 se hizo la fundación canónica del nuevo monasterio de MM. Carmelitas Descalzas. En febrero de 1949 las Madres ofrecieron el Santo Desierto a los PP. de la Provincia de Castilla. Y el 28 de noviembre de 1950 se inauguró de nuevo la vida de Soledad Fecunda en el Desierto de San José de las Batuecas, por parte de los PP. Carmelitas Descalzos.

Panorámica de las instalaciones del Convento del Desierto de San José,

ubicado en el Valle de las Batuecas.

(www.ocdiberica.com)

Existen otros conventos repartidos por la provincia, como el de Peñaranda de Bracamonte o el Monasterio de la Sagrada Familia, ubicado en Ciudad Rodrigo.

Para la realización del presente artículo se han tenido en cuenta los siguientes documentos:

– OCDIBERICA. PROVINCIA IBÉRICA: “Los Carmelitas descalzos”.

– REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA: “Diccionario biográfico español

– AA.VV: “La Orden de los Carmelitas”. Wikipedia

 

 

 

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