PERSONAJES HISTÓRICOS (23)

Relación de personajes que han tenido que ver con nuestra historia.

CALDERÓN DE LA BARCA, Pedro (1600-1681)

Dramaturgo, poeta, militar y eclesiástico, nacido en Valladolid.

La familia paterna de Calderón de la Barca procedía de Cantabria y sus miembros poseían la condición de hidalgos.

La niñez y adolescencia transcurren durante los años centrales del reinado de Felipe III, algún tiempo en Valladolid, mientras fue capital, y luego en Madrid.

Pedro Calderón acude a las Universidades de Alcalá (desde octubre de 1614) y de Salamanca (en los años posteriores) sin que se puedan determinar fechas y estudios de modo preciso, aunque parece que se sentía atraído por las “especulaciones matemáticas, las profundidades de la filosofía, la geografía, la historia política y sagrada y ambos derechos”, según Tassis (1682). Parece ser que se licenció en Derecho Canónico y Civil.

Retrato de Calderón de la Barca, de Villafranca.

Grabado calcográfico, 1878 (Biblioteca Nacional de Madrid)

(www.es.wikipedia.org)

Desde el 19 al 27 de junio de 1622 se celebraron en Madrid las fiestas por la canonización de san Isidro, santa Teresa, san Ignacio de Loyola, san Francisco Javier y san Felipe Neri; Pedro Calderón obtuvo un meritorio tercer premio, detrás de Lope de Vega y  López de Zárate.

Antes de 1625 ya había estrenado varias obras teatrales (“Judas Macabeo”, “Lances de amor y fortuna” o “La gran Cenobia”).

En 1625 viaja a Flandes con ocasión del sitio de Breda por Ambrosio Spínola. De regreso se encuentra en Madrid, donde recibe el encargo de la celebración por la victoria de Breda y el drama  (“El sitio de Breda”) se estrenaría en el salón de comedias del Alcázar el 5 de noviembre; parece ser que el cuadro de Velázquez, “Las lanzas”, se inspiró en la última escena de la pieza.

A partir de 1625, Calderón se decide, en régimen de dedicación exclusiva, por la profesión teatral.

Esta segunda etapa de la vida de Calderón de la Barca, tras sus años de formación y definición, abarca hasta 1640, cuando estallaron las guerras de separación de Cataluña y Portugal, donde manifiesta un importante aumento de la creatividad.  Compone alrededor de sesenta comedias, dramas, tragedias y piezas mitológicas y de espectáculo, a razón de una cada trimestre, y unos veinte autos sacramentales.

Poco a poco, al compás de su creciente éxito, Pedro Calderón va sosegando su mala vida,  altercados o impertinencias verbales, manifestaciones de su inconformismo y actitud crítica frente a las normas sociales.

La concesión del hábito de caballero de Santiago a Pedro, tras el largo procedimiento habitual, el 28 de abril de 1637, culmina, por ahora, su ascenso social y cortesano. También contribuyó a ello su empleo de caballerizo en la casa del condestable de Castilla y duque de Frías.

Las obras de este período son, entre otras: “La vida es sueño”, “Luis Pérez el gallego”, “No hay burlas con el amor” o “Casa con dos puertas mala es de guardar”; comedias satíricas, como “La dama duende”;   tragedias como “El príncipe constante”. Posteriormente escribe “El alcalde de Zalamea”.

«El Alcalde de Zalamea», detalle del monumento a Calderón,

de Joan Figueras Vila, 1878. Madrid.

(www.es.wikipedia.org)

Estrena sus primeros autos sacramentales como “La cena del rey Baltasar” o “El gran teatro del mundo”.

A partir de 1640 intervino en asedios y batallas en los frentes catalanes de Tarragona y Lérida, fecha de su incorporación efectiva a la caballería pesada coracera, hasta su licenciamiento dos años más tarde, en noviembre de 1642.

Se acogió a la generosidad del sexto duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo, quien se honró dándole hospedaje, afecto y empleo de secretario en su palacio de Alba de Tormes, hasta el verano de 1649, si bien con algún viaje a Madrid para el montaje de los autos sacramentales que seguía componiendo para las fiestas del Corpus, como “La humildad coronada de las plantas”.

El poso de melancolía, sus conocimientos teológicos y espiritualidad, así como también los apuros económicos padecidos, le indujeron a ordenarse sacerdote en 1651 y solicitar una capellanía real en los Reyes Nuevos de Toledo, pretensión que el Patriarca de las Indias desestimó por entonces a causa de la actividad teatral de Calderón, hasta que en el año 1653, tomó posesión. Durante esta etapa de su vida, Pedro alternó su residencia en Madrid con estancias en Toledo.

A partir de esa fecha estrena obras como “El monstruo de los jardines”, “Andrómeda y Perseo”, zarzuelas como “El golfo de las sirenas” y óperas como  “La púrpura de la rosa”.

Los autos sacramentales ocupan un mayor porcentaje de su producción teatral.

El 20 de mayo de 1681, Calderón redactó su testamento.

El domingo 25 de mayo falleció.

La ceremonia de su entierro, dispuesta por él, llevándole descubierto hasta la cercana parroquia de San Salvador, fue su última representación y constituyó una manifestación de duelo popular y de gran efecto escénico sobre el tema del desengaño barroco. Los restos de Pedro reposaron en un nicho de la capilla de San José de aquella iglesia durante ciento sesenta años. Después fueron objeto de cinco traslados, quedando, al fin, en la iglesia de San Pedro. Durante la Guerra Civil fueron profanados u ocultados en lugar desconocido.

Monumento a Calderón de la Barca en Madrid.

(www.aboutespanol.com)

CALVARISTAS:

Así se llamaban a los Padres del Calvario de los religiosos descalzos de San Francisco.

El Convento de Franciscos del Calvario fue fundado en 1586 por D. Pedro Fernández Temiño.

CÁMARA Y CASTRO, Tomás Genaro de la (1847-1904)

Religioso agustino nacido en Torrecilla en Cameros (La Rioja).

Estudió en el seminario de Burgos y el 4 de octubre de 1863 profesó en el convento agustino de Valladolid donde inició los estudios eclesiásticos, que continuó, a partir de 1866, en el monasterio de La Vid (Burgos). Al concluir la carrera eclesiástica enseñó en Valladolid Filosofía, Ciencias Naturales y Matemáticas. Ordenado sacerdote el 25 de marzo de 1870, con veintidós años y medio, continuó su labor docente.

Para conocer nuevos adelantos científicos y enriquecer los laboratorios de ciencias empíricas del convento, visitó en 1876 la Exposición Universal de París.

Imágen del Padre Cámara.

(www.salamancaenelayer.com)

Funda en 1881 la Revista Agustiniana (llamada La Ciudad de Dios a partir de 1887), de la que fue promotor y primer director. En ella publicó buen número de artículos y trabajos entre 1881 y 1883.

En 1883 fue nombrado obispo auxiliar de Toledo, con residencia en Madrid, pues la capital formaba aún parte de la diócesis de Toledo. Tuvieron gran eco sus conferencias cuaresmales sobre las relaciones entre la libertad humana y la fe y entre la razón y la fe.

Al morir el cardenal Moreno, fue preconizado para la diócesis de Salamanca el 27 de marzo de 1885. Los múltiples contactos y amistades entablados durante su estancia en Madrid, y los adquiridos posteriormente como senador, le fueron de gran utilidad para llevar adelante sus iniciativas en Salamanca.

Entró en su diócesis el 12 de octubre, mientras que una epidemia de cólera producía centenares de muertos en algunas poblaciones de la provincia. El obispo visitó a los enfermos en sus casas y promovió la construcción de un hospital en Macotera, uno de los pueblos más afectados. Impulsó la mejora de las condiciones higiénicas y la salubridad de la diócesis e insistió reiteradamente en la plantación de árboles, comprometiendo para ello a su clero. Fundó, también con la colaboración de los sacerdotes, gran número de escuelas para adultos con el objetivo de combatir el analfabetismo.

Lámina en la que se representa al Padre Cámara visitando a enfermos

en Macotera durante la epidemia de cólera de 1885

(www.es.wikipedia.org)

Restauró templos y casas parroquiales y construyó algunos edificios de nueva planta, como el templo de San Juan de Sahagún y el palacio episcopal en Salamanca, o la basílica de Santa Teresa en Alba de Tormes, que quedó inconclusa a su muerte. Con estas obras buscaba el decoro urbano, la consolidación del patrimonio arquitectónico de la diócesis y la ciudad, la promoción de la fe y, muy significativamente, la creación de puestos de trabajo para las clases más necesitadas.

Reclamó al Gobierno proyectos de obras públicas, para mejorar las comunicaciones en la provincia y crear trabajo. En situaciones de hambruna hizo instalar cocinas económicas en diversas poblaciones de la diócesis. Intervino como patrono en la Caja de Ahorros Crespo Rascón para velar por sus fines fundacionales, y en el hospital de la Santísima Trinidad de Salamanca para sanear la economía del hospital, lo que permitió la construcción de un nuevo edificio.

Fundó en 1896 un círculo de obreros que realizó múltiples actividades sociales y religiosas y sobrevivió pujante algunos años tras la muerte del obispo.

Protegió las artes, restaurando monumentos, obteniendo la calificación de monumentos histórico- artísticos para las dos catedrales, el convento de San Esteban y la iglesia de Sancti Spíritus.

Hizo restaurar el zócalo de la Catedral.

Escribió diversos libros de temas religiosos y publicó colecciones de sus conferencias y sermones.

Cultivó el género biográfico con biografías sobre san Juan de Sahagún.

Fundó en 1894 un centro de estudios superiores en Calatrava y recibió de Roma en 1897 el derecho a conferir grados en el seminario conciliar. Inició trámites en 1900 para la fundación de una universidad católica en Madrid, posible gracias al testamento de su amigo y protector, el conde del Val, pero que fue denegada por el Gobierno.

Estableció una imprenta, fundó dos revistas (La Semana Católica La Basílica Teresiana) y dos periódicos locales (El Criterio El Lábaro); colaboró además en la financiación de dos periódicos nacionales: El Movimiento Católico El Universo. 

La valoración dada a los medios de comunicación puede señalarse como otra característica de su ministerio no sólo por las iniciativas que promovió, sino también por el pulso que sostuvo todo su pontificado en su diócesis con la prensa católica más conservadora, cerrada a cualquier signo de apertura al régimen liberal, y con la prensa librepensadora o republicana, muy agresiva contra la Iglesia y el obispo. Sufrió, en efecto, una oposición muy persistente de los carlistas e integristas, que le consideraban liberalpor aceptar la posibilidad de colaborar los católicos con el régimen de la Restauración.

Nombrado repetidamente senador por la provincia eclesiástica de Valladolid entre 1888 y 1896 y entre 1901 y 1903; intervino activamente en defensa del punto de vista de la Iglesia en temas como el matrimonio en el Código Civil, la construcción y reparación de templos o los derechos de la Iglesia en la legislación y en el presupuesto nacional.

Encabezó una propuesta de ley, suscrita también por los otros obispos senadores, en favor del descanso dominical.

Mantuvo siempre una estrecha relación con la Orden de San Agustín, de la que también formaba parte su hermano Manuel. Influyó decisivamente en algunas iniciativas concretas, como la designación de un superior en España favorable a los estudios, la cesión del monasterio de El Escorial a la provincia de Filipinas, o la unión de la rama española con el resto de la Orden, separada con régimen especial desde 1804, al igual que otras órdenes, como fruto del regalismo borbónico.

Enfermo de diabetes, falleció a los cincuenta y seis años en el balneario de Villaharta de San Juan. Los elogios sobre el obispo fueron unánimes y muy sentidos, tanto en el momento del entierro como en la inauguración en 1910 de la estatua que le dedicó el pueblo, promovida por los obreros y erigida por suscripción popular.

Inauguración de la estatua dedicada al Padre Cámara,

costeada por suscripción popular, el 17 de mayo de 1910,

y colocada sobre un pedestal en la Plaza de Anaya.

(www.salamancartvaldia.es)

Para la realización del presente artículo se han tenido en cuenta los siguientes documentos:

– AA.VV.: Mcnbiografías

– REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA: “Diccionario biográfico español

 

 

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