De la A a la Z (32)

Relación de términos (incluidos insultos) que han tenido que ver con nuestra historia

BREBAJE:

Palabra procedente del término francés antiguo bevrage (bebida) y este del término latino bibere (beber).

Es un  término usado ya en el siglo XIII.

Bebida,  en especial la compuesta de ingredientes desagradables al paladar.

Vasija de más de 1.000 años de antigüedad, encontrada intacta en Polonia

y que contenía restos de un brebaje ofrecido a,los dioses.

(www.historia.nationalgeogrephic.com.es)

BRECHA:

Palabra procedente del término francés brèche (mella, hendidura).

Rotura o abertura irregular, especialmente en una pared o muralla.

La expresión abrir brecha hace referencia a arruinar con máquinas de guerra parte de la muralla de una plaza  o castillo, para poder dar el asalto.

La expresión batir en brecha significa percutir un muro o muralla para abrir brecha en ellos.

Reproducción de la brecha de la muralla

en la captura de San Sebastián en julio de 1813

(www.blogdelasnubes.com)

BREÑA:

De origen seguramente prerromano, quizás del término brîgna (monte, altura).

Tierra quebrada entre peñas y poblada de maleza, de difícil tránsito y aprovechamiento.

Por la costumbre de realizarlas en montes, también denominan a la costumbre de la merienda   («breñar», «brenar» y «brenada»), especialmente el Magosto, la merienda festiva que se realiza en la fiesta de Todois los Santos en Galicia y León. Brenar es el término usual para «merienda» y «merendar» en valenciano.

Imagen de un terreno de breña.

(www.es.wikipedia.org)

BRETE:

Palabra procedente del término gótico bret y este del alemán antiguo  (tabla o trampa).

Aprieto sin refugio o evasiva.

Esta palabra se utilizó ya en el siglo XVI para designar el cepo o prisión estrecha de hierro que se ponía los reos en los pies para que no pudieran huir.

Sin embargo en el siglo XIV se utilizaba para designar el reclamo utilizado para cazar aves.

Covarrubias defiende que es el potro en el que se daba tormento a los delincuentes.

Dibujo que representa a dos reos con brete

(www.blogs.20minutos.es)

BREVIARIO:

Palabra procedente del término latino breviarium (inventario).

Libro que contiene el rezo eclesiástico de todo el año.

Por breviario se entendía antiguamente el lugar en que se guardaban los breves, o lo que estaba escrito como en compendio; y de aquí pasó el término breviario a señalar el libro que contiene el compendio del oficio divino.

Esta voz se halla en uso ya desde el año 1080.

El breviario mozárabe, es decir, el que servía a los eclesiásticos de la España tomada por las tropas árabes, fue utilizado por todas las iglesias tras el Concilio IV de Toledo; pero después fue reformado por el cardenal Cisneros.

A día de hoy solo está en uso en alguna parroquia de Toledo y en la catedral de Salamanca.

Es un libro de la liturgia religiosa católica que recoge el conjunto abreviado de las obligaciones públicas religiosas del clero a lo largo del año (más allá de la Misa) y que usualmente se contenía en un conjunto de obras mayores que constituían los denominados “libros de horas” para cada periodo del año: Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua y dos libros del denominado tiempo ordinario (aquel en el año en el que no se celebraban las festividades centrales del nacimiento, pasión, muerte y resurrección de Jesús).

Las primeras ediciones de breviarios fueron de finales del siglo XI y estaban destinadas a facilitar el transporte de los Libros de Horas a los clérigos. Con el tiempo, el breviario pasó de ser una obra que reunía y abarcaba otras, para convertirse en libro litúrgico por excelencia, al que se aplicaron normas canónicas de uso y contenido.

 Manuscrito Breviario de Isabel la Católica,

que se encuantra en la British Library.

(www.facsimil.club)

La fijación de los textos la realizó, en su primer formato completo, el Concilio de Trento, promulgado por el Papa Pío V y cuya estructura y contenido se mantuvieron hasta 1911, año en el que Pío X inició su reforma para acomodarlo a los nuevos tiempos. La última adaptación preconciliar se produjo en 1955.

Después de la reforma del Concilio Vaticano II se establecieron como obligación para todo el clero las Lecturas, los Laudes, la Oración del Día, la de Vísperas y las Completas. Las comunidades religiosas están obligadas a su cumplimiento y los sacerdotes a realizarlo junto a los fieles.

El breviario de los benedictinos, bernardos, cartujos, premonstratenses y otros varían bastante del común.

BRIAL:

Palabra procedente del término occitano antiguo blialt (faldón).

El faldón de seda o tela que utilizaban los hombres de armas desde la cintura hasta por encima de las rodillas.

Vestido de seda o tela rica que usaban las mujeres y que se utilizaba ya en el siglo XII.

Género de vestido o traje que usan las mujeres, que se ciñe y ata por la cintura, y baja en redondo hasta los pies, cubriendo todo el medio cuerpo, por cuya razón se llama también guardapiés o tapapiés, y de ordinario se hace de telas finas: rasos, brocados de seda, oro o plata.

Llámense también toneletes.

Dibujo de un manuscrito de 1127

que representa a un personaje con brial bajo manto.

Libro de los Testamentos de la Catedral de Oviedo.

(www.opusincertumhispanicus.blospot.com)

Covarrubias dice que antiguamente era vestidura  que solo usaban las reinas y señoras muy Ilustres.

Durante el periodo de la Reconquista, en la Península Ibérica, sobre todo desde el siglo XI, se llevaban dos o tres piezas superpuestas a modo de túnicas (la túnica y la loba o sayo sin mangas, además de la camisa) siendo por lo común la superior de ellas el brial, pieza de mangas ajustadas que en sus puños y escote se adornaba con bordados geométricos o espirales.

Los faldones (que para algunos, constituyen el verdadero brial para los hombres de armas) se suprimieron o redujeron notablemente desde mediados del siglo XV quedando el jubón solo o con pequeñas faldillas y combinado entonces con las calzas. ​

BRIBÓN:

Derivado de la palabra briba (vida holgazana del mendigo o pícaro)

Término que se utilizaba ya en el siglo XIV.

Pícaro, haragán.

Arte de engaño de los que llevan esta vida.

Elocuencia persuasiva y oraciones de que se sirve el mendigo para inspirar lástima.

El perdido, que no quiere aplicarse ni trabajar, sino andar de casa en casa y de lugar en lugar, pidiendo limosna y fingiendo pobreza u otro impedimento que le embaraza el trabajar, que por otros nombres se llama pordiosero, tunante, gallosero.

Monumento al Lazarillo de Tormes,

ubicado en la entrada al Puente Romano de Salamanca.

(www.esculturaurbana.com)

También en el siglo XIV se usa el término BRIBA: mendrugo de pordiosero; ya en el siglo XV se utilizaba como migaja.

BRIGADA:

Palabra procedente del término francés brigade (grupo de personas que van juntas).

Es un término ya utilizado en el siglo XVIII.

Grupo de trabajadores.

Antiguamente, cierta agrupación de tropa, de número y procedencia variables.

«Húsares franceses en la batalla de Friedland, 1807»

Óleo de 1891 de Edouard Detaille.

(www.es.wikipedia.org)

Para la realización del presente artículo se han tenido en cuenta los siguientes documentos:

– AA.VV.: “Diccionario de Lengua Castellana”. Madrid. Real Academia de la Lengua. 1776

– AA.VV.: “Diccionario de Lengua Española”. Madrid. Real Academia de la Lengua. 2014

– BASTÚS Y CARRERA, V.J: “Diccionario Histórico enciclopédico. Tomo I”. Barcelona. 1833

– COROMINAS, J.: “Breve diccionario etimológico de la lengua castellana”. Editorial Gredos. Madrid, 1987

 

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