Tomando un café con… SALVADOR RUANO, Matador de toros

Retomando los cafés de los miércoles, como de costumbre, me topé con alguien que, aun siendo de Villamayor de toda la vida, había pasado muy desapercibido para mí. Me había cruzado con él mil veces, había oído hablar de él otras muchas más, y lo había visto en otras tantas ocasiones; pero casualidades de la vida, dos sillas, una DSC_0472mesa, y dos cafés me permitieron conocerle. Y hoy no hablo de ningún director, de ningún profesor, o estudioso de ningún tema. Hoy vengo a hablaros de Salvador Ruano. Salva para los amigos. Un niño que las calles sin asfaltar de Villamayor vieron crecer, y un hombre que las calles asfaltadas del Villamayor actual, pueden disfrutar.

Ya lo decía Juan Belmonte, probablemente el matador de toros español más popular de la historia y considerado por muchos como el fundador del toreo moderno: “Se torea como se es”. Y si algo he aprendido esta tarde no es solo eso, sino que se torea desde el corazón y eso, como dice mi ya amigo, Salva, eso no se lo quita nadie.DSC_0488

Armuñés de cuna, creció en una casita de la calle el Prado, en Villamayor, con el resto de sus seis hermanos. Orgulloso de su educación, soñaba desde pequeño con pisar el albero de los cosos taurinos, como aquellas figuras que veía en la tele o en las plazas de toros, siempre acompañado de su padre. Su afición le llevó con 14 años, a coger la muleta, y desde entonces no la ha vuelto a soltar. Con 26 años tomó la alternativa y desde entonces, esa afición se convirtió en su profesión. Salvador Ruano, matador de toros.

Hay mucha gente que no conoce quién es Salvador Ruano, háblenos un poquito de usted…

Coloquialmente hablando, y más en un bar de mi pueblo, Salvador Ruano es, ante todo, un chaval joven, con 39 años, de Villamayor; aquí nací. Nací en el Hospital Universitario pero aquí es donde he vivido toda mi vida, en la calle El Prado. Soy el menor de siete hermanos; y a pesar de haber tenido épocas de volar un poco del municipio, gracias a mi profesión de ser matador de toros, pero siempre he llevado mi pueblo con mucho orgullo y por todo los rincones que me he movido o que he conseguido en la profesión de torero. Además, muy agradecido en muchísimos momentos a la gente de mi pueblo, a la peña de mi pueblo, al Ayuntamiento aquel entonces gobernado por Pepe Sanchón, el padre de Elena. Él me mostró su apoyo ayudándome aquí en novilladas, en festivales…Eso te cuento un poquito de Salvador Ruano.

¿Qué ocupa su tiempo hoy en día?

La verdad que no paro nada. Como concejal de Villamayor en la oposición, desempeño con mucha dignidad las tareas que ocupan la oposición: aparte de venir a los plenos, las comisiones, de estar muy informado del meollo del Ayuntamiento, reuniones internas que tenemos el equipo, estamos muy pendientes de todo lo que acontece como oposición que somos. Otra parte de mi tiempo, continúo desempeñando mi profesión. No toreo actuando como matador todo lo que quisiera pero actúo en muchas corridas como sobresaliente. Para el que no lo sepa, eso es cuando un torero mata seis toros, voy de espada reserva; o en los mano a mano, hago bastantes festejos de director de lidia. Con la categoría que tengo de matador de toros puedo hacer muchos municipios, estar pendiente… Igual que se necesita Guardia Civil o un veterinario, se necesita un profesional. Organizo algún tema, también, de espectáculos, de cosas de toros… Doy clases a alumnos, tanto a aficionados como a chavales. Hago deporte, que me encanta, aparte que era concejal de deporte, pues me encanta salir a correr, salir a la montaña, salir a caminar, el gimnasio…No paro.

¿De dónde viene su afición por la tauromaquia? ¿Por qué decidió ser matador de toros?

Yo creo que desde pequeño, yo puedo presumir, independientemente que no haya sido figura o que no he estado anunciado en los mejores carteles, que es vocacional. De pequeño, mis amigos querían ser futbolistas; otros querían ser bomberos; otros, médicos… Yo quería ser torero. Mi padre siempre me lo inculcó mucho. Me llevó mucho a los toros, me facilitó todo mucho, me apuntó a la Escuela de Tauromaquia… Yo creo que desde muy pequeñito, yo no me sentaba a ver un partido de futbol, yo no me sentaba a ver “Espinete”, o “Epi y Blas”… Yo me sentaba a ver una corrida de toros, que antes se televisaban mucho. Mi padre me llevaba el 12 de junio a ver Las Hermanitas, me llevaba con él a ver toda la feria de Salamanca, los municipios de por aquí… O sea esto es vocacional al mil por mil

DSC_0479Torero, y siempre de “sobresaliente”, valga la redundancia. Dirige la escuela de aficionados prácticos de Salamanca, con el fin de acercar el mundo del toro a todos los taurinos. Mantiene la ilusión, asegura, pero siempre desde la experiencia y sabiendo la realidad que rodea la tauromaquia. No piensa en tirar la toalla pues, a pesar de las dificultades, sus sentimientos y todo lo que lleva dentro pueden con todo lo demás.

 

 

Sabemos que es Director artístico de la escuela de aficionados prácticos de Salamanca, cuéntenos qué se hace desde allí.

Este es el tercer año que llevamos con esta actividad. Lo hacemos aproximadamente lo que dura un curso escolar, jueves y sábado, dos horas y media cada día. Yo, como estaba viendo muchos ataques en el mundo del toro, pues vi que podía aportarle un granito de arena a esto. Ya estas iniciativas se hicieron desde Madrid, compañeros míos, Fernando Cruz, Dávila Miura desde Sevilla, y la verdad que resultó un éxito. Empezamos haciéndolas en el Hotel Doña Brígida, luego ya nos hemos tenido que trasladar al pabellón de los Villares o la Plaza de Toros de Salamanca. Esta iniciativa trata de acercar el mundo del toro a los aficionados, no solo que se sienten a ver una corrida de toros o que vayan a un tendido a sentarse; sino que, le damos la oportunidad de torear de salón; de ver lo que pesa un capote; de ver lo difícil que es torear; le presentamos a toreros para que charlen con ellos; vemos con ellos festejos, videos, le vamos diciendo cosas; y en algunos casos, los ponemos delante de alguna vaquita, prácticamente sin peligro para que ellos noten esa adrenalina. Además, tenemos visitas culturales, vamos a ver algún museo, vamos todos juntos a ver una corrida de toros… O sea que es una actividad muy completa, es el tercer año que lo estamos haciendo, con opción de continuidad.

Muchas de sus actuaciones son como sobresaliente, ¿qué diferencias hay a la hora de preparar estas corridas?

La diferencia es que, muchas veces que toreas, he estado hace poco en Castellón, en Valencia… ahora tengo el verano, gracias a Dios, bastante movido de festejos, hay días que apenas puedes pegar dos o tres capotazos; hay otros días que sí, u otras veces como fue mi caso, una corrida de toros que toreaba Eduardo Gallo en Guijuelo, me quede con tres toros para mí. La diferencia que hay es que tienes que prepararte para torear algún toro, dos, tres… y en algunos casos no pegas más que dos o tres capotazos. Yo lo pongo un símil como ese jugador que entrena bastante y está en el banquillo, y con un poco de suerte juega el descuento o no lo sacan… ese jugador también tiene que ir a los entrenamientos y hacer todo. Diferencias no hay ningunas lo único que pasa que el resultado puede ser que torees, que intervengas más o menos en función de cómo resulte la tarde.

En su situación y tras casi 13 años de alternativa, ¿se mantiene la misma ilusión?

Si te digo que sí, te miento. Lo que pasa que es tan grande lo que uno siente y lo que uno lleva dentro… date cuenta que yo entré en la escuela con 14 años, son más de 20 años. La ilusión uno la mantiene, pero ya siendo realista, y sabiendo que ya es difícil que te lleguen las oportunidades, pero la pregunta que me has hecho yo te digo que sí que las ilusiones están, pero realistas, sabiendo de todas las circunstancias que se dan, de cómo está ahora todo el panorama taurino de movido, de chavales jóvenes con veinte o veintipocos años que vienen y están ahí con las figuras del toreo… Ya te pones un poco realista y sabes que puedes seguir entrenando, puedes estar metido en la profesión, pero ya cada vez se aleja más ese sueño de poder torear sesenta corridas de toros y poderte hacer millonario de la profesión. Pero lo que yo siento no me lo puede quitar nadie.

¿En algún momento ha pensado en tirar la toalla?

Ha habido momentos duros, mucho tiempo atrás; pero luego muchas veces dices, yo creo que el tirar la toalla, iría un poco contra lo que sientes. Estaría defraudándome a mí mismo, el primero; o sea, el tirar la toalla y decir: “ya se acabó, ya me olvido totalmente de esto”, me estaría defraudado a mí mismo y si te soy sincero, me estaría haciendo un poquito más infeliz. Por lo tanto, trato de saborear todo lo que venga: un tentadero, una jornada de toreo de salón, una jornada con mis compañeros, un día de sobresaliente en una plaza importante como puede ser Sevilla, Madrid… trato de saborearlo y ahora mismo, esos pequeños alicientes son los que me hacen no tirar la toalla. Sí que lo he pensado en algún momento de calentura, ¿merece la pena tanto? Ha habido momentos, meses, que he dicho no quiero ver una revista de toros, no quiero ver una corrida de toros, no quiero ver un capote… pero al final cae uno, y no se puede ir contra una cosa que se lleva tan arraigada.

La grave cogida que sufrió en GDSC_0495uijuelo en 2010, le hizo resurgir y seguir afirmando que todo eso valía la pena. De su profesión, se lleva muy buenos recuerdos: premios, viajes, faenas… Sensaciones únicas. Una cornada a un compañero banderillero, afirma, es el peor de los recuerdos que tiene del mundo del toro. Lo que el mundo del toro le ha dado, no se lo ha dado nada más.

 

En el 2010 sufrió una grave cornada en la plaza de Guijuelo, ¿qué siente un torero en esos momentos?

Para mí ese día, ese año, hubo un momento que me dio un pequeño resurgir. En el 2009, yo toree tres corridas de toros: una en Portugal, otra en Ermua y otra en Peñaranda. Y en el 2010, mataba Eduardo Gallo seis toros en Guijuelo y me ofrecieron la oportunidad de poder asistir. Era benéfico, desinteresado, no cobraba ni un duro. Eduardo Gallo, con mala suerte, en el segundo toro, al saltar al callejón se fractura un dedo y nos quedamos con cinco toros el otro sobresaliente y yo. Le corté una oreja al primer toro de Vellosino, le corté otra oreja al otro de Valdefresno; y en el último toro me fui a puerta gayola, lo recibí bien y quise pegarle otra, pero ya se me quedó debajo, me pegó una cornada, me arrancó la vena safena… fue un buen golpe pero, gracias a Dios, quedó en un susto. Buenos médicos, buenos medios… me atendieron en la UVI de la plaza de Guijuelo y salió todo perfecto. Luego, me dieron la oportunidad de volver a torear el 12 de junio un festival en Salamanca, volví a torear otro par de corridas de toros… toreé en la feria de Guijuelo, no tuve mucha suerte con una corrida que toreé de Montalvo, pero mira, de eso que me curé fenomenal fue un poquito el volver a resurgir y el decir: “sigo contando”. Luego quedó en una anécdota pero ese año me ilusionó y si me apuras, a pesar de la cornada, me dieron más ganas de seguir luchando, de decir: “a pesar de todo, merece la pena esto”.

¿Cuál es su mejor recuerdo como torero?

Me llevo bastante. No te puedo decir que me lleve una faena en una plaza importante porque no la he conseguido, pero me voy a remontar un poquito más tiempo atrás. Yo pienso que me llevo un recuerdo muy bonito en mi época en la escuela taurina cuando gané la Liga de las escuelas, que antes tenía mucho prestigio. Quedé triunfador de la liga a nivel nacional en Algeciras. Me llevo un recuerdo muy bonito de mi debut con caballos aquí en mi pueblo, le corté las orejas a la novillada. Fue como el decir, ya he acabado una época de la escuela y debuté. Luego como matador de toros, ha habido momentos bonitos. He tenido una época que estuve en el Perú toreando; saboreé dentro de la dureza que es aquello, cosas bonitas gracias a la profesión: viajar a un país por el mundo del toro. Me llevo el recuerdo de algún toro que he toreado agusto aunque sea en un municipio, en un pueblo… Son sensaciones únicas que si no fuera matador de toros no me las llevaría.

¿Y el peor?

Se me viene ahora a la mente de una novillada en Vitigudino, que no salieron las cosas, y nada más acabar la novillada, aparte de no salir las cosas, cogió a un compañero banderillero y le pegó dos cornadas. No me salieron las cosas, me estaba desvistiendo en el hotel y solo tenía ganas de ir al hospital a ver a mi compañero. Me llamaron al día siguiente para hacer una sustitución en un pueblo y decidí no hacerlo. Pero con algo negativo, no me quedo con nada.

Lleva por lema “Carpe Diem”. Vivir el momento y disfrutarlo. Aprovechar todas las opDSC_0498ortunidades y seguir “enganchado” al toro, siempre desde la constancia, la dignidad y profesionalidad. Encantado con el panorama actual de toros y toreros, vaticina un futuro esperanzador y positivo al mundo del toro. Si a eso le añades todos aquellos taurinos que defienden la fiesta nacional, el resultado será grandioso. A pesar de ello, considera que debería rebajarse el precio del IVA y la seguridad social en ese tipo de festejos, para que los empresarios pudieran bajar el precio de las entradas. Le encantaría poder retomar los festejos taurinos en Villamayor, asegura, pero sabe que hay necesidades más importantes en el municipio.

¿Qué espera de esta temporada? ¿Qué compromisos tiene?

Como te decía antes, trato de disfrutar el día a día. He actuado en dos plazas, Castellón y Valencia, aprovechando la oportunidad que me dan tanto el apoderado de López Simón, que tengo una amistad muy bonita tanto con Julián Guerra como con Alberto, y casi todos los compromisos que tiene mano a mano o de seis toros me los da. Y lo que yo espero de esta temporada es poder disfrutar cualquier momento que me venga. En el mes de agosto tengo hablada algunas cosas para vestirme de luces, o algún festival. Los días que actúe de sobresaliente si tengo que intervenir en un quite, hacerlo lo más profesional y lo más lucido. O sea que yo de esta temporada lo que espero es poder desempeñar los papeles que me toquen, con la mayor dignidad, la  mayor profesionalidad y el mayor sentimiento. No tengo una meta en concreto de poder decirte “me gustaría pisar el albero de Salamanca”, pues es difícil pero bueno donde surja la oportunidad o donde me toque desempeñar mi papel de matador de toros.

En cuanto al tema ganadero, ¿cree necesaria la diversidad de encastes?

Viene muy bien. A mí cuando los aficionados dicen: “es que las figuras solo matan un tipo de toro”. No, las figuras saben que el día que ellos torean tienen una responsabilidad muy grande, va mucha gente a verlos, y matan el toro que ellos creen que puede dar espectáculo. Ahora mismo está muy de moda el encaste Domecq pero de verdad, son encastes que son bravos, que tienen movilidad, que tienen fuerza… Yo creo que los figuras se encasillan en ese tipo de encastes porque es el que garantiza más el espectáculo. Yo no dudo de que El Juli, Sebastián Castella, Manzanares… puedan matar una corrida de Miura, puedan matar una corrida de Victorino, puedan matar una corrida de cualquier otro encaste; lo que pasa que claro, si tú vas a ver a El Juli o a José María Manzanares matar una corrida de Miura, no le vas a poder ver cómo pueden torear un toro de Núñez del Cuvillo, como pueden torear un toro de El Pilar, como pueden torear un toro de cualquier otra ganadería. Por eso es bueno, en nuestra escuela se lo insistimos mucho a los alumnos, que los toreros miran por el bien del espectáculo. El espectáculo es el que paga la entrada, la manera de defraudarlos menos es con un toro que te permita poderle pegar 40 muletazos seguidos y son ese tipo de encastes, vamos a decir el encaste Domecq.

¿Cómo ve el futuro de la fiesta? ¿Qué debe mejorar el mundo del toro?

El futuro de la fiesta lo veo muy bien porque hay buenos ganadores y toreros brutales de evolución, de ambición de ganas… Entonces ya estamos hablando que habiendo toros y habiendo toreros esto no se acaba. Los ataques que estamos sufriendo quizá han hecho que nos despertemos gente que estaba dormida para reaccionar, y para decir aquí estamos. Llámalo minoría o llámalo X, pero aquí estamos un grupo de gente que lo defiende a pesar de los momentos dificultosos que está sufriendo la fiesta pero yo no la veo en peligro. No la veo por lo menos, a corto/medio plazo, a largo plazo no te puedo decir. Ahora mismo el sentimiento que hay, no veo que esto termine. Por otro lado, estamos haciendo una cosa bastante bien que es tratar de enseñar la fiesta en su totalidad a los pequeños y aficionados. El que pasa por taquilla hay que enseñarle la dehesa brava, hay que enseñarle la vida que hace un torero, hay que enseñarle parte de los entresijos de este mundo y en eso nos hemos puesto las pilas. ¿Qué mejoraría yo? Sería bueno que ahora mismo dejaran un poquito respirar para poder bajar las entradas, que yo también me pongo en el punto de vista de los empresarios y un espectáculo cuesta mucho, pero un 21% de IVA en las entradas repercute sobre todo al que pasa por taquilla, la seguridad social de los festejos son muy caros. Hay ahí una serie de gastos que sí sería bueno bajar las entradas. Yo bajaría el precio del IVA y de la seguridad social para que el empresario no achuchara tanto al que pasa por taquilla.

Usted debutó sin caballos y con caballos en Villamayor, ¿cree que se debería intentar recuperar los festejos taurinos en la localidad?

Me encantaría, lo que pasa que sucede una cosa: cuando yo debuté aquí en el pueblo, en el año 1993, que debuté sin picadores, y en el año 1996 que debuté con picadores, el municipio era totalmente distinto al municipio de ahora. ¿Por qué? Porque antes éramos menos vecinos. El pueblo no tenía tantas necesidades como ahora. Yo ahora mismo, dentro de un Ayuntamiento, veo que si se va a hacer un despliegue económico para poder recuperar esto, creo que no es el momento actual económico. Me tapo el corazón un poquito y prefiero ser frio y decir “prefiero que el pueblo se beneficie de otra serie de cosas”; pero por supuesto, que me encantaría y es una espinita clavada. Ojo, no el que yo quiera aquí torear, pero me encantaría que vinieran los chavales de la escuela a torear un festejo, que hubiera algo. Yo creo que en Villamayor sí hay su afición, pero habría que escarbarle, habría que hurgarle. Yo aquí conté  con una peña de en torno a 140 socios. Me ayudaba el equipo de gobierno que estaba antiguamente, me ayudaba la peña taurina, el Bar La Plaza… A mí me han ido a ver gente de la peña a Nimes, me han ido a ver a Valencia, me han ido a ver a Algeciras, o sea gente que ha sacrificado su tiempo y su dinero por estar conmigo. Hacíamos salidas al campo, inviernos culturales… El toreo mezclaba todo eso. Es lo que quiero que vea la gente, que el toreo no es solo sacrificar al animal. Gracias al toreo se dan puestos de trabajo, escultura… hay muchas cosas alrededor del toreo que no solo es sacrificar un animal una tarde en una plaza.

DSC_0481Matador de toros, director de escuela y concejal. Proviene de una de las familias más conocidas en el municipio. Hermano de Dori Ruano, una de las ciclistas más premiadas en el panorama nacional. Orgulloso de su hermana, pero sobre todo orgulloso de sus padres y la educación que estos le inculcaron. Creció en Villamayor, e inauguró los pasillos y clases del colegio “Piedra de Arte”. Como cualquier chaval de pueblo, vivió las fiestas como quinto y entre las peñas. Salvador Ruano es hijo de Villamayor.

Háblenos un poquito de cuál es su vinculación con Villamayor.

A parte de lo que te comenté al principio, yo he estudiado aquí 10 años. Hice 8 de EGB y 2 de Primaria. El colegio de Piedra de Arte lo inauguramos nosotros. Los recuerdos que yo tengo aquí, mantengo el trato con todos mis compañeros. A partir de los 14 años que me apunté de la escuela taurina, volé un poquito del pueblo pero entre comillas porque luego seguí aquí viviendo con mis padres. Toda mi infancia la he vivido aquí, yo he sido aquí quinto con mi gente del pueblo, he vivido en la calle El Prado, al lado del Restaurante La Caserna, una calle sin asfaltar, ahí hemos jugado a las bolas, al clavo, a las canicas… a todo. Yo aquí he jugado en el frontón cuando era solo de una pared en el Ayuntamiento. Es que recuerdo todo: la primera urbanización que se empezó a construir fue Las Canteras, luego Los Almendros… Me puedes preguntar cualquier cosa porque recuerdo todo. Me he criado aquí y mantengo un trato fenomenal con todos mis amigos. Ha sido vida de pueblo.

Proviene de una familia muy conocida en el pueblo, especialmente por la labor de su hermana, Dori Ruano. ¿Qué se siente al ser hermano de una ciclista tan premiada y reconocida?

Es un orgullo. A mí muchas veces me hace gracia porque me dice la gente “tú eres el hermano de Dori” y les digo “¿Yo? Y otros cinco, que somos siete”. Sobre todo, se te cae la baba ahora que pasa el tiempo, el ver lo que ha conseguido, el palmarés que tiene. A veces, te deja pequeño. Pero sobre todo muy orgulloso de mis padres; a Dori la quiero con locura, como quiero al resto de mis hermanos; pero sobre todo orgullo por mis padres. Ellos nos han dejado una educación muy liberal tanto a nivel de estudios, como a nivel de hobbies, como a nivel de profesiones para decir “hijo, hija, lo que a ti te haga feliz”. Es eso, sobre todo estoy orgulloso de mis padres de decir “¿una hija quiera optar por el ciclismo?, pues uno por el ciclismo; ¿que los otros tienen vidas más anónimas y pueden ser tan felices como nosotros sin llegar a tenerle que hacer ninguna entrevista un periódico? Pues cada cual lo suyo”. Siempre muy orgulloso de ella, de mis padres y de la piña de los hermanos que siempre hemos estado bastante unidos.

Para acabar, ¿hay algo que no le haya preguntado y le gustaría añadir?

Me gustaría comentar un poquito sobre mi papel como concejal en el municipio. Estar en la concejalía me ha aportado, a parte de un enriquecimiento personal, un poco mi desconocimiento de cómo funcionaba un ayuntamiento. El sentido común lo he utilizado al mil por mil. Me ha servido mucho para conocer cómo funciona un ayuntamiento, a nivel intervención, a nivel secretaria, a nivel servicios, a nivel todo. Me llevo un enriquecimiento que me abre muchas puertas, y es por ello que estoy agusto en la oposición, y si volviera a gobernar yo creo que ya con la experiencia de haber estado tanto dentro, como del otro lado, podría haber mejorado un poquito y estoy encantado de haber sido concejal de Villamayor y no me importaría volver a seguir en el municipio, trabajando para él.

Un miércoles más, pero para mí especial. Especial no solo por la compañía sino también por el lugar. Después de nuestro mítico café en el Bar Mistyca, Salvador Ruano pudo enseñarnos un poquito más su profesión con cuatro capotazos y su muleta.

DSC_0501Después de poder hablar con un matador de toros, algo que nunca había hecho, he podido llegar a varias conclusiones. La primera y no menos importante, el esfuerzo y sacrificio de todos y cada uno de los jóvenes que un día llegan y dicen: “papá, mamá, quiero ser torero”. Tras esta charla, he podido comprobar que el camino hasta la gloria, es muy amargo, aunque muy satisfactorio. La segunda, que a pesar de la diversidad de opiniones, todas ellas respetables, el mundo del toro es único. Y digo único, porque hace felices a muchas personas, y se crean unos sentimientos muy difíciles de explicar. Hoy, Salvador ha intentado hacerlo pero creo que sus palabras y sus ojos me transmitían que todo lo que me estaba contando se quedaba corto para lo que el sentía. Y por último que, aunque muchos no lo comprendan, un matador de toros es ante todo, persona. Una persona con su familia, su vida, sus intereses y su profesión. Una profesión que llevan por bandera, y de la que puedo asegurar, corre por la sangre.

Gracias SalvDSC_0504ador. Gracias por enseñarme un poquito más de ese gran mundo de la tauromaquia. Gracias por tu amabilidad, sencillez y cercanía.

Gracias porque con esta entrevista, puedo sentirme aún más orgullosa de ser taurina. Larga vida a la Fiesta Nacional.

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