Tomando un café con… RAMIRO MORÁN, Presidente del Club Deportivo La Armuña.

Si algo me gusta de los cafés de los miércoles es el poder que tienen de mostrarme mundos y facetas tan desconocidas para mí. Lo que estoy aprendiendo con estas entrevistas va más allá de alimentar la pura experiencia profesional, sino aprender a conocer y descifrar a muchas personas que tienen algo que aportar a nuestro pueblo. El caso de hoy, más allá de su papel en Villamayor, es destacable su carrera profesional, o lo que es lo mismo, su carrera deportiva.DSCN2416

Decía Heywood Hale, un escritor, periodista y comentarista deportivo estadounidense: «El deporte no construye el carácter. Lo revela.« Si es cierta esta afirmación, no cabe duda que nuestro entrevistado de hoy es la constancia y esfuerzo en persona. Hablo de Ramiro Morán, muchos lo conocerán por estar entre uno de los mejores atletas españoles; otros, sin embargo,  conocerán a Ramiro, el presidente y responsable del Club Deportivo La Armuña, y de la Escuela de Atletismo del municipio; otros, como yo, no conocíamos ninguna de estas dos facetas, pero a través de esta entrevista podremos conocer un poquito más quién es Ramiro Morán.

Zamorano de nacimiento, residente en Salamanca. Su pasión por el atletismo le viene de muy pequeño. Doble campeón de España, llegó a compartir pista con los mejores atletas del panorama nacional. Amante del atletismo, dedicó gran parte de su vida a la competinción de alto nivel, pero fue su edad y situación familiar quienes le hicieron replantearse su carrera y ver su profesión desde otra perspectiva.

¿Cómo llegó al mundo del atletismo?

Todo esto vino gracias a un profesor muy majo que tuve en 8º de EGB, y luego al llegar al instituto con 12 o 13 años, fue cuando más me lo empecé a tomar en serio; así como en los juegos escolares, como se inician ahora los niños.

Hay mucha gente que desconoce qué hace en  realidad un atleta. Cuéntanos un poco de sus rutinas, cómo se prepara… 

Depende de los inicios. Yo te digo que tuve la suerte de tener buenos profesores e iniciarme en una escuela de atletismo. Lo primero es aprender y aprender despacio. Igual que empiezas caligrafía, a hacer letras; pues así hay que empezar a correr. Yo es a lo que me dedicaba. Ya sabes que el atletismo tiene varias modalidades: la de salto, lanzamiento, marcha atlética y carrera de velocidad, vallas, sin vallas… Bueno lo primero es aprender y a raíz de aprender en una escuela dentro de un grupo, el trabajo en un grupo de tu misma edad, es lo que te motiva y te hace ir creciendo en retos. Desde los primeros objetivos que pueden ser participar en juegos escolares, en dos o tres años te empiezas a hacer ilusiones de participar en Campeonatos de España o incluso de ganarlos.

Si tuvieras que resumir tu carrera profesional en unas breves  palabras, ¿que me contarías?

En general ha sido positiva. Yo he hecho mi vida a través del deporte, por eso por eso hace diez o doce años cuando deje de correr creamos un club deportivo con la idea de ofrecer a la gente un medio favorable para que se desarrolle a través del deporte. A mí me ha hecho mucho bien. En una palabra no sabría definírtelo, ni en dos, ni en tres, ni en veinticinco mil, más que ha sido positivo. Para mí ha sido muy positivo en todos los aspectos, aunque ha tenido sus momentos; de lesiones principalmente e incomprensiones también; pero en general, muy positivo. Si empecé con doce años, aunque he hecho otras cosas paralelas, el fundamento principal siempre ha ido encaminado a través del deporte.

¿Hay algún recuerdo bonito o inolvidable que quieras destacar a lo largo de tu carrera?

Sí. Normalmente se recuerdan las etapas en las que has tenido éxitos importantes: que has conseguido una medalla en un campeonato, que has sido internacional… Bueno pero también me quedo con otros pequeños detalles, otras carreras de menor importancia para el gran público pero que para mí han sido importantes; y sobre todo me quedo con la relación que he tenido con muchísimas personas, que ha sido muy positiva. Hace pocos días la hemos retomado con un encuentro que hemos hecho en Madrid atletas de mi generación y otros por encima y por debajo, de la prueba que yo hacía, que eran los 3000 metros obstáculos. Al fin y al cabo, es un medio para relacionarte y si siempre lo haces en positivo te da muchas satisfacciones.

¿Y algo que sería mejor olvidar?

Bueno, alguna incomprensión, alguna idea rara del deporte… No sé, acciones que no se interpretan bien, no vale cualquier cosa para conseguir los éxitos deportivos. En fin, cosas de esas, alguna visión negativa. Pero más que por mí, no porque lo tengo claro, sino por lo que puedan interpretar los demás de nuestro deporte.

¿Que se siente al estar entre los primeros puestos de los mejores atletas españoles?

Una satisfacción, claro. Una satisfacción que vives en ese momento. Ahora, quince años después, como en el encuentro que te comentaba anteriormente en Madrid, lo ves de otra manera y dices: «anda, pues sí he debido de conseguir algo importante» porque ha calado en la gente, porque son marcas que no se baten con facilidad… Satisfacción en general.

¿Cuando y por qué decidiste decir adiós al atletismo de alto nivel?

Porque ya tenía 33 o 34 años, y el deporte en general es salud, y no siempre tiene que ir relacionado con la competición. Llegas a una edad que tienes compromisos familiares, que el deporte ya no solo consiste en estar a un alto nivel, sino que también te exige que estés en disposición de viajar casi todos los fines de semana. En esa edad yo ya tenía familia, tenía dos hijos y entonces te apetece en esa etapa disfrutar de más cosas.

Ahora que ves todo desde otra perspectiva, ¿hay algo de todo aquello que echas de menos?

La motivación que te produce la propia competición, el tener un objetivo. Antes lo tenía a nivel deportivo exclusivamente, ahora digamos que me preocupan los demás. Todo el equipo, al fin y al cabo, es un objetivo. No echo nada de menos; yo creo que cuando lo hice lo disfruté tanto… Ni creo que me haya quedado nada por hacer, o tal vez sí, tampoco soy adivino. He sido contemporáneo de campeones olímpicos, y yo con el Campeonato  de España es con lo que me he quedado, o sea que he estado con gente buenísima, una generación extraordinaria. Pero no, no creo que me haya quedado nada por hacer, ni hecho de menos nada.

Portador de la antorcha olímpica del DSCN241792. Fue el principal precursor de un pequeño proyecto que surgió hace ya diez años en tierras armuñesas. Hablo del Club Deportivo La Armuña un club que se ha ido formando zancada a zancada, en los últimos años de su carrera deportiva y que finalmente se hizo realidad gracias al apoyo de sus compañeros. Con más de 200 alumnos y 5 sedes por la comarca de La Armuña, Ramiro Morán preside este bonito proyecto que tiene como objetivo fomentar el deporte entre los más pequeños, y por qué no, dar oportunidades a aquellos que quieran llegar un poquito más allá. Organizador de las principales carreras que se celebran en el municipio, no cabe duda que una parte muy importante de su vida, la dedica al atletismo.

¿Cómo y por qué surgió el Club Deportivo La Armuña?

Surgió por la necesidad de decir que esto es bueno, que yo lo he vivido de forma positiva y tenía ganas de enseñarlo a los demás, y por eso empezamos un plan experimental en 2005, en San Cristobal de la Cuesta con 10 o 12 alumnos, y ahora tenemos  cinco escuelas con más de 200 alumnos.

Mucho vecinos desconocíamos la existencia de este club, ¿que se hace desde allí?

Principalmente, aquí en Villamayor, estamos con la Escuela de Iniciación al Atletismo, a la que acuden niños y niñas a partir de 4 y 5 años. Ya llevamos aquí 8 años, y le damos la proyección y la opción de seguir, según van creciendo, en el Helmántico también, que es otro centro donde tenemos atletismo para seguir con sus carreras deportivas si ellos lo deciden. En principio, el asistir a las clases los lunes y miércoles de 5 a 6 ya es suficiente para que se lo pasen bien y los niños se queden con los aspectos positivos del deporte. También le damos la opción de participar en juegos escolares, en deporte federado, y ya te digo, una vez que han pasado una edad, si quieren seguir en el atletismo pues ahí estamos y le damos esa oportunidad desde el club.

¿Cuántas personas están relacionadas con el club? Háblanos de su organización.

Estamos en el décimo aniversario del club, empezamos en el 2006 con un club muy pequeñito en San Cristobal de la Cuesta, y luego se extendió a Monterrubio, Villamayor, Cabrerizos, Castellanos y el Helmántico, o sea que tenemos cinco núcleos de atletismo de formación, y luego tenemos un grupo también de adultos. Concretamente, en Villamayor, ahora mismo hay 30 alumnos menores y luego hay un grupo de adultos de padres y madres que participan con nosotros.

También quiero dejar constancia del excelente equipo de monitores y atletas que en estos diez años hemos conseguido formar, los cuales soportan todos los aspectos técnicos y sociales del club y que sin ellos todo este proyecto no sería posible.

Como presidente del club, ¿cuáles son las tareas que te toca realizar?

Un presidente de un club modesto y un club de atletismo hace de todo. Mi labor principal,  la representación como presidente es mas testimonial,  es dirigir los entrenamientos, coordinar las actividades, promover actividades nuevas con todos los ayuntamientos. A parte de todo esto, el seguimiento de todos los alumnos, organizamos carreras populares, olimpiadas infantiles y participamos en todo aquello que el calendario nos  permite. Principalmente, es más el trabajo técnico que el representativo como presidente.

Además eres responsable de la Escuela de Atletismo de Villamayor, ¿qué actividades se programan?

En concreto aquí, a lo largo del curso escolar se imparten clases de atletismo adaptadas a las edades de los niños, con tres monitores, lunes y miércoles de 5 a 6 en el pabellón del pueblo. Además, estamos en la realización de la carrera Villamayor ASPACE, en la carrera del Turrón, y alguna vez que hemos hecho olimpiadas infantiles en el pabellón. Las carreras siempre han tenido buena cogida. La del Turrón ya ha superado los 500 o 600 participantes, la de ASPACE ronda los mil, y las olimpiadas infantiles es propia para los niños, y es un evento en homenaje a ellos. Están durante todo el año haciendo atletismo y es un premio: le montamos una pista de atletismo portátil en el pabellón. También hemos hecho cosas paralelas como una convivencia solidaria,  colaboramos con la ONG James Moiben e hicimos aquí una jornada de convivencia.

¿Cual es el balance de tu presidencia en el Club Deportivo La Armuña?

 Modestia a parte, hemos crecido bastante. Ya no solo en el ámbito puramente deportivo y competitivo, que también; en estos diez años, ahora tenemos niños y niñas con opciones a ir a Campeonatos de España, tanto a nivel individual como por equipos; pero sobre todo en el aspecto social. Tenemos una visión del deporte diferente: solidario, y también la implicación de los padres al deporte.. Hemos dado opciones incluso de trabajo y de inserción laboral a monitores que tenemos contratados. Todo eso es muy positivo.

Además de su labDSCN2418or en el mundo del atletismo, Ramiro Morán dedica su tiempo a otros menesteres. Viña Ver, vino de la tierra que le vio nacer, es uno de sus nuevos objetivos. Ese vino que lleva por nombre las iniciales de sus tres hijos, le está permitiendo conocer mundos hasta el momento desconocidos. Haga lo que haga, está claro que Ramiro lo hace desde el corazón, y eso se nota.

Dejando de lado un poco el atletismo, sé que estas muy relacionado con el mundo del vino, ¿qué me puedes contar de eso?

El vino es relativamente reciente, de hace seis años. Tenemos en Corrales del Vino (Zamora) una casa solariega con bodega y unas viñas, y al fin y al cabo, eso trae ilusión igual que el deporte. Es ahí donde encuentro cierto paralelismo, de hecho patrocinamos todas las carreras que organizamos y eventos con nuestro vino. Es otro objetivo que también tiene largo recorrido, incluso más que el deporte, que por edad, un día ese tema competitivo se te acaba, y fue una casualidad. No tenía ningún antecedente ni nada con este mundo, pero bueno fue un tren que pasó, me subí y hasta el momento también estamos encontrando muy buena gente en este mundo, y siempre vamos a quererlo llevar con el deporte. Intentamos hacerlo con la misma naturalidad que hacemos el deporte, la misma seriedad, rigurosidad, y los mismos objetivos de llegar a lo más alto. DSCN2420

Cercano, dicharachero y amable. Esas son las tres palabras con las que definiría a Ramiro después de nuestra charla de hoy. El Bar Mistyca, un día más, fue testigo de una conversación en la que pude aprender mucho del mundo del deporte. Y es que el mundo del deporte va mucha más allá de una preparación, calentamiento y competición. El mundo del deporte trae consigo compañerismo, satisfacción y pasión.

Ramiro Morán me ha enseñado que no hay victoria sin esfuerzo, y no hay esfuerzo sin ilusión. Y con eso ya es más que suficiente.

 

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