Cuántas personalidades, facetas y profesiones hemos tenido en cada café en Portalvillamayor… ¡Cuántas! Sin embargo, con Ágata hoy dejamos de lado cualquier puesto destacado, representación u ocupación. Hoy entrevistamos desde nuestra perspectiva más humana. Quién iba a decirles a aquellos vecinos de Villamayor del siglo pasado que entre sus vecinos, también encontraríamos a extranjeros. Sí, ahora lo vemos como algo muy normal, pero antes no estaban tan acostumbrados a ver a gente de fuera del país entre sus calles.
Decía John Dos Passos, novelista y periodista estadounidense: “Puedes arrancar al hombre de su país, pero no puedes arrancar el país del corazón del hombre”. Quizá nuestra entrevistada de hoy viene por su condición de extranjera, pero no me gusta decir esto porque Ágata tiene muchísimas cualidades más que destacar antes de ser extranjera. Sin embargo, es una faceta muy importante que aún no habíamos tocado en esta sección.
Agata Marciniak, polaca residente en Villamayor. Llegó a Salamanca para estudiar un Máster de Traducción e Interpretación, sin saber que este sería su lugar de residencia. Su primer trabajo en España fue en la primera edición del Campamento Bilingüe, y desde ese momento no se ha desvinculado de él. Cercana, correcta y muy disciplinada, así es Agata, nuestra polaca-salmantina.
¿Cuál es su procedencia? Háblenos de dónde nació y por qué decidió abandonar su país.
Soy polaca, nací en Polonia y la verdad que yo no usaría la palabra abandonar porque siempre he tenido una relación muy cercana con mis país natal. No lo he llegado abandonar del todo nunca porque voy cada vez que puedo, pero sí que es verdad que ya desde pequeña como parte de mi familia vive en Inglaterra desde siempre pues con ellos siempre me comunicaba en inglés y sí que llegó un momento de mi vida que por tema de ampliar mi formación, ya decidí yo mudarme a Inglaterra; pero siempre he mantenido una relación muy próxima con Polonia que es donde nací.
¿Cómo llegó a Villamayor? ¿Cuántos años lleva aquí?
Llegué a Villamayor en julio de 2007, así que hace ya diez años. Llegué porque a partir de septiembre de 2007 iba a estudiar el Máster de Traducción e Interpretación de la Universidad de Salamanca, y el verano antes estaba buscando ya algún trabajo, también para ir conociendo la zona y es cuando me entrevistaron para un puesto de profesora en un campamento bilingüe. Así fue como conseguí mi primer trabajo aquí y fue la primera edición del Campamento Bilingüe, que en aquel entonces lo organizaba la Asociación Virgen de los Remedios de Villamayor, con los que colaboramos en el campamento durante muchísimos años.
¿Qué tal se vive en España? ¿Está contenta viviendo aquí?
Estoy contenta, de hecho, mi primera experiencia en España no está relacionada con Salamanca ni con Villamayor, sino con la Beca Erasmus. El último año de la carrera estuve en Valladolid un año. Ahí es cuando encontré el máster en Salamanca y yo creo que cogí cariño a España. Se vive bien, pero yo creo que también cuando uno tiene una cierta estabilidad que te da tener trabajo, casi que da igual el país donde vivas. Pero sí que es cierto, yo estoy muy a gusto en España.
¿Qué diferencias hay entre la vida en España y la vida en Polonia?
Sí es diferente. De todas formas, es difícil evitar las comparaciones. Yo he tenido mucha suerte de vivir en Polonia, en Inglaterra y en España, así que uno siempre compara. Si alguien me preguntara a día de hoy en cuál de los tres me quedaría a vivir, la respuesta sería España. Yo creo que la mayor diferencia no es en el tiempo que hace, porque aquí el estereotipo de Polonia como un país en el que hace mucho frio, no es cierto. Yo aquí en Salamanca o en Villamayor paso el mismo frio que paso en Polonia. Lo que sí cambia yo creo que es el tipo de personas. La impresión que me llevé al principio es que la gente española es mucho más cercana al principio, aunque se diga que la gente de Castilla y León es muy fría, yo creo que esto es lo primero que llamó mi atención: la cercanía, el cariño que te da la gente enseguida… En Polonia la gente suele ser no fría, pero sí más distante. Lo típico que yo creo que nos choca a todos los extranjeros son los besos: los besos de saludar, los besos de despedirse… Yo que vengo de una cultura de saludar dando la mano, por lo que las primeras experiencias fueron brutales. Cuando me conocían todo el mundo se tiraba a darme besos y te sale la reacción de echarte para atrás porque eran cosas que chocaban. Luego también la gente española vive más fuera y en la calle, hay muchísima vida social en la calle. La gente sale a disfrutar del día fuera, mientras que en Polonia la gente se socializa pero suele ser más en el ambiente familiar, más en casa o cada uno en su jardín con sus familiares y amigos. No hay tanta vida en la calle. Una cosa más, que siempre también se lo cuento a todo el mundo es la gente mayor. Es una cosa que me chocó muchísimo al principio. Aquí, veía muchísima gente mayor que no dedicaban su tiempo a estar ya en casa, sino que se ve muchísimo gente mayor que sale, que quedan con sus amigos a jugar a las cartas, a tomar algo… Esto no lo he visto hasta este nivel ni en Polonia ni en Inglaterra. Es una cosa muy bonita que siempre me ha llamado la atención.
Agata vivió durante varios años en Inglaterra, país de donde procede parte de su familia, y allí perfeccionó su inglés. Actualmente, regenta una academia de inglés en Villamayor con su compañera y amiga, Joanna. Un lugar donde han encontrado el equilibrio profesional perfecto para poder hacer aquello que las apasiona. Alumnos de todas las edades y personalización de la enseñanza según el objetivo de cada alumno son las claves del éxito de esta academia que lleva ya más de una década enseñando inglés a los vecinos de Villamayor.
¿Cuándo y cómo aprendiste a hablar tan bien el español?
Fue en Valladolid, durante mi estancia con la Beca Erasmus. Cuando llegué a la ciudad, hablaba perfectamente inglés y yo pensé que con el inglés me iba a ser suficiente para poder comunicarme, pero no fue así. Aunque se diga luego que los estudiantes Erasmus que tienen la vida muy fácil, yo ante todo me tome mi año de Erasmus para aprovecharlo al máximo por el tema de idioma. Sobre todo, porque me hacía falta para comunicarme con la gente ya que por aquel entonces yo no sabía que me iba a quedar a vivir en España. Yo sabía lo básico de español, porque durante los años de mi carrera universitaria estudiábamos español, pero no era suficiente para poder seguir el ritmo de las clases en la universidad en español.
Usted que es profesora de inglés y habrá tenido de todo tipo de alumnos, ¿es cierto eso de que a los españoles nos cuesta mucho hablar inglés?
Yo creo que esto ha cambiado muchísimo en los últimos años. Sí que es cierto que el primer año que llegué a España, tenía las expectativas de que con el inglés me iba a ser suficiente y no. Tuve que aprender español para poder comunicarme mejor con la gente. A lo largo de los años que llevo en España y más dando clases de inglés, ha cambiado la actitud de la gente. Se ha despertado interés en las personas y no solo en los niños, también en los adultos, que claro una vez que tienen niños no quieren que les vuelva a pasar lo mismo que a ellos. Si me hubieras formulado esta pregunta hace diez años, seguramente te hubiera dicho que sí, que a los españoles os cuesta mucho hablar inglés. Después de estos años y trabajando con la gente, tanto adultos como niños, no es verdad. Como cualquier otro país, hay personas que tienen más facilidad para idiomas y otras que menos. Aquí ha cambiado muchísimo la actitud hacia la enseñanza de idiomas y el método de enseñar. Ahora la gente se fija más en las capacidades auditivas y expresión oral, y yo en los años que llevo trabajando aquí lo he notado.
Háblenos de la academia que tiene en Villamayor, y qué servicios ofrece.
Trabajo en una academia de inglés aquí en Villamayor. La llevamos entre mi compañera Joanna y yo, que nos conocimos las dos en otra academia de inglés donde trabajamos juntas y ahí nació entre nosotras la idea de poder crear y dar clases de inglés a nuestra manera y hemos cumplido nuestro sueño. La creamos hace siete años y el trabajo es estupendo. Una persona sola no podría llevarla sola y entre nosotras dos hemos encontrado un equilibrio, y estamos las dos haciendo lo que nos gusta. Es una academia de inglés, damos clases de inglés de lo que nos demanda la gente. ¿Hay que dar clases de apoyo escolar? Sí, pues lo que te dije antes, no todo el mundo tiene facilidad para el inglés y hay personas a las que les hace falta apoyo. Damos clases de conversación que son las que más cuestan, pero las que más satisfacción da a nuestros alumnos. Preparamos los exámenes oficiales de Cambridge, de Trinity… Ayudamos a la gente a preparar las oposiciones cuando una parte está en inglés. Tenemos grupos de niños pequeños desde 3 años y nunca hemos puesto ningún límite de edad. Yo creo que entre Joanna y yo lo que hemos conseguido es que no sean cursos de inglés donde se siga un libro, damos un servicio personalizado y siempre lo adaptamos a las necesidades y las expectativas de los alumnos.
Organiza, junto a su compañera, el Campamento Bilingüe que se celebra cada año en nuestro municipio, para que los más pequeños pasen unas vacaciones diferentes, donde el inglés y la diversión sean los protagonistas (Si quieres saber más, pulsa aquí). Apasionada del futbol y culé. Le encanta su profesión y asegura sufrir incluso más que los alumnos cuando estos tienen que enfrentarse a algún examen. El cariño y el afecto es lo que se lleva de todos sus alumnos y afirma que ser profesora es una experiencia muy enriquecedora.
También organizan el campamento bilingüe que se celebra verano tras verano en Villamayor, resúmame en qué consiste este campamento.
El campamento, al principio, se hizo a través de la Asociación Virgen de los Remedios. Desde hace dos años colaboramos con el Club de Arqueros de Villamayor, con los que colaboramos a la hora de organizarlo. La idea principal del campamento es que los niños sean felices y disfruten, porque sabemos que es verano y lo que no quieren son clases de inglés. Lo que le estamos ofreciendo es una inmersión 100% a las actividades donde solamente se habla inglés, pero no son clases de inglés. Son talleres donde cada día se trata un tema. La mayor diferencia es que desde el primer momento que entran, nosotros solamente nos dirigimos a ellos en inglés y todas las actividades se realizan en inglés, pero ellos en ningún momento lo relacionan con clases. Lo que queremos enseñarles es que el inglés es algo vivo, y no solo una asignatura del colegio. Viene gente de fuera que solo hablan inglés, no saben nada de español, y para que esta convivencia pueda tener lugar, ellos tienen que hacer un esfuerzo e intentar comunicarse con los extranjeros en inglés. El objetivo es que sean felices y que hablen inglés pero casi sin darse cuenta, que les venga como algo natural.
¿Hay alguna novedad en el campamento para este año?
No puedo revelar todos los talleres, pero es el primer año que vamos a hacer cuatro semanas. Anteriormente hacíamos la primera quincena, pero sí que hay demanda y nosotros estamos encantados. Como disfrutamos con lo que hacemos, pues encantados de estar con los niños un mes entero. Hemos ampliado el horario: antes empezábamos a las 10h y ahora a las 9h. Además, cada vez contamos con un equipo docente más variado y también ha crecido el interés entre la gente joven, entre los jóvenes de Villamayor, que empezaron como alumnos del campamento, muchos son alumnos nuestros y llegan a tener unos 18 años y siguen manteniendo esta relación cercana con el campamento, así que les acogemos en el campamento, están con nosotros y los niños, hablan en inglés y para estos jóvenes también es una experiencia enriquecedora.
¿Cómo ve el nivel de inglés de los niños de Villamayor?
Tienen un buen nivel, y también se nota la labor de su respectivo profesorado de inglés en los colegios, pero en general, tienen buen nivel. De verdad, no puedo decir otra cosa que es un placer trabajar con niños, porque la mayoría de nuestros alumnos son de aquí, de Villamayor. Tienen buen nivel, incluso cuando no se sienten tan seguros es cuando intentamos darle ese empujón y un poquito más de seguridad en ellos mismos. Estoy muy contenta.
¿Qué es lo mejor y lo peor de ser profesora?
Lo mejor yo creo que es el cariño y el afecto de los alumnos. Creo que es lo más enriquecedor. Muchísimas veces por emoción, te hacen llorar pero es emoción, porque te dan tanto cariño y te encariñas tú con ellos. No solo con niños, sino también con los adultos. Yo creo que es lo más bonito. En lo que son los niños y los adolescentes, también valoro mucho el verlos crecer, y ver también muchas veces el impacto que hayas podido tener en ellos como educadora.
Lo peor para mí, personalmente, es cuando mis alumnos se enfrentan a los exámenes externos sean exámenes de los colegios, de Cambridge, de Trinity… Verles sufrir, ver que se ponen muy nerviosos y pensar que su esfuerzo de todo el año, se queda resumido en los resultados de un examen… a mí me hace sufrir, porque yo soy la primera en saber el verdadero nivel que tienen.
Usted tiene aquí su pareja, su trabajo… ¿Cree que se quedará a vivir definitivamente en España?
A día de hoy, diría que sí, pero uno nunca puede dar una respuesta muy clara. Actualmente, tal y como tengo organizada mi vida, sí creo que me voy a quedar aquí.
- Para acabar, una pregunta distendida. Elija:
- Barcelona FC o Selección Polaca – Como nunca se van a enfrentar: Selección Polaca
- Las noches de Salamanca o los viajes por Europa – Los viajes por Europa.
- Messi o Ronaldo – Messi, siempre.
Quizá es muy difícil dejar tus orígenes y volar hacia lo desconocido, pero siempre queda un resquicio de esperanza de que las cosas puedan irte bien. Y esta es la historia de Agata, una polaca aventurera, apasionada de los viajes por Europa, que vino a España con su Beca Erasmus, sin apenas saber hablar español y con muchas ganas de aprender. Esta es la historia de una luchadora nata que siempre ha conseguido todo con mucho esfuerzo, y que a día de hoy puede dedicarse a lo que más le gusta: enseñar.
Porque yo he ido a entrevistar a una extranjera, pero me he ido sabiendo que he entrevistado a una polaca con el corazón dividido en tres: Inglaterra, Polonia y España. Porque para mí, querida Agata, extranjero es el de fuera, y tú ya eres de “casa”.