… «Todo es según el color del cristal con que se mira».
Aplicado este refrán a la dorada piedra de Villamayor, queremos dar a entender que de modo distinto la verán un cantero, un constructor o un artista: El cantero verá en ella su calidad y la manera de extraerla; el constructor, su fachada; el artista sentirá en su interior plasmada su creación .
Y … ¿cómo la ve el geólogo? En su imaginación revivirá un paisaje lejano en el tiempo, y -con la ayuda de los fósiles-lo poblará de animales ha mucho extinguidos, en un clima diferente al que actualmente tenemos.
Esa es la imagen que quiero presentar en este artículo de Portal Villamayor: los fósiles no son objetos de colección (aunque en ellas estén), no son obras de arte (salvo que se considere artista a la propia Naturaleza), no deben ser motivos de transacciones comerciales (lo que, desgraciadamente, ocurre en algunos países). Son testimonios de una vida pasada, afincada en un lugar y en un tiempo, en un medio y un clima determinados, donde esos seres nacieron, comieron, se reprodujeron y murieron. ¡ Y también defecaron, como nos dicen los coprolitos que, de vez en cuando, se encuentran!
En el tiempo en que se sedimentó la futura arenisca, allá por el final de Eoceno Medio (aproximadamente hace 39 millones de años), habitaban estos lares extraños mamíferos de diverso tamaño que eran cazados y devorados por un terrible depredador: el gran IBEROSUCHUS, un cocodrilo ¡CORREDOR!. En la Sala de las Tortugas de la Univesidad de Salamanca pueden verse mandíbulas de aquellos mamíferos y dientes del gran cocodrilo, con sus sierrecillas características.
Mientras, en los ríos y en sus orillas pululaban tortugas fluviales (PELOMEDÚSIDOS y ALEOQUELINOS) que era depredados por otro cocodrilo más «corriente», poderoso nadador: DIPLOCYNODON: Son estas tortugas lo más característico de la fauna fósil de Salamanca y Zamora. Junto a ejemplares de todos ellos hay también coprolitos: Uno de ellos aparece pisado por un ave, caso único en el mundo.
Fuera de las aguas, como ocurre también hoy, vivieron otras tortugas, de nombre HADRIANUS, de gran tamaño, aunque a continuación nos parecerán pequeñas si las comparamos con las tortugas gigantes que poblaron la Península durante el Mioceno y Plioceno (hace entre 22,5 y 2 millones de años), las CHEIROGASTER BOLIVARl.
Junto a estos ejemplares, más significativos de la vida cercana a Villamayor en aquellos tiempos, hemos querido ilustrar una pequeña muestra de INVERTEBRADOS fósiles, en la idea de que para algunos lectores sería ésta su primera incursión directa con la P ALEONTOLOGÍA.
¿Y los fósiles que se han encontrado en el mismo VILLAMAYOR? Para ellos hemos reservado unas páginas más gráficas, con la intención dar a conocer libremente su «tesoro» a los vecinos.
El hazllazgo y existencia de fósiles es uno de los regalos más preciados que hace la historia, ya que en ellos permanecen conservados muchos de los conocimientos y significados que aclaran las dudas sobre el origen de las especies.
En Villamayor de Armuña han aparecido fósiles desde hace mucho tiempo, pero hasta ahora se han consignado escasos datos para poder dotar con precisión cuando se formaron sus famosas areniscas.
La edad de los estratos se puede determinar con la ayuda de los fósiles que en ellos se encuentran. De aquí la importancia de su estudio poespecialistas y su conservación en museos, donde pueden ser preservados para insvestigaciones futuras. Los datos conocidos son:
- COCODRILOS:
- Diplodinodom tormis: estos cocodrilos de río, de dientes puntiagudos y hermosas placas alveolares, son muy conocidas en todo el Terciario Inferior de Castilla y León. Llegaron a alcanzar tallas de 3m de longitud.
- Iberosuchos macrodon: muy diferentes de los anteriores y de todos los actuales, estos cocodrilos tenían hábitos terrestres, siendo los más grandes
depredadores de los mamiferos primitivos de las selvas tropicales del Eoceno. En Villamayor se han encontrado dientes con bordes aserrados y también placas puntiagudas. Su talla debió srmuy grande, pudiendo superar los 4 metros de altura estando erguido.
- TORTUGAS
- Neochelys Salmanticenis: estas tortugas como todos los pelomedúsicos fueron ha´bitos de río, si bien les gustaba recrearse a las orillas. En Villamayor se han encontrado, además de abundantes placas resueltas, algunos ejemplares muy completos. Los adultos medían entre 30 y 40 cm de longitud.
- Neochelys Salmanticenis: estas tortugas como todos los pelomedúsicos fueron ha´bitos de río, si bien les gustaba recrearse a las orillas. En Villamayor se han encontrado, además de abundantes placas resueltas, algunos ejemplares muy completos. Los adultos medían entre 30 y 40 cm de longitud.
- MAMIFEROS:
- Artiodáctilos: No es frecuente hallar este tipo de mamífero, pero en Villamayor se encontró hace mucho una mandíbula de un Dacryterido, determinado como leptotheridium. Tenía el tamaño de un corder0.
- Perisodáctilos: Aunque en Villamayor hay de estos fósiles pertenecientes a estos mamíferos, mo se ha podido estudiar aún , probablemente sean de FRANZENIUM DURENSE, un habitáculo con talla de un pequeño caballo.
Aunque sin duda los hubo, no se han encontrado todavía perisodáctilos de gran talla. Con los datos que nos proporcionan el artidáctilo de Villamayor (Lectotheridium) se puede decir que la edad de los sedimentos en que se encontró debe ser la misma que la de edad del yacimiento de Caenes (Salamanca), donde junto a ejemplares similares, hay otros vertebrados fósiles, especialmente perisodáctilos, que determinan una edad próxima al límite superior del Eoceno Medio, es decir unos 40 millones de años.
DETERMINACION DE LA EDAD DE LOS MATERIALES A TRAVES DE LAS TORTUGAS Y COCODRILOS:
Indican una edad imprecisa, pero aportan un conocimiento muy claro sobre el clima que hubo entonces, tropical, muy cálido y húmedo, en paisajes de bosques-galerias con claros herbáceos, entre grandes cursos de agua y zonas pantanosas, muy parecidos a los que hoy se dan en los “llanos de Venezuela”.