El último vuelo de Felix Rodriguez de la Fuente: 36 años de su muerte

“Los aventureros, aquellos seres que viven sorteando el peligro en su profesión, a veces nos parecen inmortales. Félix Rodríguez de la Fuente no era, en puridad, alguien que jugara alegremente con la muerte, en ese desafío de aquellos héroes que nos conmueven viéndolos en la pantalla. Pero, aun siendo su profesión la de naturalista, no es menos cierto que algunos de sus trabajos rozaban un evidente riesgo. Y su desaparición, hace ahora treinta y seis años, ocurrió cuando sobrevolaba en una avioneta los cielos del Círculo Polar Ártico.

Eran las doce y media de la mañana, hora local, en un pueblo de esquimales, Shaktoolik, en Alaska. La expedición en la que viajaba «el amigo de los animales» se completaba con sus estrechos colaboradores, Roa y Huéscar. Iban a filmar la carrera de trineos con perros más importante de aquellas latitudes. El aparato, inesperadamente, cayó al vacío, estrellándose violentamente en el suelo. Sus cuatro ocupantes, incluido el piloto, perecieron en el acto. «¡Qué lugar más hermoso para morir!«, había dicho el querido Félix minutos antes de que despegara la avioneta alquilada por el equipo de TVE, comentario, claro está, que se conocería por un testigo presencial de aquellos instantes previos al despegue.”

Fuente: www.libertaddigital.com

 

 

Desde estas líneas quiero rendir un sincero homenaje a alguien que sin querer despertó en muchos jóvenes corazones, como el mío, el amor y el respeto por la naturaleza. Recuerdo aquellas noches ante el televisor toda la familia reunida escuchando esa incomparable voz, la peculiar forma de contar y narrar aquellas imágenes que a través de la pantalla del televisor invadían nuestro pequeño comedor.

Todavía resuenan en mis oídos aquel aullido del lobo, la sintonía que acompañaba aquellas persecuciones, la narración de los acontecimientos, en definitiva aquella media hora de programa que esperábamos impacientes todas las semanas. Desde mi corazón gracias amigo Felix.

 

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