CONOCE EL COMERCIO DE TU MUNICIPIO: RESTAURANTE LA CASERNA

Esta semana  sentimos el placer de descubrir un lugar con encanto, un lugar donde poder degustar sus menús diarios así como celebrar comidas de  empresas, celebraciones familiares (comuniones, cumpleaños, etc).  Un restaurante avalado por 25 años de servicio a los vecinos de Villamayor y Salamanca,  en plena  carretera Ledesma, en el centro del pueblo, frente a la Iglesia, nos referimos a:

RESTAURANTE LA CASERNA

Después de un breve paréntesis, Villamayor puede presumir  de un restaurante acogedor, en una casa armuñesa de ensueño,  unido durante esos 25 años a un nombre, Isidoro, que como siempre, nos acoge con cariño y con el que charlamos sentados en una de esas mesas vestidas con gusto.

Estamos en un local lleno de rincones entrañables, todo él de piedra de Villamayor, que brilla con luz propia al igual que la Iglesia que tiene enfrente, una casa protegida por Patrimonio, con dos banderas, que como dice su clientela, bien podría ser el mismísimo Ayuntamiento, un sitio emblemático.

Isidoro siempre ha deseado que Villamayor tuviera más establecimientos hosteleros, de restauración. “Es una pena que no haya algún restaurante más, creo que sería bueno para todos”

Su amplia trayectoria profesional es lo que le anima a abrir su propio negocio: nos recuerda sus comienzos en el País Vasco, en el club de Golf de San Sebastián, para luego trabajar en establecimientos salmantinos de prestigio, como el “Botón Charro” , el “Chapeau” o el “Sombrero”.

Los  comienzos no le resultaron fáciles cuando en el año 93 junto con su hermano Miguel Ángel y con la ilusión de los 33 años  coge este restaurante. “A los tres meses sufrimos  la famosa inundación de Villamayor, a lo que luego tenemos que añadir la crisis y otras calamidades sufridas”. Pero Isidoro no se deja llevar por el pesimismo y nos dice “que esta casa también está llena de buenos recuerdos, con sus clientes, con la gente que siempre ha estado a su lado, aunque por desgracia algunos ya hayan fallecido”.

Hay una frase en su página web que nos resume con mucho acierto lo que han sido estos 25 años: “El ÉXITO  en la vida no se mide por lo que logras, sino por los obstáculos que SUPERAS”

Es un placer acercarse a este bonito restaurante y mientras se disfruta de la belleza de la piedra franca poder degustar sus platos tradicionales, aunque  “mis  hijos me recuerdan cada día que debo innovar y no olvidarme de la cocina actual”. Nos dice que “cuando entra un cliente a su establecimiento además de un producto de calidad, lo que busca, es una trato familiar, un trato  de amigo”.   

«Buceamos» en el menú de este restaurante y descubrimos de la boca de Isidoro los platos de los que está totalmente enamorado. Su  primer plato estrella son  los langostinos enlazados con beicon y una salsa de almendra. Podemos disfrutar de segundos platos como el lomo de merluza en hojaldre empanado con una salsa de cangrejos y el riquísimo solomillo de morucha que “compro a mi amigo  Pedro el del Día”. Para finalizar no pueden faltar sus postres caseros: natillas de la abuela, arroz con leche, “sus profiteroles” y un surtido variado de la casa. Y, por supuesto, todo ello regado con una amplia carta de vinos.

Cuando hablamos de La Caserna, hablamos de la familia, hablamos de un negocio en el que trabaja el propio Isidoro acompañado de su esposa además de otra trabajadora contratada. “Mis  hijos me  echan un capote los fines de semana, y estoy convencido que si en un negocio de este tipo quieres la excelencia tienes que llevarlo con la familia”.

Isidoro está orgulloso de la clientela que ha pasado por su restaurante durante estos años: Toreros como Julio Robles o Juan del Álamo, deportistas como Rafa Vecina (Ex – jugador de baloncesto), jugadores de la ya desaparecida UDS, políticos, etc.  pero se emociona al recordar al Dr. Basabe Barcala  “falleció hace año y medio, y es de las personas que más me ha ayudado, y siempre lo tengo en elrecuerdo”.

En el tema de redes sociales se ve “caduco”, pero son sus hijos los que le echan una mano y le actualizan su Facebook, su Twitter y revisan su elegante página web; “para mí la mejor red social (nos dice entre risas) es el “boca a boca”.

Cuando le preguntamos por el  presente y futuro de Villamayor, ve un pueblo “triste”, un pueblo carente de iniciativas, un pueblo que por población debería de tener “más vida”, una pueblo carente de infraestructuras, aparcamientos. “El Parque Científico tiene potencial y posibilidades de negocio pero para ello es preciso mejorar las comunicaciones”.

Isidoro en sus ratos libres juega al futbol, es un enamorado del deporte, entrenar a niños es su pasión y le encanta pasear aunque nos descubre que leer le gusta poco.

A la Caserna en su búsqueda de mejora, nos dice con una sonrisa, le falta que su jefe tuviera ahora 35 años y no 60. “La ilusión la tengo toda, pero la edad pesa. Si fuera más joven haría muchas cosas, pero como mis hijos ya están colocados y no van a seguir la tradición familiar, me conformo con atender a la clientela que tengo y hacer que cada vez que viene salga contenta”.

Isidoro conoce bien Portalvillamayor y la Asociación Virgen de los Remedios, con quienes siempre ha colaborado. Se siente orgulloso de la labor que hacemos y nos dice que las puertas de la Caserna siempre estarán abiertas para nuestro Portalvillamayor. “Si nos echamos una mano unos a otros, seguro que todo funcionará mejor”.

Cuando Ia gente termina de comer a Isidoro le gusta que los clientes además de irse contentos, manifiesten su opinión en el libro de firmas y sobre todo que vuelvan.

Terminamos esta interesante conversación al calor de una de las mesas de este precioso restaurante en el que como dice su tarjeta: “una mesa en un ambiente rústico y acogedor”, un restaurante en el que huele a piedra, a la famosa piedra de Villamayor y en el que podemos disfrutar de una buena comida y un mejor trato por parte de nuestro amigo Isidoro. No existe un lugar mejor donde se conjugue la belleza del local con la delicia de la comida y como diría David Herbert Lawrence:

 “La vida interior necesita una casa confortable y una buena cocina”.

 

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