Tomando un café con… ANTONI CANO, Pintor

Empieza marzo y con él, el frio invernizo al que decimos adiós ante una inminente primavera. Empieza marzo y continuamos con nuestros cafés. Esos cafés que nos saben a aprendizaje constante y continuo, y que nos permiten conocer tantas facetas diferentes.

No se trata de pintar la vida, se trata de hacer viva la pintura” decía Paul Cezanne, pintor francés. Y es que en esta sección, nos estaba faltando alguien que se sentara a hablarnos de esta disciplina: la pintura. Esa gran desconocida que, desgraciadamente, muchos tienen en el olvido sin saber apreciar lo que sucede ante nuestros ojos.DSC_1216

Antoni Cano, barcelonés de nacimiento pero gerundense de corazón, afincado en nuestro pueblo vecino: Valverdón, hace más de un año, y además, circunstancias de la vida, su trabajo ha hecho que esté vinculado con nuestro municipio. Un caballete, regalo de su abuelo, fue el detonante de toda una vida dedicada por y para el arte. Conozcamos un poquito más a Antoni Cano.

Sabemos que no es de Salamanca, cuéntenos sus orígenes y cómo llego hasta aquí.

Mis orígenes son de un pueblo muy pequeñito de la provincia de Barcelona. Sin embargo, cuando me preguntan de dónde soy siempre me identifico más en decir que soy de Girona. ¿Por qué? Porque de muy joven me fui a Girona por casualidad. Me encantó tanto que me fui de mi pueblo natal, Vilassar de Dalt, y me establecí allí. En esa ciudad he estado hasta hace año y medio que vivo aquí, con mi mujer. También hemos estado en un pueblo de Tarragona. Pero vamos, yo soy de Girona y ahí me formé, y descubrí lo que sentía. Mi familia toda es de Vilassar de Dalt, a la cual estimo mucho como habitante, como raíces, pero yo siempre he dicho que las raíces no es donde uno nace, sino donde una se hace. Dieciocho años viviendo en mi pueblo natal y nunca había descubierto nada.

¿Qué tal se vive en Valverdón? Háblenos de nuestro pueblo vecino.

El pueblo de Valverdón tiene algunas ventajas, pero varios inconvenientes, pero no está mal. Es un pueblo tranquilo, bonito, no hay ruidos, se está bien, está cerca de la ciudad de Salamanca… Por lo tanto, desprecio ninguno, todo lo contrario: como pueblo, fantástico. Pero los que venimos de otro mundo- no mejor, sino distinto- hay escasez de cosas. Entre comillas pondré un ejemplo: esto que estáis haciendo vosotros, este portal, allí no existe. Allí solo existen los pájaros, la tranquilidad, la gente es muy buena persona…

¿Cómo y por qué comenzó en el mundo de la pintura?

Hay dos maneras de responder. Una manera corta y otra manera más normal. Yo creo que ya me gustó desde pequeño. Yo nací en 1952, en plena dictadura, en plena escasez de estudios… no había oportunidades para nadie. Tuve la gran suerte que mi abuelo tenía un nivel cultural muy alto. ¿Por qué razón? No lo sé, pero cuando tenía 4 o 5 años, me regaló un caballete de pintor. A mí ya me gustaba dibujar en aquella época, pero creo que eso fue el colmo de los colmos, tanto que todavía lo conservo y hace más de cincuenta años. El hecho de que mi abuelo me regalara el caballete de pintar, creo que fue la cuña que me incitó a pintar. Cuando empecé a ir a la escuela, yo ya dibujaba. Me suspendían en todo, en cambio en los dibujos y en las cenefas ahí siempre aprobaba. Cuando tenía 13 o 14 años, mi profesor que era un gran maestro, me dijo que quería hablar con mi padre. Mi padre fue a hablar con él, y le dijo: “Este hijo suyo, tiene que estudiar dibujo y pintura porque vale”. Claro, mi padre venia de una familia humilde, y que yo fuera a estudiar eso era un milagro. Y en su nombre, me solicitó una beca para ir a estudiar a la Escuela de Bellas Artes de Santa Clara, pero por circunstancias de la vida, mi familia era republicana, y claro, solicitar una beca para un hijo republicano en plena dictadura nos llevó al no rotundo. Es decir, no me la dieron. Pasaron los años y llegó un momento que la afición era tan fuerte, que yo lo que quería era ser artista, y cuando cumplí los 25 años accedí a los estudios superiores de Bellas Artes. Con mucho esfuerzo y sacrificio pasé la prueba y me admitieron. Ahí, entre horas de clase y trabajando en fábricas de muebles, en el puerto de Barcelona descargando barcos… en definitiva, lo que salía porque mis padres no me podían mantener. Así, sDSC_1217eguí hasta que terminé, aunque me quedó un año de título y a partir de ahí, cada vez ha sido más fuerte y la prueba está, en que ahora estoy en lo mismo.

Titulado en Artes Plásticas por la Escuela Superior de Belals Artes Sant Lluc de Barcelona, cuenta con amplia formación en modelado y escultura, pintura y dibujo artístico. Su especialidad, la acuarela, vino gracias a una simple casualidad: un lienzo rasgado en el madrileño parque de El Retiro. Atentos…

Para la gente que no conoce su trabajo, ¿qué técnicas emplea? Háblenos de su trabajo.

Yo empecé, como todo el mundo, dibujando a carboncillo y me aficioné al óleo. Pero ya era mayorcito. Entonces pintaba en casa, en la escuela, estudiaba… y trabajaba. ¿Entonces qué hacía? Iba a cursos de pintura. En Cataluña hay muchos concursos cada semana. Me gustaba, aprendía, conocía a gente… Casualmente una vez, formamos un grupo y fuimos a un concurso a Madrid. Ir a Madrid a trabajar en lo que tu querías, era una inyección moral. Era una feria de arte en Madrid en la que cada año se juntaban más de mil artistas de todas España y parte de Europa. Yo pintaba al óleo, y el grupo este que somos, cogimos el tema del parque de El Retiro, para pintar. Un día terrible de aire. Yo pintaba al óleo y pongo mi caballete, mi lienzo y empiezo. Cuando ya iba sobre dos o tres horas de trabajo, vino una ventisca de aire y me tiró el caballete, el lienzo y me tira todo. El lienzo se rajó de arriba abajo. Obra Cano_2¿Qué iba a hacer? No podía exponer otro lienzo porque te lo marcan, para que no puedas cambiarlo y poner uno que hayas hecho en tu casa. Entonces, recojo y voy a donde está otro de mis compañeros, y me dice: “¿Ya has terminado?”, digo: “Qué va se me ha roto. Me voy. A las 2 vengo y vamos a comer” y voy para otro compañero y le digo lo mismo. Este segundo compañero, que es acuarelista, me dice: “Oye, si se te ha roto, pinta en acuarela”, y le dije que yo no lo había hecho nunca, ni sabía cómo iba, ni tenía material ni nada. Me dijo que no me preocupara que él tenía tres papeles sellados, porque los que trabajan sobre papel, como las acuarelas, te permiten sellar hasta tres papeles, ya que la acuarela no te permite rectificar. Me dijo que me dejaba un papel y lo presentara en su nombre. Así que lo hice y me dejaron presentarlo a mi nombre. Un jurado examinó y seleccionó obras, ya que no todas pasan. Creo que seleccionaban 30 o 40 al óleo y 30 o 40 de acuarela. A la hora de dar los resultados, no gané evidentemente, pero me seleccionaron; es decir, si había 30 opciones, yo estaba entre ellas. Así fue como descubrí que realmente lo mío es la acuarela. Siempre, desde entonces, he pintado acuarela. Ahí descubrí mi auténtico temperamento artístico.

¿Qué es lo mejor y lo peor de esta profesión?

Empiezo por lo feo. Las cosas feas es que estás incomprendido; estás criticado en el mundo artístico; estás, en ocasiones, mal visto… Las cosas beneficiosas, que me agradan y que me gustan, es la felicitación de la gente, el retrato y el trabajo que yo he hecho que lo reflejo y me enamoro. A mí cuando un cuadro me gusta, si hace falta le doy tres besos. ¿El que me ha salido mal? No pasa nada, lo guardo en una carpeta. Entre otras cosas, conoces a muchísima gente de todas clases, pero yo solo me quedo con la buena gente, que hay un montón. En el mundo artístico, también es una cosa que eso sí que me gusta recalcarlo: al ser un trabajo individual, nunca colectivo, es “yo me lo cocino, y yo me lo como”. El arte es propio de cada uno.

DSC_1222Discípulo del gran acuarelista y Premio Nacional de Acuarela, Amadeu Casals, nuestro entrevistado ha realizado diversas estancias internacionales como un trabajo de campo en Copenhague, otro en La Bastide de Besplas (Francia) o una ponencia en el Simposio Internacional de Aquarela en Italia. Además, en el 2016, ha expuesto en el Espacio Vialia, en nuestra ciudad, y en la Biblioteca Municipal de Villamayor.

¿En qué lugares ha expuesto sus trabajos?

Por suerte, en ese aspecto tengo varias. He expuesto en doscientas salas o más. Cada año acostumbro cuatro o cinco exposiciones. He expuesto en muchos lugares: Madrid, Valencia, Castellón, Salamanca, Villamayor, Albacete, Mallorca, Copenhague (Dinamarca), Francia, Italia, Colombia… He expuesto en muchos sitios, porque yo aparte de pintar, siempre estoy buscando salas y espacios para ir. Y venga a mandar solicitudes, muchos no me contestan, otros me dicen que no, otros me dicen que sí pero vale un dineral… Pero sí, he expuesto en muchos lugares.Obra Cano_1

Realizó una exposición de acuarelas en nuestra biblioteca en noviembre del año pasado. Se trató de una preciosa exposición de muestras de su obra, donde Cano nos enseñó su gran composición y unos cuadros magníficos cargados de sensibilidad.Obra cano_4

¿Qué le llevo a realizar una exposición de sus obras en la Biblioteca Pública de Villamayor? Háblenos de aquella experiencia.

Una de las cosas que me gustó mucho, es que casualmente un día leyendo el periódico, me encontré con que en Villamayor había una Biblioteca Pública. Me informé, y fui. Allí me encontré con un señor,  que creo que se llama Manolo, le expuse mi proyecto, y en vez de decirme: “Ya me lo pensaré” y ponerme pegas, me dijo que sí en el momento. Por lo tanto, estoy encantadísimo con esa biblioteca. Expuse más de 30 cuadros, y muy contento porque la gente me felicitó mucho. Los estudiantes de arte de Villamayor, fueron a ver la exposición y eso trajo que al cabo de los días, dimos una conferencia sobre mi trabajo. Después me invitaron a su escuela, muy importante para mí porque hablas con la gente de tu mundo. La exposición estuvo un mes, la alargaron unas semanas más porque había gente que no la había visto. Quedé muy contento, fue una experiencia muy positiva.

¿Si tuviera que quedarse con algún momento bonito o especial de su carrera con cual se quedaría?

Hay dos. Una es un poco cursi, pero a mí me gusta. A través de mi mundo artístico, un día, sin buscarlo ni pensarlo, conocí a una persona que de entrada me gustó. Es lo que llaman feeling. Cuando uno conoce a una persona, sea del sexo que sea o de la edad que sea, y te das cuenta que le gusta tu mundo, aun te gusta más. La prueba está que es mi mujer. Ese es uno de los momentos más importantes porque no ha variado nada desde ese día porque le gusta me mundo: me entiende, me comprende, me ayuda y todo lo ve bien.

El segundo también es bastante importante, años anteriores. En Girona hicieron un concurso que lo organizaba BMW, la casa Mercedes. Era un concurso de pintura y participé en Figueras. Se presentaron muchos pero tuve la suerte de ganar el primer premio. Es uno de los concursos más importantes que hay en España.

¿Hay algo que quiera plasmar para acabar con esta charla?

Que la vida de un pintor es muy dura, te tienes que sacrificar mucho. De hace unos años para aquí, no me hace falta añadir un sueldo de otro trabajo. Vivo de esto más o menos. Es un mundo muy difícil e incomprendido. Hay mucha gente que te mira por encima del hombro. Yo he dado clases de dibujo y pintura muchos años, y a los alumnos que he tenido, siempre he dedicado lo mismo: que se deje de cuento chino, y que hagan realmente lo que quieren y les gusta. Si para ello se tienen que rebelar, que se rebelen. Yo tuve la suerte que mi padre me dio el visto bueno de lo que quería, la prueba está que todavía sigo.

Además, decir que voy a exponer en Espacio Joven en Salamanca, y seguidamente en la Residencia La Vega. Estoy preparando ya todo el material para ir, y espero conseguir más salas.

Siempre es un placer hablar con gente que, de una forma u otra, hace y “construye” nuestro Villamayor. Gente que, a pesar de venir del otro lado de la geografía española, tiene algo que enseñar y mostrar al mundo. Un granito de arena más para nuestro municipio. Porque está claro que no hace falta ser villamayorense para sentirsDSC_1224e orgulloso Villamayor. Cano, me ha transmisión mucho agradecimiento y afecto por este nuestro pueblo. Un pueblo que, personificado en la biblioteca, apostó a ciegas por Cano y por su obra. Y triunfó.

Porque Villamayor tiene que ser sinónimo de cultura, y parte de esta, la hacen personas como Cano, que con un simple pincel y su mano, hacen maravillas. Gracias artista.

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