Tomando un café con… ÁLVARO PERALTA, Científico en el Centro de Láseres Pulsados (CLPU)

Los últimos coletazos del invierno se están dejando sentir: las horas de luz aumentan, guardamos las bufandas y gorros en el armario, y hasta la actitud parece que nos cambia. Es evidente que la estación más florida del año estáDSC_1248 cerca. Quizá esos cafés de invierno que nos dejaron descubrir grandes personalidades se están convirtiendo en una cervecita o un refresco que nos permitan darnos cuenta de que sí, que la primavera ha llegado.

Esta semana hemos podido hacer alarde de esto, y hemos contado con la compañía de un vecino de este nuestro pueblo. Un sevillano de pura cepa, que ha recorrido media Europa siempre haciendo lo que más le gusta: ciencia; y que a pesar de haber estado en grandes urbes, ha terminado en un lugar del mundo muy diferente a todo lo que había visto hasta ahora: Villamayor.

Decía  el pintor francés Paul Gauguin: “El arte es un plagio o una revolución”. Y os preguntaréis qué tiene que ver esta cita celebre con el tema que abarcamos hoy. Pues sí, he queDSC_1251rido destacarla porque el propio Álvaro fue quien me la enseñó, asegurando que esa cita le recuerda mucho a la ciencia.

Álvaro Peralta abandonó su Sevilla natal hace ya 17 años para buscar un futuro mejor haciendo lo que le gusta, y para lo que tiene aptitudes: la ciencia. Recorriendo media Europa, ha vivido en Alemania o Grecia, y en ciudades españolas como Bilbao, hasta llegar a Villamayor. Aquí lleva ya cinco años trabajando en el Centro de Láseres Pulsados del Parque Científico de Villamayor. Conozcamos un poquito más quién es Álvaro Peralta.

¿Quién es Álvaro Peralta? Háblenos de su procedencia, personalidad, gustos…

Yo nací en Sevilla, por lo tanto soy sevillano. Hice la Licenciatura de Física en Sevilla, y cuando la acabé, supongo que como le pasa a todo el mundo, no sabes bien que hacer. Entonces, decidí pedir una Erasmus, y me fui un año de Erasmus a Atenas. Después de acabar la carrera, volví a Sevilla de nuevo y empecé a buscar un Doctorado, pero un Doctorado donde me pagaran. Yo ya no pensaba pagar más por mi educación, y también un poco por cómo soy, cómo entiendo y cómo es el mundo en el que yo trabajo, que es el mundo de la ciencia. Encontré una oportunidad en Alemania, y me fui allí con mi pareja porque ella también es Física. Hicimos allí el Doctorado, después de 5 años en Alemania sin mucho sol, decidimos ir a un sitio donde hubiera sol, y como nos unían muchos lazos con Grecia, de Alemania nos fuimos a Creta, en Grecia. Allí hicimos dos años más. De Grecia nos volvimos a España, a Bilbao, donde estuvimos tres años. Y de Bilbao, hemos acabado aquí en Salamanca. Hemos hecho ruta por toda Europa, siempre dedicándonos a la Ciencia.

Por lo demás, ahora hobbies pocos, porque ahora tengo dos trabajos: tengo mi trabajo científico y mi trabajo de ser padre. Tengo un niño pequeño de cinco años, entonces ese es mi hobby. Soy su juguete favorito. Pero en general, cuando tengo un poquito de tiempo me gusta leer, ir al cine, jugar al ajedrez…

¿De dónde viene su pasión por la ciencia? ¿Por qué decidió dedicarse a esta profesión?

En general, soy de la opinión que todo el mundo siempre se preguntó por qué son las cosas así, por qué funciona el mundo tal y como funciona. Esa es una de las bases, y la otra base, que creo que es fundamental, es conocerte a ti mismo. Tú, sobre todo cuando eres adolescente, que es la época más difícil, es muy importante que te sepas conocer en qué eres fuerte y en qué no. Por ejemplo, yo sé que soy muy fuerte en capacidad de abstracción, pero sin embargo, soy muy malo en capacidad visual. Entonces, yo no puedo hacer Arquitectura, por mucho que yo quiera ser arquitecto; pero sin embargo, por mis aptitudes, iba encaminado a hacer algo de Ciencias puras: entre Física y Matemáticas, decidí hacer Física porque tiene una parte muy importante de matemáticas. Pero aparte de los gustos, hay que conocernos y saber dónde están nuestros puntos fuertes y puntos débiles. Yo creo que es un error el decir que todo el mundo sirve para hacer todas las cosas.

¿Qué es lo más gratificante de su profesión?

Esta pregunta es muy complicada hoy en día, porque en España hay pocas cosas gratificantes con respecto a la Ciencia. He descubierto que lo más gratificante, quizá también porque soy padre, son aquellas situaciones en las que vamos a hablar con niños y los niños se quedan muy interesados por las cosas que hacemos. Quizá eso. En un terreno más científico, es muy gratificante estar persiguiendo una idea y ver que tenías razón, aunque sea después de muchos años. En la charla que di “Desmitificando a la Ciencia”, hay una idea muy equivocada de cómo es el trabajo científico: 9 de cada 10 cosas que yo intento, son un fracaso, son errores. Esto no es de tu primera idea es la verdadera. No, te equivocas. El trabajo científico va de fracasar, y para dedicarte a esto tienes qDSC_1256ue tener entre tus aptitudes una alta tolerancia al fracaso.

Profesionalmente, ha dedicado su vida a la investigación del láser, y nos ha comentado algunas de los proyectos e iniciativas más punteras en este ámbito. Padre de un pequeño de 5 años y desencantado con la situación de la Ciencia en España. Aboga por una mayor difusión de las actividades de divulgación científica y desarrollar proyectos que resuelvan los problemas de la sociedad.

¿En qué proyectos de investigación ha colaborado y en cuál está trabajando actualmente?

Mi trabajo siempre ronda en el uso de láseres. Láseres para cosas muy científicas, esa fue mi tesis y las primeras etapas de mi doctorado. Ahora, quizá, ha ido derivando hacia otro tipo de aplicaciones un poco más del día a día, sin abandonar la parte más científica. Por ejemplo, en los temas que he trabajado, se hablaba de cuando tú tienes ciertas reacciones químicas, de intentar controlar esa reacción desde el uso del láser. Eso es algo que siempre se ha perseguido. Otro ejemplo de más de andar por casa: también he trabajado en estudios de ciertas moléculas que absorben luces del ultravioletas y convierten esa luz ultravioleta a luz infrarroja. Esto puede sonar extraño pero es muy fácil de explicar. Tú cuando vas a la playa y te pones crema solar, lo que te estás poniendo son unas moléculas que absorben la parte ultravioleta del sol y transforman luz ultravioleta en luz infrarroja. ¿Cómo lo hacen? Es un proceso muy rápido y muy difícil de estudiar, que está muy relacionado con el origen de la vida porque las moléculas que dieron lugar a la vida, que tienen que ser moléculas muy estables, los mecanismos de cómo esas moléculas son tan estables son muy complicados y todavía no se conocen. En todo eso he estado trabajando. ¿En qué otro tipo de proyectos he estado? No sé si sabes que hoy en día, los coches de muy alta gama, montan faros láser. Con una compañía, estuve haciendo ingeniería inversa para ver cómo funcionaban y ver si podíamos utilizar un poco el proceso.

En un futuro, ¿será posible generar energía para uso doméstico mediante el láser?

No, para uso doméstico no. Los láseres ya los tenemos en nuestra vida diaria. Desde aplicaciones como la depilación láser, que es bastante más complicada de lo que la gente piensa, o los lectores de Blu-Ray llevan un láser incorporado. También los sensores anti-incendios llevan láseres incorporados. Los láseres están en nuestra vida. ¿Cuál es el futuro de los láseres? Se está buscando mucho en biomedicina. Se está hablando de una nueva técnica. La técnica que querían implantar era: las mujeres que tienen un cáncer de mama, indizar un fármaco que fuera fotosensible, que creara radicales en el tumor y excitar ese fármaco metiendo luz láser. Este tipo de investigaciones está muy en auge, pero son investigaciones muy de frontera porque son equipos muy interdisciplinares.

En España, ¿se dan las condiciones óptimas para desarrollar proyectos de investigación? ¿Se cuenta con los apoyos necesarios?

La situación en España es muy mala. Ni se cuenta con los apoyos necesarios y tampoco es fácil desarrollar proyectos. Históricamente, venimos de una situación mala.

Con la victoria de Trump en Estados Unidos, en una revista de gran prestigio salió un editorial muy interesante que hablaba del desapego de la sociedad a los científicos. En España pasa igual, hay un desapego brutal de la sociedad a los científicos. Sería muy injusto achacarlo solo a la sociedad, pero también es parte de culpa de los científicos. Hay dos razones principales: la primera, las actividades de divulgación en España están mal vistas. Las actividades de divulgación en el extranjero se ven como una auditoria publica de lo que se está haciendo, y así lo entiendo yo. Yo cobro de tus impuestos y de los impuestos de cualquiera, por lo tanto, tienes derecho a saber lo que yo hago. ¿Cuál es el vehículo? Las actividades de divulgación. Eso es una de las patas. La otra de las patas de por qué existe ese desafecto entre la sociedad y los científicos es el desapego que existe en la investigación científica con los problemas de la sociedad. No puede ser que un centro de investigación o una universidad no desarrollen proyectos de investigación que solucionen los problemas más mundanos de la sociedad en la que viven porque así se crean lazos de unión entre el lugar y el centro de investigación y los científicos que viven en él. Entonces, las dos patas para conseguir una sociedad mejor informada y mucho más unida a la ciencia es, por un lado, las actividades de divulgación, y por otro lado, el desarrollo de proyectos que desarrollen los problemas de la vida de las personas. DSC_1252

Álvaro ha participado en diferentes actividades organizadas por la Biblioteca Municipal de Villamayor, y ofrece charlas para los más pequeños de los colegios del municipio. Muy involucrado con la divulgación científica, ha participado en la Feria de la Piedra y asegura estar abierto a todo tipo de propuestas cuyo fin sea dar a conocer la ciencia.

En la línea de las actividades de divulgación, sé que está vinculado con este tema. Cuénteme en qué consiste.

A parte de ir al Colegio “Piedra de Arte” cada vez que me llaman para hacer actividades con ellos, también charlas en la Biblioteca, escribo en algún blog científico también. Por ejemplo, con el tema de la depilación láser me pidieron que escribiera un artículo sobre cómo se utiliza la depilación láser. Además, organizamos algún festival para la divulgación. En general, es cualquier actividad que se nos proponga. El target más satisfactorio para nosotros son los niños y la gente mayor.

Nos consta que ha participado en la Feria de la Piedra en Villamayor. ¿Cómo fue esa experiencia?

Nuestra participación en la feria fue un poco singular, la verdad. Tampoco pintábamos mucho, fue un poco cogido con pinzas. El tema fue porque el corazón de un láser, la parte inicial, son piedras preciosas sintéticas. Tirando de ese hilo, pudimos participar. Los escolares preguntan de todo y tienen mucha curiosidad. Es muy reconfortante ver que los niños tienen interés por el mundo que nos rodea.

Por último, ¿qué le parece Villamayor como lugar de residencia? Cuéntenos su experiencia.

Yo soy de Sevilla capital. Es una ciudad muy grande, mucho más que Salamanca. Para mí, la definición de ciudad es Sevilla. Para mí, fue un shock venir de Bilbao a Salamanca, porque para mí Salamanca es un pueblo, es muy pequeña. Después de haber vivido en muchos sitios, uno de los precios que pagas es tener un profundo sentimiento de desarraigo y eso me permite ver las cosas desde fuera. Salamanca es una ciudad muy de provincia con grandes problemas como es la despoblación. Sin embargo, desde el punto de vista más personal, es un poco sorprendente que me encuentre tan agusto en un pueblo como Villamayor, después de vivir en grandes ciudades. Al principio pensaba que vivir aquí me iba a costar más, pero también por mi momento vital, al tener un niño pequeño y demás, tampoco es que tenga un tiempo excesivo. Aquí en Villamayor estoy bastante contento: estoy contento con el cole, y me parece genial todas las iniciativas que se hacen en la biblioteca, y el ambiente del pueblo también me resulta muy curioso.

Dentro del contexto en el que me muevo, la experiencia es buena.

Hablar con Álvaro supone un chute de conocimiento y sabiduría que no podría explicar con palabras. Quizá muchos pensamos que los científicos son seres de otra galaxia, que inviertenDSC_1263 su tiempo en cosas extrañas y que se encuentran en otro escalón al de aquellos que no tenemos esos conocimientos. Con esta charla, me he dado cuenta que no. Que un científico no es diferente, un científico es como tú y como yo, y lo único que tenemos que hacer es admirar su trabajo igual que el de cualquier otro, e interesarnos un poquito más por todo lo que hacen por y para nosotros. Ojalá pronto eso que desea Álvaro se cumpla. Ojalá pronto la sociedad y la ciencia seamos una,  así todos podamos ir hacia la misma dirección. Gracias Álvaro.

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