DEL MIEDO A LA OSCURIDAD AL MIEDO A LA LUZ

Con la subida del precio de la electricidad en el mes de enero vamos a ver incrementada la factura cerca de un 30% respecto al mismo mes de 2016. Se oye estos días decir a muchas personas que le tienen más miedo a la luz que a la oscuridad.

El mercado libre y el mercado regulado

Para entender lo que pagamos en la factura de la luz antes hay que hablar de los dos mercados eléctricos que existen en nuestro país: el mercado libre y el regulado. Hay dos formas de contratar la electricidad. La diferencia entre las dos importa: lo que cambia es el precio que pagas por la energía que consumes.

Antes de 1997 el mercado eléctrico estaba regulado y los precios los fijaba el Gobierno de turno, que abonaba la totalidad de los costes a un conjunto de compañías eléctricas (principalmente generación, transporte y distribución de la electricidad).

A partir de 1997 comenzó un largo proceso de liberalización que tiene 2009 como año clave. Desde entonces los consumidores somos libres de elegir a quién vamos a pagar la factura, pudiendo escoger entre las casi 100 comercializadoras que existen actualmente. La liberalización no se ha completado y el mercado regulado aún existe.

De las tres partes que componen una factura, ambos mercados comparten las dos que fija el Gobierno: Los peajes de acceso (sirven para pagar lo que cuesta mantener la red eléctrica y hacer llegar la energía hasta las casas) y los impuestos (el IVA, el impuesto especial sobre la electricidad, el alquiler del contador, etc.). Lo que diferencia a los dos mercados es el precio que se cobra por producir electricidad. En una palabra, la manera de calcular la tarifa.

¿Qué es lo que cambia?

El mercado regulado se rige por la tarifa PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor) que regula el Gobierno, hasta ahora llamada TUR (Tarifa de Último Recurso). Con un precio que cambia hora a hora y día a día según el equilibrio oferta-demanda entre las empresas que producen energía y las que la venden al consumidor (la comercializadora).

Si tienes contador inteligente, tu compañía eléctrica conoce tus consumos hora a hora. La factura deberá incluir el consumo cada hora del día y la tarifa a aplicar en esa hora concreta. Subirá si consumes más en las horas caras (de 19:00 a 22:00 h normalmente) y bajará si concentras tu gasto en las horas baratas (de 0:00 a 7:00 h).

Si no tienes contador inteligente se te aplicarán unos perfiles de consumo medios preestablecidos y dará lo mismo la hora en la que consumas luz (tu contador no puede detectarlo).

La tarifa PVPC pueden solicitarla todos los consumidores con una potencia contratada que no supere los 10 kW. Únicamente pueden ofrecerla las Comercializadoras de Referencia.

En el mercado libre el precio lo fija la empresa. Se paga por cada kW exactamente lo que ponga en el contrato, y suele cambiar cada año. La comercializadora compra la electricidad para venderla a sus clientes al mejor precio posible y teniendo en cuenta la competencia. La factura se incrementará si aumenta el consumo, pero no lo hará el precio al que pagas la energía.

¿Cómo cambian los precios?

La potencia (kW) es el término fijo, depende de los kW contratados y lo pagas aunque no enciendas nunca la luz. El consumo (kWh) es el término variable, depende de tu consumo de electricidad.

El término de potencia (lo que se paga por tener disponible en todo momento cada kW de potencia contratada, independientemente de lo que consumas) depende del peaje de acceso más un margen que cobra la comercializadora por cada kW contratado.

En el mercado regulado el término de energía (lo que pagas por cada kWh que consumes) es la parte de la tarifa que corresponde al coste de la energía, que se negocia a diario en el mercado mayorista. En este mercado se “casan” los precios entre oferta y demanda con solo un día de antelación. Se hace una previsión de cuánta electricidad se consumirá en cada una de las horas del día siguiente. Por eso la luz tendrá un precio para cada hora del día siguiente. Para cada hora se cubre la demanda con las ofertas más baratas, pero el precio de la tecnología más cara es el que decide el precio final de la electricidad o precio marginal. La tarifa será impredecible para el consumidor, que sólo unas horas antes podrá conocer los precios del día siguiente.

¿Qué es la discriminación horaria?

Se caracteriza por aplicar un precio diferente del kWh según la hora del día. Establece los horarios en dos tramos denominados horas valle (más baratas) y horas punta (más caras). Distingue entre el horario de verano y el horario de invierno.

¿Qué es el bono social?

Se consigue un descuento en la tarifa regulada del PVPC del 25%. Está pensado para personas con dificultades para pagar la factura de la luz. Tienen que cumplir uno de los siguientes requisitos:

• La potencia contratada ha de ser inferior a 3 kW.
• Familia numerosa.
• Todos los miembros de la familia están en el paro.
• El solicitante es pensionista, tiene más de 60 años y percibe una pensión mínima por jubilación, incapacidad permanente o viudedad.

Destino del importe de la factura

Más de la mitad del importe son costes regulados: incentivos a las energías renovables, cogeneración y residuos, coste de transporte y distribución, alquiler de equipos y otros costes regulados (incluye la anualidad del déficit eléctrico). Aproximadamente el 25% corresponde al coste de producción de electricidad y el resto son impuestos estatales.

El déficit de tarifa o déficit tarifario tiene su inicio en el año 2000 y hace referencia a la diferencia entre los ingresos que las empresas eléctricas españolas perciben por los pagos de los consumidores y los costes que la normativa reconoce por suministrar electricidad. La deuda por el déficit de tarifa eléctrica en España superó la cifra de 23.000 millones de euros en 2016.

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