De la A a la Z (16)

Relación de términos y expresiones (incluidos insultos)  de nuestra historia.

BALDAQUINO:

Palabra procedente del término italiano “baldacchino”, que a su vez procede del término italiano medieval “baldac” (tela de Bagdad)

Especie de dosel o palio hecho de tela de seda o damasco.

Palio o pabellón sostenido de pilares o columnas que cubre un altar.

Se empezó a usar, parece ser, en el siglo IV y continuó usándose en las basílicas que imitaban el estilo de las de Roma. Durante la Edad Media pendían de sus columnas cortinas preciosas, que siempre ocultaban por completo de la vista del pueblo el altar. Cuando el altar se hallaba adosado, se sustituyó el baldaquino por una especie de dosel de telas o de madera pintada que desaparecería cuando los retablos se hicieron de grandes dimensiones.

Se daba este nombre también a una especie de dosel en que iba el papa en las grandes ceremonias.

También hace referencia al pabellón de una cama guarnecida a la imperial.

Baldaquino de la Basílica de San Pedro (Roma)

Obra de Bernini, sobre el año 1623, encargo del papa Urbano III

(www.auladehistoria.org)

BALDÍOS:

Palabra procedente del término árabe hispánico “batila” (cosa vana)

Nombre que se dio durante la Edad Media a los terrenos comunales no cultivados ni arrendados.

Se trataba normalmente de tierras alejadas de los pequeños núcleos urbanos y de calidad mediocre. Eran propiedad de la Corona, que permitía su libre utilización a los vecinos del concejo sobre todo para pastos.

Baldíos de la Comarca del Alto Águeda (suroeste de la provincia)

Espacios comunales que lindan con diferentes pueblos

y que forman parte del monte que conduce a la Sierra de Gata.

(www.creanaturactiva.com)

BALDÓN:

Palabra procedente del término francés antiguo “bandon” (mando, jurisdicción)

Injuria o afrenta.

Según Covarrubias es voz procedente del árabe y su raíz es del nombre “balt” (sin precio).

La definición que daba el autor es “oprobio, denuesto o palabra afrentosa con que se da en el rostro a alguno, se le injuria, menosprecio y tiene en poco”.

BALDONADA:

Al igual que la palabra anterior, procedente del término francés antiguo “bandon” (mando, jurisdicción)

También se puede considerar, como en el término anterior y según Covarrubias, voz procedente del árabe y su raíz es del nombre “balt” (sin precio).

Mujer de vida disoluta y escandalosa. Meretriz.

Covarrubias define el término como “mujer pública, que es común a todos, por vil precio”.

Título 24 de la VII Partida  de «Las Siete Partidas» de Alfonso X

En él se habla de las mujeres baldonadas (marginadas).

(www.es.slideshare.net)

BALISTA:

Palabra procedente del término latino “ballista” (lanzar, arrojar).

Es una antigua arma de asedio de aspecto y mecanismo similares a los de una ballesta, pero de mayor tamaño. Disparaba grandes dardos o jabalinas por separado o en pequeños grupos.

En los sitios de las ciudades y fortalezas, máquina para arrojar piedras de mucho peso.

Debido a su tamaño, debía sostenerse sobre un trípode y era manejada por varios hombres encargados de poner los proyectiles, tensar la máquina por un mecanismo de torsión y liberar finalmente el proyectil.

En el siglo XV, la llegada del cañón a Europa hizo que la balista y muchas otras armas de asedio, como la catapulta, fuesen relegadas al olvido.

Ilustración de una balista

(www.es.wikipedia.org)

BALLESTA:

Palabra procedente del término  latino “ballista” (lanzar, arrojar)

Arma portátil que dispara flechas impulsadas por un muelle en forma de arco y una cuerda.

Se atribuye la invención de este instrumento bélico a  los fenicios,  pero Vegecio asegura que fueron los mallorquines sus inventores.

Sin embargo, existen evidencias arqueológicas que sostienen la existencia de estas armas en la antigua China y referencias textuales entre los siglos III y IV a.C.

Los griegos y romanos se servían de los ballesteros, y en general de todos los soldados que usaban armas arrojadizas, en el principio de un ataque o para atraer al enemigo al combate.

Se generalizó su uso en el siglo X en Europa.

Ballesta del siglo XV con la terminología de cada una de sus partes.

(www.endrina.wordpress.com)

BALLESTERA:

Palabra procedente del término  latino “ballista” (lanzar, arrojar)

La tronera o abertura por donde en las naves o muros se disparaban las ballestas.

Ballestera de un muro, torre de castillo o almena.

Abertura vertical que se estrecha del interior hacia el exterior.

(www.es.wikipedia.org)

BALLESTERO:

Palabra procedente del término  latino “ballista” (lanzar, arrojar)

Hombre que usaba la ballesta o se servía de ella en la guerra.

El que por oficio cuida de las escopetas o arcabuces de las personas reales y asiste cerca de ellas cuando salen de caza. Antiguamente usaba ballestas en lugar de arcabuces, y por eso se llamó ballestero al que tenía este cuidado.

Se llamaba BALLESTERO DE CORTE al portero del Rey y de su Consejo, que tenían la obligación de cumplir los mandamientos de los alcaldes.

El término BALLESTERO DE MAZA hace referencia a los maceros que había en palacio o en los tribunales y ayuntamientos.

El BALLESTERO MAYOR era el jefe de los ballesteros del rey, un oficio antiguo de la corona de Castilla.

Ilustración donde aparecen: rey de armas, ballestero, culebrinero y escopetero. Siglo XV

(www.docelinajes.org)

BALUARTE:

Palabra procedente del término francés antiguo “balouart” (empalizada de defensa)

Obra de fortificación que sobresale de la muralla y se compone de dos caras que forman ángulo saliente, dos flancos que las unen al muro y una gola de entrada.

Es difícil de determinar precisamente la época en que fueron inventados los bastiones o baluartes; pero es cierto que su uso se estableció cerca el año 1500.

Plano abaluartado de Ciudad Rodrigo.

Obra de Canobes, de 1734.

(www.rodericense.blogspot.com)

– AA.VV. (2007 ) “Diccionario curioso de Salamanca”  Salamanca. Editorial Gruposa S.A.

– AA.VV. (1776) “Diccionario de Lengua Castellana”.  Madrid. Real Academia de la Lengua

– AA.VV. (2014) “Diccionario de Lengua Española”.   Madrid. Real Academia de la Lengua

– BASTÚS Y CARRERA, V.J: “Diccionario Histórico enciclopédico. Tomo I”. Barcelona. 1833

– BASTÚS Y CARRERA, V.J: “Diccionario Histórico enciclopédico. Suplemento” Barcelona, 1833

Continuará ……….

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