CONOCE EL COMERCIO DE TU MUNICIPIO: La Despensa de Carmen

Esta semana nos movemos entre dos acontecimientos y un solo nombre, ”Carmen”, una persona que después de 15 años se jubila y otra también llamada Carmen que coge su testigo. Nos estamos refiriendo a:

LA DESPENSA DE CARMEN

Cuando llegamos nos encontramos una tienda de las de antes pero también de las de ahora, una tienda en la que vamos a despedir a nuestra Carmen y a la vez darle la bienvenida a la otra Carmen.

Estamos en una tienda en la que se puede comprar todo aquello que necesitamos a diario, como nos dice Carmen: “una despensa es un sitio donde se guarda todo, por eso aquí se puede reparar el olvido de cada día, que si leche, que si huevos, aceite, pan, gaseosa, pan, pasteles,… de todo un poquito”. Un comercio en el que durante 15 años Carmen ha prestado servicio a todos los vecinos de Villamayor, que unas veces por necesidad y otras por olvido se han acercado a su despensa.

Comenzamos una entrevista a dúo, por un lado está Carmen que se despide por jubilación y por otro esta Sebas, el marido de la otra Carmen, la cual no ha podido estar con nosotros porque tenía que cuidar de sus hijos de 5 y 7 años. Empezamos un poco fríos, pero a medida que va avanzando la conversación se van animando y colaborando con Portalvillamayor, para que cada jueves podamos dar a conocer el comercio de nuestro municipio.

Sebas nos dice que intentarán seguir ofreciendo los mismos servicios que hasta ahora, “vamos a estar perennes, desde las 7 de la mañana y hasta las 11 de la noche, todos los días, estará abierta la despensa para lo que necesitéis. Cuando otros establecimientos estén cerrados, por ejemplo, a mediodía, a La Despensa de Carmen podéis acudir porque tendrá sus puertas abiertas”.

Cuando le preguntamos a Carmen sobre el comercio en Villamayor, tiene muy claro que “el comercio hay que atenderlo y dedicarle mucho tiempo, si cierras las puertas nadie viene, pero si tienes abierto, la gente poco a poco acude”, y añade Sebas “a la gente hay que darle servicio”.

Los recuerdos para Carmen al dejar su despensa son muy bonitos, “he estado muy bien –nos dice- espero haber cumplido y haber atendido a la gente como se merece”. Sus recuerdos son con la chiquillería, son recuerdos y anécdotas buenas. Está encantada con los jóvenes que los fines de semana acuden a la tienda y nos comenta “siempre me han tratado muy bien y con respeto, y yo he intentado tratarlos del mismo modo. Los he conocido de pequeñitos y se han hecho hombres y siguen viniendo a esta despensa”. Nos dice muy seria: “a nadie he engañado, si he dicho esto es bueno, eso era bueno, el trato con la gente de Villamayor ha sido muy bueno, y ahora que me jubilo espero que los vecinos de Villamayor piensen lo mismo”.

Sebas desea seguir manteniendo esa buena relación y no defraudarles, confiando en su experiencia “no somos nuevos en el comercio, antes nos dedicábamos a lo mismo pero de forma ambulante”.

Cuando le preguntamos a Carmen que es lo que más se le olvida a las gentes de Villamayor, con una sonrisa nos dice “los fideítos, la leche, los huevos”.

Sebas una vez que pasen estos primeros días quiere apostar por las redes sociales (Facebook, Twitter, etc.), se muestra ilusionado y nos dice “con la gente que venía antes y la cantidad de gente que nos conoce, el boca a boca nos augura un buen comienzo. Nos sentimos orgullosos del funcionamiento de la despensa, no será fácil mejorar y nos conformamos con mantener lo que actualmente tenemos”.

Carmen, ahora jubilada, quiere dedicar su tiempo libre a todo lo que le venga bien, como el caminar y a disfrutar de la casa del pueblo “que aunque no es mi pueblo (es el pueblo de mi marido Ángel, ya fallecido) es como si lo fuera. Me refiero a un pequeño pueblo de la comarca de Sanabria-Carballeda, llamado Molezuelas de la Carballeda, donde me gusta estar relajada y tranquila rodeada de montañas”. Allí  conoció Carmen las virtudes del pan de la zona y ahora lo podemos comprar en la despensa dos veces a la semana.

Carmen lleva 23 años en Villamayor y nos dice que “se vive divinamente, por eso me vine de Salamanca de la calle Isidro Segovia”. Sebas también se muestra encantado en Villamayor, nos recuerda “lo tienes todo: casa, colegios, trabajo, todo lo que necesitamos para vivir y además cerca de Salamanca”.

Tanto Sebas como Carmen conocen un poquito la labor que Portalvillamayor está haciendo, les gusta y nos prometen que a partir de ahora entrarán más en el portal, uno para su negocio y Carmen porque va  a tener más tiempo.

Cuando le preguntamos a Carmen si en algún momento pensó en ampliar el negocio, nos dice, “si fuera más joven hubiera puesto una buena pescadería en Villamayor, porque sí que hace falta, pero es necesario traer buena mercancía y gente que lo sepa trabajar bien. Te tiene que gustar el pescado y tienes que saber. De lo demás tenemos de todo, no hace falta ir a Salamanca para nada”.

Podemos estar tranquilos, la despensa queda en buenas manos. Sebas se sincera,  “los mismos servicios los vais a tener, ahora que somos nuevos, cometeremos algún error, alguna cosa se nos puede olvidar, no es fácil aprender un negocio de 15 años en media hora, pero al día siguiente volveremos aquí para hacerlo mejor”.

Carmen se encuentra acompañada de su hija, que ha compartido labores en la tienda durante más de 10 años ayudando a su madre, luchando con las colas que cada domingo por la tarde hacían los chavales y chavalas de Villamayor, en busca de sus chuches, pipas, y refrescos, etc. Se despide con alegría y con orgullo de estos 15 años, diciendo que “hemos resistido  estos 15 años porque hemos tratado bien a los chiquillos, los hemos mimado, hemos vendido las chuches en buen estado, sin dejarlas poner duras, y si se ponen duras, no se las puedes dar, es mejor tirarlas; los chiquillos no son tontos, es mejor perder algo que no perder clientes, y tener paciencia, esto no es para hacerte rico ni mucho menos, es para pagar y vivir”.

Nos despedimos de una “capuchinera” nacida en el barrio de Capuchinos de Málaga, enamorada de las tierras de Zamora, una mujer con tres hijos y seis nietos, una mujer humilde y trabajadora a la que sirva este pequeño homenaje para desearle salud y una feliz jubilación.

También queremos que sirva este reportaje como bienvenida a la otra Carmen, la despensa seguirá cargada de productos de calidad y de la ilusión que irradian Sebas y su esposa. Hemos disfrutado con cada palabra  que ha salido de la boca de Carmen y Sebas, hemos aprendido de la vida y como diría otra Carmen (Carmen Conde):

“El lenguaje es lo más humano que existe.
Es un privilegio del hombre y de la mujer…
Cada palabra lleva consigo una vida, un estado, un sentimiento”

Y como hablamos no sólo de “Cármenes” sino también  de “despensas”, nos quedamos con un refrán popular que dice:

 “Quien buen oficio sabe, de la despensa tiene la llave”
Comparte: